Corte de Caja
Legalidad, pero también mano firme contra crimen José Martínez No debe haber confusión: el Estado y los gobiernos debe estar siempre del lado de las víctimas. Al mismo tiempo tienen que garantizar un combate firme, frontal, decidido, contra el crimen organizado o no organizado. El respeto a los derechos humanos no tiene por qué ser […]
5 de septiembre de 2015

Legalidad, pero también mano firme contra crimen

José Martínez
No debe haber confusión: el Estado y los gobiernos debe estar siempre del lado de las víctimas. Al mismo tiempo tienen que garantizar un combate firme, frontal, decidido, contra el crimen organizado o no organizado. El respeto a los derechos humanos no tiene por qué ser contrario a la aplicación de las leyes y a la procuración de la justicia. Los sectores, las organizaciones, los ciudadanos que se manifiestan contra la inseguridad, también debe hacerlo para mostrar su respaldo a la decisión de las autoridades para cerrar las brechas de la impunidad.

Le comento esto porque actualmente se vive en Tabasco un debate que nos involucra a todos. El jueves el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Fernando Valenzuela Pernas, informó sobre las acciones tomadas por el gobierno para esclarecer y deslindar “responsabilidades jurídico-penales” de los hechos del pasado 14 de agosto, cuando fallecieron tres policías y cinco presuntos delincuentes en un operativo de seguridad que derivó en un enfrentamiento.

En su momento se lamentó la muerte violenta de tres policías en cumplimiento de su deber. No se debe regatear el reconocimiento a esos agentes y también el apoyo a sus familiares. Como debe hacerse con todos aquellos servidores públicos que arriesgan su vida por la seguridad de la población. Esta valoración del sacrificio y la entrega no excluye una tarea pendiente: la depuración de los cuerpos policiacos y su capacitación para un trabajo óptimo.

Pero insisto, como también he escuchado reiterar a personas comprometidas con los mejores destinos del estado: se debe prevenir el delito y combatir a los delincuentes. Los criminales siempre tienen una ventaja: para ellos no hay ley ni valor a respetar; cuando tienen a alguna víctima en sus manos son unas verdaderos salvajes. En cambio, las autoridades, y entre ellos los policías, están sometidas a una normatividad cada vez más estricta.

Los delincuentes evolucionan –no en el sentido humano, sino de su barbarie-, se dotan de sofisticadas organizaciones y redes, tienen recursos ilimitados porque los toman por fuerza de donde sea; en cambio las autoridades van a contracorriente, con restringidos recursos humanos y materiales, aunque se supone que cuentan o deben contar, con el más amplio y colaboración de la sociedad para su labor legal y legítima.

Preocupa que quienes, por sacar ventaja política o partidista, por desahogos personales o revanchas mal entendidas, aplaudan los yerros reales o supuestos de las autoridades. En esta feria de confusiones, aparecen dándole más voz a quienes delinquen premeditada, cruel y ventajosamente; se olvidan de las víctimas cotidianas.

Hay que reconocer e inclusive exigir que las autoridades policiacas y judiciales aclaren sucesos como los del 14 de agosto, cuando dos presuntos delincuentes fueron abatidos en circunstancias sospechosas; pero al mismo tiempo no bajar la guardia contra el crimen.

Haberes
DICEN que se tardaron demasiado en ordenar la sanción al ex alcalde Cuauhtémoc Muñoz y sus funcionarios por supuestas irregularidades. En todo caso hay que cambiar las leyes para que todo sea más ágil. Pero no por las prisas se debe correr el riesgo de la impunidad. Sin prejuzgar este caso, más vale tarde que nunca.

HACE unos días se festejó al adulto mayor. Entonces se pidió que los ayuntamientos mantuvieran ese mínimo apoyo de descuentos en predial y agua a las personas de la tercera edad. ¿Podrá hacer algo la Agencia Especializada del Adulto Mayor, instalada hace un año?

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