El pueblo enfrenta la manipulación política y decide libremente
José Martínez
Rumbo Nuevo
Pasadas las elecciones del 2 de junio hay muchas lecciones que aprender, tanto los ciudadanos, así como la clase política y empresarial. Sin dejar fuera al clero, por supuesto. Ha de hacerse un ejercicio de profunda reflexión de acuerdo a los resultados arrojados a partir del voto ejercido por los electores.
En las campañas electorales de 2006 se lanzó una agresiva propaganda negra contra el entonces candidato opositor al PRI y PAN, Andrés Manuel López Obrador: “Un peligro para México”. Fue una campaña de miedo, manipulación y desinformación que causaron, más que una polarización entre la población, la politización entre los mexicanos.
Y dieron los resultados que todos conocemos: de la manipulación política sucedió el fraude electoral, aunque a la fecha hay quienes estando en la oposición aseguran que aquello del fraude fue un mito, a pesar de las evidencias recabadas por los afectados (que prácticamente fuimos todos los habitantes del país) que no se permitió el recuento de los votos casilla por casilla y tuvimos un presidente que apenas alcanzó el .56% de diferencia con el segundo lugar.
A dieciocho años de distancia la oposición buscó nuevamente implementar un ambiente de miedo en la población para que los electores no acudieran a votar, a través de las grandes agencias periodísticas como el New York Times lanzaron una campaña contra el presidente AMLO y la virtual presidenta Claudia Sheinbaum donde los relacionaban con el crimen organizado, se invirtieron estratosféricas cantidades de dinero para impulsar esta propaganda en la redes virtuales y los medios de comunicación afines a los opositores, pero nada de eso les dio resultado.
Nos preguntamos si en este nuevo periodo de gobierno con Claudia Sheinbaum la oposición empleará la misma estrategia utilizando los grandes corporativos de “información” como lo han hecho en contra del presidente AMLO incluso desde el surgimiento de su liderazgo en 1988 en las elecciones gubernamentales en Tabasco.
¿Qué le pasa a Lorena?
Mientras el gobernador electo, Javier May Rodríguez, extendió la mano a sus adversarios al decir que no habrá ni venganza ni revancha -el proceso electoral ya quedó atrás, dijo- Lorena Beaurregard, candidata derrotada del PRIAN, responde con maldiciones.
Se actúa así cuando el alma y corazón de una persona están contaminados de odio y resentimiento, como es su caso. Desear que fracasen Javier May y Claudia Sheinbaum, cuando asuman la gubernatura y la presidencia, que ganaron de manera legítima y contundente, es de una mezquindad injustificable.
Cada quien ofrece lo que tiene y lo que es, por eso no resulta extraña la actitud de Beaurregard, más bien es consecuente con su modo de pensar y actuar. Lo demostró a lo largo de la campaña.
Injurió, calumnió y discriminó a Javier May, como lo hicieron otros actores políticos por el hecho de que el próximo gobernador es de cuna humilde y no tiene la prosapia ni la formación académica de los autollamados “bien nacidos”, esos que consideraban que Tabasco lo tenían escriturado y les correspondía el derecho a elegir sucesor.
En el discurso que pronunció el domingo ante sus simpatizantes el gobernador electo, después de recibir su constancia de mayoría, dijo con toda claridad para que se escuchara bien: “uno vale por lo que es, no por lo que tiene”.
Javier May vale por lo que ha sido a lo largo de su trayectoria política y administrativa. Es un político de resultados, trabajador, honesto, responsable, que sabe honrar la palabra.
Como dijo ayer, el pueblo ya eligió el rumbo, toca a él cumplir lo prometido. No hay tiempo para reyertas sin sentido. Sólo hay deseos de trabajar para que a Tabasco le vaya bien en el próximo sexenio, que haya honestidad en la administración y fraternidad entre los ciudadanos para una sana convivencia social.
Que Lorena Beaurregard maldiga a los futuros gobernantes no representa nada. Sus números explican el tamaño de su enojo y su pequeñez política. El dos de junio los panistas sólo le aportaron 17 mil 202 votos (1.78%) y los priistas 24 mil, 35 sufragios (2.4%). Una insignificancia si se comparan con los votos obtenidos por Javier May.
Haberes
Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador tuvieron su primer acercamiento rumbo al relevo en el poder. La Presidenta electa por la votación del dos de junio -aún falta la constancia que la acredite de manera formal- dijo que el encuentro fue más que ameno, y que está de acuerdo con las iniciativas de reforma que envió AMLO al Congreso de la Unión, pero le pidió que sumara dos que ella propondrá. El nuevo equipo que la acompañará y será presentado la próxima semana…