Corte de Caja
Suma el PRI descalabro a nivel nacional a manos del PAN; Manuel Andrade, sin éxito. José Martínez A dos años de las elecciones presidenciales en nuestro país, y después de un proceso que evidencia los vicios de antaño, respaldados por una partidocracia que es reacia a combatir la corrupción, el Partido Acción Nacional (PAN) –solo […]
7 de junio de 2016

Suma el PRI descalabro a nivel nacional a manos del PAN; Manuel Andrade, sin éxito.

José Martínez
A dos años de las elecciones presidenciales en nuestro país, y después de un proceso que evidencia los vicios de antaño, respaldados por una partidocracia que es reacia a combatir la corrupción, el Partido Acción Nacional (PAN) –solo y con alianzas- volvió a asomar la cabeza en la jornada electoral, llevada a cabo este cinco de junio, donde pudo conquistar siete gubernaturas, dejando al Partido Revolucionario Institucional (PRI), con sólo cinco triunfos, de un total de 12 que estuvieron en juego, mientras que otros partidos como Morena aumentan sus preferencias, pero aún no les alcanza para ganar.

Los candidatos independientes en esta ocasión no figuraron en el imaginario ciudadano, quizá porque el efecto Bronco ha sido sólo quimera y una completa decepción en Nuevo León.

De las siete gubernaturas donde aventajaba el PAN se encontraban la de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. El PRI auguraba su triunfo en Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas. Morena propinaba una derrota que no imaginaba el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, al quedarse la Asamblea Constituyente.

Como ya se preveía, el PRI sería el gran perdedor de estas elecciones intermedias, en las que tenía que pagar las consecuencias de las reformas estructurales realizadas en materia económica, energética y educativa, la devaluación de la moneda mexicana ante el dólar, que ayer amaneció en 18.90, el desempleo, así como la crisis en seguridad pública.

El mosaico electoral se ha modificado, no así las prácticas monopólicas de la partidocracia que busca la permanencia a través de alianzas de extremos ideológicos, como la que realizaron el PAN y el PRD para poder derrotar al PRI, lo cual pone en entredicho la verdadera convicción política donde lo que importa es ganar “haiga sido como haiga sido”.

Sin embargo, esperamos que este nuevo reacomodo de poderes sea benéfico para aquellos estados como Veracruz, donde la violencia y el crimen organizado tienen sus cotos de poder, recupere la fortaleza de sus instituciones y prevalezca el Estado de Derecho, del que sus habitantes han sido privados por más de dos sexenios.

En varios estados de la República se termina el tradicionalismo priista y le dan la oportunidad a otros, es el caso de Quintana Roo, donde por cierto también fue derrotado el diputado local Manuel Andrade Díaz, quien fungió como delegado del CEN del PRI, quien intentaba repetir el triunfo de 2015 en Colima. Recordemos que el exgobernador tabasqueño tampoco pudo hacer nada en las elecciones extraordinarias para poder regresarle a su partido político la alcaldía en Centro, y ahora sufre otro descalabro a nivel nacional donde deberán reflexionar que la verdadera causa de ello no fueron las malas campañas ni las guerras sucias, de las cuales todos los partidos han abusado sino la ausencia de buenos gobiernos que ofrezcan resultados plausibles.

Haberes
LA REFORMA EDUCATIVA LE HA PEGADO duro al presidente Enrique Peña Nieto. Los movimientos magisteriales tanto en Tabasco como en otros estados le dice que existe inconformidad. Por su parte, los padres de familia exigen clases para sus hijos, porque el ciclo escolar se acorta. En la entidad, la delegada federal de Educación, Olivia Azcona, hizo un tour en las estaciones de radio aclarando que no habrá cobros de colegiaturas ni de libros con la reforma educativa para el próximo ciclo escolar ni mucho menos serán los tutores quienes paguen la luz o los intendentes. Por el momento, ni a quién creerle.

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