En crisis: los municipios no podrán endeudarse

José Martínez

Para el año 2016 los municipios tabasqueños corren el riesgo de quedar paralizados. Más del 80 por ciento de sus recursos se van por la tubería de la nómina salarial y el gasto corriente. El otro 20 por ciento que debería ser utilizado en obras y servicios está hipotecado por las enormes deudas. Esto quiere decir que en algunos ayuntamientos la totalidad de los recursos ya está comprometido.

En conjunto, los 17 municipios tabasqueños y el gobierno estatal deben unos mil millones de pesos por laudos en despidos injustificados. Algunos despidos los heredaron de administraciones pasadas, pero otros ocurrieron entre el 2013 y 2015. Hay alcaldías que tan sólo por no seguir los trámites legales al terminar una relación de trabajo con sus empleados adeudan más de la mitad de su presupuesto total. Es una deuda que aumenta geométricamente. Una barbaridad, producto de una acción irresponsable.

Los municipios Centro y Nacajuca deben entre los dos por ejemplo unos 400 millones de pesos. Hay comunas a las que la Comisión Federal de Electricidad les ha suspendido el servicio de electricidad por falta de pago. Otros tienen pendientes con proveedores locales.

Quienes tomarán posesión a partir de enero del 2016 pasarán de la borrachera de la victoria electoral a la cruda realidad. A nadie le gusta tener que pagar lo que otro derrochó. Pero si tenían la esperanza de que podrían acudir al endeudamiento, ya les dijeron públicamente que no.

A partir del año próximo seguramente ya estará en plena vigencia lo que ahora es una iniciativa de ley de disciplina financiera mediante la cual los estados y municipios estarán obligados a un mayor control de su deuda pública.  Esto se suma al impacto de la reducción en las participaciones federales y la aplicación del llamado “presupuesto ceo”. .

Los cambios legales inciden en aspectos como contratación de deuda, manejo del gasto público, evaluaciones de proyectos de inversión, transparencia, rendición de cuentas.

Una mala noticia también para aquellos alcaldes electos y sus colaboradores futuros que consideraron al viejo estilo que podrían tener una nómina holgada para colocar a sus amigos y socios es la instrucción del gobierno federal para fijar un “techo financiero” para el pago de nómina. En esta necesidad de controlar el gasto público, para el pago de la nómina se establecerán mecanismos de mayor transparencia que detalle cada una de las erogaciones por salarios.

El gobernador Arturo Núñez no sólo expresó su respaldo a las nuevas normas de disciplina financiera sino que de hecho las comenzó a aplicar desde el arranque de su administración. Aunque los municipios  no siguieron esta misma dinámica, sí se vieron obligados a tener un poco más de control en los gastos.

En abono de quienes asumirán el poder en enero del 2016 habrá que decir que muchos tendrán que pagar los platos rotos de otras administraciones. Es en estos casos en los que algunos legisladores han propuesto una especie de “borrón y cuenta nueva”, para permitir que todas las administraciones partan de un piso parejo. Sobre todo porque aseguran que no podrán aplicar el nuevo esquema de disciplina financiera si no se sanean primer sus finanzas.

Haberes
EL RECTOR de la UJAT José Manuel Piña Gutiérrez confió que no habrá recorte presupuestal en la máxima casa de estudios. Al tiempo la Dirección de Comunicación y Relaciones Públicas de la universidad estatal, a cargo de Erasmo Marín Villegas, recibió un certificado de la Norma ISO por sus procesos de mejora continua.