Corte de Caja
Justicia, sin bandera política; atender el fondo José Martínez Se ha dicho infinidades de veces que los buenos principios deben iniciar en casa. Esa educación que se les da a los hijos siempre es producto de una imitación que hacen de sus padres, de ahí se parte, y al ir creciendo, las personas reflejan en […]
6 de diciembre de 2016

Justicia, sin bandera política; atender el fondo

José Martínez
Se ha dicho infinidades de veces que los buenos principios deben iniciar en casa. Esa educación que se les da a los hijos siempre es producto de una imitación que hacen de sus padres, de ahí se parte, y al ir creciendo, las personas reflejan en su conducta sus orígenes.

Ser padres es una tarea sumamente complicada. Lo que se construye en el hogar representa la base de la familia y la base de la sociedad. Lo que sigue después, en la escuela, en el trabajo, en la comunidad, es resultado de la formación en la casa. Los maestros, los empresarios, los gobernantes, son también producto de una familia.

Y, ¿qué se debe formar desde este núcleo? En primer lugar, el carácter del ser humano; así como su ética, valores, sentido de responsabilidad, el apego a los valores ciudadanos y humanitarios, el compromiso con los ideales democráticos. En el hogar aprendemos a ser ciudadanos de primera o ciudadanos de segunda. Sobre todo personas.

La escuela, las iglesias, el Estado, los medios de comunicación y la comunidad entre tantas otras instituciones tienen su valor, sin embargo son al final de cuentas mecanismos para reforzar y reflejar este proceso.

Ahora que vivimos tiempos violentos, de pérdida de valores, de ruptura de lazos, de una creciente delincuencia, mirar a la familia es fundamental. Escucharla y protegerla.

El 25 de noviembre de este año se dio a conocer un hecho lamentable, el cual activó las alarmas de la sociedad. Una joven de apenas 18 años de edad fue hallada muerta después de ser secuestrada. Sus restos aparecieron en Macuspana.

La indignación e impotencia de su madre, sobre todo porque era su única hija, hizo que alzara la voz y pidiera justicia. Los secuestradores cobraron el rescate, pero asesinaron a la joven.

Ese mismo día se reportó el asesinato de otra joven mujer cuyo cuerpo fue localizado en Cárdenas, Tabasco.

Se especuló sobre el presunto hallazgo de cuatro cadáveres en Macuspana. Se dijo que eran de féminas. Una versión que desmintió, con testimonios probatorios, la Fiscalía.

Luego de haber pasado algunos días, los familiares de una de las víctimas convocaron a una primera manifestación pública. Hubo escasa presencia, peri fue significativa. Lo que cuenta no es el número, sino las legítimas motivaciones. Tanto el fiscal Fernando Valenzuela, quien acudió personalmente a darle el pésame a la familia de la joven hallada en Macuspana –un duelo que debe extenderse a todos los que han padecido tragedias similares-, como el secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, se comprometieron desde un principio a que no habrá impunidad.

El domingo reciente, nuevamente los familiares, amigos y conocidos de una de las víctimas, volvieron a manifestarse. Acudieron a esa marcha afectados por otros hechos delictivos. Todos ellos debemos una solidaridad sin condiciones.

Sin embargo, no puede negarse que hubo un rechazo enérgico contra quienes acudieron a la manifestación para tratar de sacar beneficio político; quienes sólo encontraron la ocasión de culpar directamente al gobierno en turno de la ola delictiva. Se llegó al absurdo de gritar consignas de corte político, a sabiendas de que el reclamo de los familiares era por la justicia y contra la impunidad.

Haberes
Ocurrió ayer un lamentable accidente que costó la vida a varios tabasqueños y dejó lesiones a otros más. La unidad de transporte salió de Villahermosa con destino a la Ciudad de México, pero volcó a la altura de La Tinaja, en Veracruz. Transportar personas es una responsabilidad que involucra no sólo a los propietarios de las empresas y sus operarios.

Compartir: