Perdió por cien mil votos, pero Bertury se dice defraudado
Por José Martínez
Dos semanas después de haber perdido por casi cien mil votos la alcaldía de Centro en la jornada electoral del dos de junio, el excandidato del PVEM, Humberto de los Santos Bertruy, salió a descalificar ese resultado y afirmar, con falsedades, que el triunfo de Yolanda Osuna, candidata de Morena, es ilegítimo.
En el programa radial de Telereportaje , siguió los pasos de otros malos perdedores que no digieren su apabullante derrota. “Me arrebataron el triunfo”, vociferó el exalcalde de Centro sin aportar ni una sola prueba, solo sus dichos, los cuales no tienen ningún valor probatorio.
Es más fácil echar culpas y alegar presuntas irregularidades, como la compra del voto, un pretexto muy recurrente de los perdedores, que asumir su propia responsabilidad del resultado adverso.
Su candidatura no cuajó en el ánimo del electorado. La gente sabía quién era y lo que hizo como gobernante de Centro. Fue un pésimo presidente municipal. Su gestión mereció la reprobación unánime de los habitantes del municipio.
Ellos optaron por la reelección de Osuna Huerta para dar continuidad a su gestión como alcaldesa. Le refrendaron su confianza por haber tenido un buen desempeño en el cargo, de otro modo no hubieran votado por ella.
Ganó con holgura las elecciones el dos de junio, de manera limpia y legítima. Según el PREPET, obtuvo 140 mil 506 votos contra 45 mil 275 de su rival del PVEM, en segundo lugar. Por ello resulta irrisoria la declaración de De los Santos Bertruy que el gobierno y Morena gastaron mil millones de pesos en la compra del voto.
Es una afirmación temeraria e irresponsable sin ningún sustento. Él mismo acepta que no tiene modo de probar esa “estafa política” de la que se dice víctima; lo único que tengo, dijo, “es la palabra de los ciudadanos”. Mejor hubiese dicho que lo único que tiene es su palabra y ya sabemos lo que vale.
Está más que claro que aquí el único estafador es él por mentir de manera flagrante para eludir su propia responsabilidad. Los ciudadanos de Centro, simplemente le dieron la espalda en las urnas.
De todo en reelecciones
No olvidemos que De los Santos Bertruy ya fue alcalde por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y antes militó en el PRI, pero también buscó ser abanderado del Partido del Trabajo (PT). Esta vez la ciudadanía no le dio su confianza, por encima de la morenista Yolanda Osuna, y el médico Feliciano Wong (del PT), pero ya no le favoreció el “Efecto Obrador” como en 2018. Aunque Bertruy buscó la reelección, ahora critica esa figura.
En el municipio de Nacajuca, donde la exalcaldesa morenista, Sheila Darlin Álvarez Hernández, intentó reelegirse para una segunda gestión consecutiva, pero los nacajuqences decidieron dar su voto a favor de Roberto Ocaña Leyva, del Partido del Trabajo. En esta municipalidad los ciudadanos eligieron una opción diferente, esa es la realidad.
Aunque los partidos PVEM, PT y Morena no fueron aliados en la mayoría de los municipios, sí fueron juntos a nivel nacional en apoyo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y estatal con Javier May. Algo que los políticos locales aun no entienden es que la gente vota por los resultados de un partido que ya gobernó, o en su defecto, no lo haría por una persona que no entregó o no cumplió en su primer mandato. Aquí podríamos incluir al candidato independiente (por segunda vez) Abraham Cano en Cunduacán, donde la gente le negó otra oportunidad para gobernar.
¿Cómo explica De los Santos Bertruy la existencia de votantes artificiales? En este sentido pareciera que usa el dicho del dirigente del PRI, Alito Moreno, al asegurar que si entre la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo hubo una diferencia de 36 millones de votos se debió a un fraude cibernético en favor de la morenista, pero sin elementos que lo demuestren.
Seguramente Bertruy aparecerá en otro partido criticando al que le dio cobijo. Pero ojalá se sostenga en su acusación a Morena…para que sepa lo que es ser opositor.
Haberes
Enrique Priego Oropeza es un político institucional y serio. El ahora presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), anunció que dejará el cargo el 30 de septiembre. Es decir, ya no continuará como presidente del TSJ en la siguiente administración que arrancará en octubre próximo con Javier May Rodríguez como gobernador. Aunque recientemente fue ratificado en el cargo para otro periodo de cinco años, porque así lo establece la Ley Organica del Poder Judicial, adelantó que dejará el TSJ cuando concluya la actual administración. Deja el terreno libre para los ajustes sexenales.