Corte de Caja
Redes sociales y su manipulación a los ciudadanos José Martínez Hace unos días mientras se realizaban las protestas en Tabasco contra la reforma educativa implementada por el Gobierno Federal, circuló una noticia en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, e incluso fue nota en un diario local, ya que en una localidad del municipio […]
18 de junio de 2016

Redes sociales y su manipulación a los ciudadanos

José Martínez
Hace unos días mientras se realizaban las protestas en Tabasco contra la reforma educativa implementada por el Gobierno Federal, circuló una noticia en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, e incluso fue nota en un diario local, ya que en una localidad del municipio de Jalpa de Méndez, padres de familia cerraron una escuela cuando se dio a conocer un supuesto libro que sería parte del material bibliográfico, cuyo contenido eran imágenes explícitas de sexualidad como parte de la enseñanza sobre este tema, específicamente para la educación preescolar y primaria en las escuelas pertenecientes al sistema de enseñanza pública.

No obstante la polémica fue aclarada por las autoridades de la Secretaría de Educción del Estado, quienes dijeron que se trataba de guías referentes para un estudio que fueron difundidas en el sexenio del expresidente Felipe Calderón, pero que jamás se utilizaron.

¿Hasta qué punto debemos considera válida toda aquella información que se difunde a través de las redes virtuales?¿Qué tan veraz es todo lo que leemos y compartimos con sólo dar click a una tecla de un dispositivo móvil como un teléfono “inteligente”, o una computadora personal?

Al parecer no estamos siendo conscientes de todo cuanto sucede en el mundo real, y que al llegar a ser virtual se transforma en algo totalmente distinto hasta caer en la manipulación que nos lleva a la inconformidad pero que carece del sustento necesario para que lo difundido sea considerado como una verdad absoluta.

No estamos haciendo uso de las “redes” con la debida responsabilidad, pues no tomamos en cuenta que de alguna manera éstas contribuyen a la formación de criterios y educan a quien permanece la mayoría de su tiempo sentado frente a un monitor o pantalla navegando en el ciberespacio, donde se hallará un sinfín de recursos que serán parte de su acervo informativo inmediato.

Es grave, como es el caso del supuesto libro de educación sexual se manipule a la ciudadanía, difundiendo información que no corresponde a hechos reales dentro de un contexto, como es la enseñanza pública en nuestro país. Además es irresponsable e imperdonable que se ponga en riesgo la seguridad y la integridad de los ciudadanos e instituciones del Estado, puesto que la difusión errónea o falsa de cualquier tipo de información podría derivar en graves consecuencias, hasta el punto de sufrir daños irreversibles por parte de quien o quienes son objeto de ataques en redes sociales.

Tenemos la obligación de verificar que la información que nos ofrecen las redes sociales no sean dolosas o que lleven el fin explícito de causar perjuicios a cualquier ciudadano o institución pública o privada, puesto que no conocemos los motivos reales de quienes comparten a través de la nube tecnológica datos o hechos que han sido falseados que deriven en acciones equivocadas.

Podemos caer en el grave error de convertirnos en cómplice o juez y parte con el solo hecho de compartir una información de la cual no estamos plenamente seguros. Tenemos la responsabilidad y obligación de usar adecuadamente los avances tecnológicos que predominan en la actualidad, ya que los daños que podríamos ocasionar a terceras personas no serán virtuales sino que afectarán de manera real y definitiva su propia vida o la de quienes los rodean.

Haberes
Esta semana inauguraron el curso “Identificación de Armas de Fuego y Explosivos”, impartido por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), de Estados Unidos, el cual fue dirigido a policías de diversas corporaciones de seguridad federal y estatal con el fin de fortalecer las capacidades y profesionalismo de los elementos policiales.

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