Corte de Caja
Festivales regionales, un motor de la economía local José Martínez Uno de los objetivos declarados del actual gobierno en Tabasco es fortalecer la economía estatal, regional y de los municipios mediante la diversificación para generar una mayor derrama, que no dependa sólo de los ingresos petroleros. Recursos que, además, son cada vez más escasos. Pero […]
2 de septiembre de 2015

Festivales regionales, un motor de la economía local

José Martínez
Uno de los objetivos declarados del actual gobierno en Tabasco es fortalecer la economía estatal, regional y de los municipios mediante la diversificación para generar una mayor derrama, que no dependa sólo de los ingresos petroleros. Recursos que, además, son cada vez más escasos. Pero esto no se ha quedado sólo en el discurso del gobernador Arturo Núñez, por lo menos a juzgar por algunos hechos que sometemos a juicio del lector.

Recientemente el mandatario hizo un llamado para reconstituir la economía no petrolera de Tabasco. Señaló entonces: “Una de esas actividades es precisamente el turismo, porque necesitamos apostarle a la economía autóctona, a la que perduró por muchos años en Tabasco antes del boom petrolero”.

¿Qué ha sucedido en estos últimos dos años? Hemos visto fortalecerse festivales como el del Chocolate, pero también integrar acciones de promoción turística y productiva como los Festivales del Ostión, en Paraíso y de la Jaiba, en Centla; también el cada vez más conocido Festival del Queso Artesanal, en Tenosique. En la agenda gubernamental está el Festival de la Butifarra y la Jícara Labrada, en Jalpa de Méndez.

Hay otras promociones como la del dulce y el pozol, o la de los artesanos. Independientemente de las ferias o festejos de los pueblos y municipios, muchos de los cuales deberían rescatar su valor tradicional.

Una observación necesaria de coordinación sería también, en todo caso, la coincidencia de fechas en dos encuentros promocionales de la economía local: el del Ostión en Chiltepec, Paraíso, y el de la Jaiba, en Centla, Frontera. En vista de que ya se había realizado en años anteriores, lo recomendable sería que se programaran en días distintos para lograr una mayor concurrencia.

Este tipo de “festivales” –que comenzaron con el del Chocolate que ya va en su sexta edición-, ha demostrado el gran potencial para impulsar las economías locales por la derrama no sólo en la adquisición de productos regionales sino también como factor turístico y de ocupación hotelera. Pero es, y me parece que lo más importante por su impacto a largo plazo, un elemento de identidad cultural, de rescate de las tradiciones y valoración de lo propio.

Según estimaciones oficiales, en los festivales realizados este año se llevan captados más de 60 mil visitantes; con los que acudan al festival de Jalpa de Méndez y al del Chocolate, así como al de los artesanos, podríamos estar hablando este año de más de 300 mil visitantes.

Otro hecho que no debemos dejar pasar inadvertido es el impacto que tiene en Tabasco una diversificación de la cultura culinaria, como parte del fenómeno migratorio y la llamada globalización. Ahora es posible encontrar en el estado las más diversas manifestaciones de la cocina internacional; el reto es rescatar e impulsar la cocina autóctona.

Todo esto en el marco del necesario impulso a la economía local. Una etapa indispensable en el fortalecimiento de una “despetrolización” para Tabasco.

Haberes
Definitivamente tiene que haber una campaña a fondo y en serio, incluidas sanciones a usuarios y autoridades, para garantizar el cuidado y buen uso del agua. Sobre todo para consumo humano. Debe garantizarse el derecho humano al agua, porque además está en la Constitución. Ayer el Ayuntamiento de Centro advirtió que varias de las potabilizadores para Villahermosa están afectadas por la turbiedad del agua.

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