En Morena de Tabasco abundan candidatos; en la oposición, escasos

José Martínez
Si en Morena hay aspirantes a la gubernatura de Tabasco, en la oposición francamente el panorama es desalentador. De todos los prospectos que se han mencionado, ninguno tiene reales posibilidades de arrebatar ese cargo al partido gobernante.

La próxima semana Morena emitirá su convocatoria para establecer las reglas del proceso interno y eso mete presión a la coalición opositora que contenderá en 2024, como lo reconoce la diputada del PRI, Soraya Pérez.

El PRD, PRI y PAN se tendrán que poner de acuerdo para elegir la mejor opción para intentar dar el campanazo. Morena seguramente tendrá coordinador estatal de los Comités de Defensa de la 4T y futuro candidato(a) a la gubernatura a finales de noviembre.

PRD y PRI, ahora aliados, tendrán que adelantar sus tiempos para elegir a su candidato, si no quieren quedar más aún más rezagados en su sueño guajiro de ganar la gubernatura.

Por el PRD se ha apuntado el senador Juan Manuel Fócil; por el PRI ha levantado la mano Erubiel Alonso Qué y la legisladora priista no descarta buscar esa postulación. Hoy otro personaje impresentable del otrora partidazo, que últimamente se ha dedicado a señalar la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, que lo han querido presentar como probable aspirante.

En el PAN la situación es peor. No tiene figuras de peso. Ese partido, elección tras elección, ha perdido relevancia, su presencia se ha achicado, perdió el registro en 2018 por no alcanzar el mínimo de votos establecido en la ley.

Hasta ahora el único que ha manifestado interés en ser candidato es Luis Carlos Dupeyron, emprendedor y militante panista que en anteriores procesos electorales ha contendido sin éxito. Ninguno de los mencionados es garantía de triunfo, tendrán que recurrir a alguna figura relevante de la llamada sociedad civil” si quieren ser competitivos el próximo dos de junio. La mirada está puesta en un locutor de radio, dicen los del Frente Cívico.

Robo de identidad e impunidad
El robo de identidad está de moda en México. Cada vez es mayor el problema al que se enfrentan los usuarios de bancos.

Las instituciones encargadas de darle seguimiento y resolver el problema, simplemente se lavan las manos. Es la queja de los afectados.

Le puede pasar a cualquier persona que tenga en su poder una tarjeta de crédito o débito. También al adquirir préstamos, cuentas o servicios. Al final el o la dueña del plástico sale perdiendo, porque es cuando empieza el viacrucis.

De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo, en lo que va del año se han denunciado 812 casos en la entidad, lo que no se sabe bien es si de este número, por lo menos una se ha resuelto. Ya sabemos que existe una dramática franja de impunidad ¿o complicidad?

Los bancos deberían ser los primeros en participar en la resolución del problema; pero cuando uno acude, ellos dicen no saber nada. Surge la impotencia.

Su deber es darle confianza al usuario. Explicarle qué hacer en estos casos, y llevarlo de la mano para que al final pueda recuperar algo de lo perdido.

Algunas de las recomendaciones son: no ingreses nombres de usuario y contraseñas en sitios desconocidos. Evita compartir información financiera. Utiliza sólo páginas electrónicas que cuenten con certificados de seguridad. En caso de extravío de documentos personales presenta una denuncia ante la autoridad correspondiente. Evita proporcionar datos personales a encuestadores vía telefónica. Revisa periódicamente tus estados de cuenta para detectar a tiempo cualquier operación irregular.

En caso de que sufra robo de identidad, lo mejor es contactar a tu Institución Financiera para solicitar la cancelación de tus tarjetas y la emisión de una «alerta de fraude». Cambiar las contraseñas o bloquea las cuentas que pudieran estar comprometidas. Algunas de las entidades que deben apoyar son: Condusef, PROFECO y la Policía Federal. Están obligadas a hacerlo. Como dice el Presidente: deben ser servidores de la nación.

Haberes
El Congreso de Tabasco aprobó por unanimidad, una reforma para garantizar la paridad en el nombramiento de los cargos al interior de los tres poderes, de los municipios, de los órganos autónomos, y de todos los entes públicos. El proyecto de Decreto, por medio del cual se modifica la Constitución Política, establece además el uso del lenguaje incluyente para lograr la transparencia del género femenino en los diversos ordenamientos legales. Hay que cuidar los excesos; lo importante es que se proteja a las mujeres contra la violencia cotidiana.