Recibe el presidente AMLO a Javier May, dos compañeros de lucha
Por José Martínez
La tarde del miércoles el presidente, Andrés Manuel López Obrador, recibió en Palacio Nacional al gobernador electo, Javier May Rodríguez, nueve meses después de que en el salón Tesorería lo despidiera con todos los honores para venir a Tabasco a buscar el cargo que finalmente obtuvo el dos de junio.
No se habían visto y saludado en persona desde el 4 de septiembre de 2023, fecha en que se hizo efectiva su renuncia a la dirección general de Fonatur, una vez cumplida su misión de dejar muy bien encarrilado el Tren Maya, uno de los proyectos insignia de la 4T.
“Es tiempo de continuar y consolidar la transformación, por lo que presento a usted mi renuncia con carácter de irrevocable al Fonatur, esperando la acepte para seguir honrando el compromiso de luchar siempre por el pueblo”, le dijo en una misiva.
Fue la última mañanera en que participó con el reporte semanal sobre los avances del Tren May, que como cada lunes rendía de cara al país. En aquella ocasión, el presidente encomió el trabajo realizado por Javier May.
“Él ha actuado en la oposición, siempre leal al pueblo y también a nuestro movimiento. […] Javier ya cierra un ciclo y va a regresar a Tabasco. Está pensando y tiene el derecho, como otros igual, porque aquí no hay dedazos eso se acabó, decide el pueblo. Pero sí quiero agradecerle por todo su apoyo”.
¿De qué hablaron el presidente y el mandatario electo? Eso no lo sabemos por el momento. Quizá más adelante conozcamos sobre los temas abordados o si solo fue para decirle de viva voz que el movimiento democrático cumplió su cometido.
A ciencia cierta, nadie sabía de esa reunión, salvo los más cercanos al primer círculo del gobernador electo, pero guardaron discreción, como debe de ser.
Lo único que se conoce de la audiencia con el mandatario nacional fue lo que se publicó en las cuentas oficiales de Javier May. Las imágenes dicen más del escueto texto. Reflejan el trato afectuoso y amigable del presidente a su exsecretario de Bienestar.
De una parte hay afecto, confianza y respaldo; y de la otra, agradecimiento, lealtad y admiración que se sintetiza en una frase: “Su ejemplo será la luz de nuestro camino”.
Austeridad republicana en el gobierno
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebra que la austeridad republicana continúe con el gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum, y que los funcionarios que lleguen a la nueva administración no caigan en el “ensimismamiento” en ninguno de los tres órdenes de gobierno.
Esto sería lo ideal, pues hemos visto cuánto se ha invertido del ahorro del gasto corriente en programas sociales e infraestructura, cómo se ha distribuido a nivel federal el recurso económico y sin endeudamiento. Claro, el ejemplo lo ha puesto el gobierno federal y deberían seguirlo en este plan los gobiernos estatales y municipales, pero esto aún camina lento.
Son varios los factores que influyen en la correcta distribución del presupuesto y sabemos que el influyentismo, el nepotismo y otras malas prácticas dentro de la administración pública mejor conocidas como corrupción han sido la causa de que el desarrollo del país se haya estancado durante varias décadas. Sabemos que los vicios no se acaban de la noche a la mañana, que hay un proceso de desintoxicación y eso se conoce ahora con el nombre de “transformación”.
En la administración pública no debe estar esa gente que busca un beneficio propio, enriquecerse, hacer negocios con el presupuesto ciudadano y malgastarlo en bagatelas y vanidades que no hacen más que perjudicar el funcionamiento y la eficacia de las instituciones públicas y de gobierno.
En la administración que encabezó la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, en la Ciudad de México se ha visto un gran avance, ha habido responsabilidad administrativa por parte suya y de la mayoría de sus colaboradores, no en vano los ciudadanos capitalinos decidieron que Morena siguiera gobernando, ahora de la mano de Clara Brugada. Hay optimismo ciudadano de que las cosas continúen mejorando, de que el proyecto iniciado con el régimen de la cuarta transformación se consolide en los próximos seis años. También eso se espera de los gobiernos estatales y municipales.
Haberes
El dinero del pueblo debe cubrir las necesidades del pueblo, es decir, que el bienestar de la gente sea el principal objetivo de todo gobierno sin caer en el paternalismo a la usanza de los gobiernos neoliberales que menoscabaron los recursos económicos, privatizaron los recursos naturales e intentaron destruir las empresas paraestatales para beneficiar a unos cuantos potentados.