Remodelación del mercado Pino Suárez, problema de poder

José Martínez
¿Qué significa el poder? ¿dominar?, ¿estar bien económicamente?, ¿sentirse cómodo?, ¿ser feliz?, ¿tener a la mano ciertos privilegios? El poder es un fenómeno que en algunas personas al perderlo se devalúan de forma inmediata, y lo que pasa con ciertos políticos, aunque a veces sucede con ciudadanos que participan en ligas más pequeñas, pero que no dejan de hacer daño.

Al no tener lo que considera SU poder, experimentan un vacío; es un golpe duro para quienes están acostumbrados a depender de los saludos y las caravanas simuladas y temporales, aquello que no es auténtico.

Eso es algo de lo que me parece está sucediendo en el caso del mercado José María Pino Suárez, un tradicional centro de acopio en Villahermosa. Allí algunos locatarios viven en carne propia la viacrucis de la lucha por el poder –aunque este poder sea chiquito.

Ante esa situación se dejó venir la división entre vendedores, e hicieron que una obra tan importante esté paralizada desde el año pasado, y todo por no consensuar, acordar y dialogar.

En agosto del 2015 se anunció la remodelación del mercado bajo la figura de las Asociaciones Público-Privadas (APP), y con una inversión de 280 millones de pesos, para una superficie de 9 mil 573 metros cuadrados. Estaría listo en 19 meses, a partir de la fecha de que los locatarios acordaran.

Así lo anunció el gobernador Arturo Núñez Jiménez, con el fin de darle otra cara a esta plaza. Ahí mismo dio a conocer que mientras dure el proceso de construcción, los vendedores serían trasladados a instalaciones provisionales, acondicionadas en la colonia Casa Blanca, a través de un procedimiento de movilización, en donde el Gobierno del Estado y Ayuntamiento de Centro brindarán facilidades.

El inmueble, el cual se pretende llevar a la modernidad, y bajo condiciones de una mejor seguridad, armonía y amplitud, mantiene una peculiaridad, aún sigue como anteproyecto.

Sin embargo, eran los tiempos de cambiar al coordinador de las 14 uniones de locatarios, que en su momento estaba dirigida por Bartolo de la Cruz, y que en diciembre fue elegido Oscar Sosa León, lo que más adelante trajo la división entre los comerciantes, y de paso se llevaron el proyecto de remodelación.

Perder el poder significa para estas personas, apartarlos del mundo, quitarlos de su realidad, y abandonar negocios redondos dominados por años, que les dejan buenos dividendos.

Bartolo de la Cruz fue acusado por esas acciones, ya que junto a Marco Antonio Corzo, secretario general de la Unión de Abarrotes, no se quedaron cruzados de brazos, y buscaron por todos los medios regresar.

Una de las tesis que estas personas empezaron a permear entre los cientos de locatarios es que en la colonia Casa Blanca no se vende, los “marchantes” dejarían de ir porque representa una lejanía. Aunque está a sólo unos pasos.

Después de tantas asambleas y no llegar a acuerdos sólidos, la reubicación sigue en sala de espera, mientras la estructura del edificio se va deteriorando día a día.

Por su parte, comerciantes del mercado de Atasta y Tamulté, ya declararon que el proyecto se vaya hacia esos lugares. Si unos no quieren, otros lo necesitan.

Haberes
EL GOBERNADOR Arturo Núñez viajó a la ciudad de México para participar en el análisis de la Reforma Educativa. El fin de esta reunión es reafirmar que la reforma al sistema educativo es democrática, y se está trabajando en los consensos. Se debe imponer el criterio del derecho que tienen los niños mexicanos a una mejor educación.