¿Cómo nos preparamos para una vejez independiente?

José Martínez
Rumbo Nuevo

La población de adultos mayores está creciendo aceleradamente. Según cifras del INEGI del censo de 2020 en Tabasco se estima un número de 257,525 personas de la tercera edad. Esta situación se está volviendo cada vez más crítica según se observa en la Casa del Árbol donde ya hay sobrepoblación y la lista de espera se incrementa de forma excesiva.

Pero más grave que el aumento del número de personas que acuden a este albergue es en realidad la falta de responsabilidad de los familiares de quienes se ven obligados a solicitar el auxilio de manutención ante el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

La coordinadora del DIF, Celia Bosch Muñoz, propone que en cada municipio haya un albergue como la Casa del Árbol, esto sería lo idóneo, sin embargo los costos de inversión, el personal y el funcionamiento sería otra carga para el Estado. Sumémosle a esto los gastos por enfermedades que los adultos mayores padezcan. Un problema mayúsculo nos espera.

¿Cómo nos estamos preparando para afrontar nuestra propia vejez? ¿Acaso somos conscientes de que a medida que nuestra edad avanza debemos de prevenir enfermedades que podrían deteriorar o hacer menos soportable nuestra calidad de vida? ¿Económicamente estamos previendo cómo será nuestra situación para que no dependamos de nuestros hijos o de algún otro familiar?

Si a pesar de que una de las normas de la Casa del Árbol para hacerse cargo de un adulto mayor es que no tengan familiares, pero en la realidad son estos quienes evaden sus responsabilidades y echan a sus padres a la calle, imagínese usted qué carga le confieren a la administración gubernamental que tendrá que resolver un problema, digamos, ajeno.

Cada quien debe hacerse responsable de su responsabilidad social, y la de cuidar de los adultos mayores es asunto de las parentelas en primer grado, de no contar con estas la responsabilidad es entonces del gobierno a través del DIF. También es responsabilidad nuestra prevenir un futuro libre de la dependencia económica o en su caso, de procurarnos mejor calidad de vida alejados de padecimientos o enfermedades que nos afecten no sólo a nosotros sino también a quienes nos rodean.

Evasiones
En la mañanera de ayer jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador, denunció que empresas de diversos ramos evaden al fisco 130 mil millones de pesos con la ayuda de jueces del Poder Judicial de la Federación.

Los juzgadores retrasan deliberadamente los casos. Tardan una eternidad en programar fechas de audiencia o simplemente no definen fechas de inicio de los juicios por defraudación fiscal, pasándose por el arco de triunfo la ley en la materia.

El Código Nacional de Procedimientos Penales establece que el Poder Judicial tiene un plazo máximo de 15 días para realizar la audiencia inicial, contados a partir de la solicitud de la judicialización de la Fiscalía General de la República.

No ocurre así. Los jueces violan esa disposición. Actúan con tortuguismo para favorecer a los evasores fiscales. Se han llegado a tardar hasta 220 días en programar la audiencia inicial. Es el caso de una refresquera que adeuda al SAT 22 mil 701 millones de pesos y no hay manera de que pague.

Es evidente que se protege a los que el presidente no ha dudado en llamar “delincuentes de cuello blanco”. Es dinero del pueblo que bien puede servir para gasto de inversión social u obras de infraestructura.

Los juzgadores actúan del mismo modo que el ministro de la Corte, Luis María Aguilar, quien ha protegido al empresario Ricardo Salinas Pliego, para que no pague los 63 mil millones de pesos que le adeuda al SAT en impuestos, quien que de manera reiterada se ha negado a pagar y todavía presume su actitud delincuencial, como si eso fuera una gracia. Se siente impune gracias a la protección del ministro de marras.

“¿Y dónde está la justicia rápida y expedita? Y esto tiene que ver con la hacienda pública. Esto es dinero del pueblo de México”, dijo López Obrador en su acostumbrada conferencia matutina.

El Poder Judicial no salvaguarda los intereses del pueblo ni es garante de la Constitución federal, actúa como tapadera de los potentados, los ampara a fin de que no rindan cuentas de sus actos, como evadir impuestos. Urge sanear ese poder y el Plan C es la solución.

Haberes
Claudia Sheinbaum Pardo presentó este jueves la quinta parte de su gabinete, en el que incluyó a Claudia Curiel de Icaza y Josefina Rodríguez Zamora y repetirá Marath Baruch Bolaños López. La presidente electa informó que Curiel de Icaza será la titular de la Secretaría de Cultura y Rodríguez Zamora de la Secretaría de Turismo, mientras que Bolaños López permanecerá al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).