Donald Trump, el hombre que se excusa en twitter

José Martínez
En 1987 el entonces presidente republicano de Estados Unidos, Ronald Reagan, disertó un discurso donde se refería a la paz, y pedía que el muro de Berlín fuera derribado. De sus propias palabras se pudo escuchar lo siguiente: “no más muros, porque eso no representa la hermandad, señor Gorbachov”.

John F. Kennedy, años antes, igual en un discurso dijo: “La libertad está llena de dificultades y la democracia no es perfecta, pero nunca hemos tenido que levantar un muro para que la gente se quede o evitar que se vaya”.

En 1989, el muro fue derribado, después de 28 años de mantener divididos a Berlín Oeste de Berlín Este.

Hoy, otro republicano con actitud radical pide lo contrario, que se construya en límites de tierras mexicanas un muro fronterizo de 3 mil 200 kilómetros, y además que lo pague México.

Después de su toma de protesta, Donald Trump aceleró dicho tema, e incluso firmó para que el proyecto técnico se llevara a cabo, lo que despertó una ola de rechazos en su contra, primero adentro de los EEUU por parte de indocumentados, artistas y sociedad civil; luego vinieron las voces con más eco en México.

El tema traspasó otras fronteras, en el caso de España, este país anunció que se debe ser respetuoso con México, porque Estados Unidos le había faltado, y recomendó que era urgente restablecer un clima de diálogo más conciliador, lo que hasta este momento el magnate no ha escuchado.

Lo que se puede ver es una fase de crisis ante las dos naciones, y como era de esperarse, Trump desde el primer día quiso aplastar, intimidar, jugar con los verbos, hasta querer sentirse muy supremo.

Aunque al final, México, después de tantas recomendaciones por intelectuales, políticos y la sociedad civil, decidió no seguir el juego, dejarlo hacer, y que se diera cuenta de su cobardía al máximo.

El hombre del twitter (Donald Trump), quiere castigar e imponer políticas desde las redes, porque teme verdaderamente ejercer el mando, sentarse a negociar, porque simplemente no sabe hacerlo.

Su bipolaridad la trasladó a decisiones de máxima importancia, no sólo de un país sino del mundo, porque en sus declaraciones negativas incluyó hasta a la ONU.

No cabe duda que existen tensiones en México, porque es difícil desmarañar algunas frases del republicano, y, sobre todo, que a los pocos minutos puedan cambiar.

No se trata del humor de Trump, es su falta de preparación política lo que tiene al Presidente de EEUU en el suelo, con los dardos apuntándole desde varios ángulos.

De continuar con esas acciones, México sería apenas un ápice de los que le espera, porque tanto China, Reino Unido, Alemania y Japón, son potencias que además de entrarle a una guerra política, pueden desatar otro tipo de desencuentros.

Haberes
El empresario Carlos Slim expresó su apoyo al gobierno mexicano, y dijo que se debe negociar sin enojos, pero sin entregarnos. Y aclaró: «Donald Trump no es Terminator, es Negociator». Además, celebró la unidad que se dio entre los mexicanos.