Próximos a las encuestas de Morena: aspirantes arrecian su paso y amagan ruptura

José Martínez
Termina esta semana una larga, muy larga campaña entre aspirantes de Morena a la candidatura presidencial del 2024. Desde que en junio de 2021 Andrés Manuel López Obrador abrió sus dos primeras cartas (no es destape, conste): Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.

Este último buscó la candidatura en 2012 pro la presencia de López Obrador era tan abrumadora que prefirió ausentarse da la política activa, hasta que en 2018 el fundador de Morena y ya ocupante del Palacio Nacional lo rescató para incorporarlo a su gabinete. Como titular de Relaciones Exteriores, Ebrard revivió sus aspiraciones presidenciales.

Pero en esta ocasión no iría solo. Dijo a sus cercanos que “ya le tocaba”, que AMLO “se la debía” porque le “cedió” el paso en 2018. También insiste en que es el más experimentado y el más capacitado.

Sin embargo se le atravesó primero Claudia Sheinbaum, por quien AMLO ha mostrado especial simpatía, tanta que el propio Ebrard la calificó como “la favorita” a vencer.

Desplazado Ricardo Monreal por la evidente desconfianza del Presidente, pues en 2018 amagó con abandonar el movimiento obradorista porque se inconformó con la encuesta que le fio a Claudia Sheinbaum la candidatura al gobierno de la Ciudad de México.

Marcelo Ebrard no contaba con que AMLO impulsaría a otro aspirante, su paisano Adán Augusto López Hernández, de manera que la carrera no fuera sólo de dos.

Por si algo faltara en las pesadillas de Ebrard, en la encuesta final de Morena entraron también Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, y Manuel Velasco del Partido Verde. Con pocas posibilidades de competir, pero de esta manera Morena cumple a sus aliados de la coalición Juntos Haremos Historia y de alguna manera coloca dos posibles contrapesos a Ebrard si junto a Monreal decidieran no reconocer los resultados de la encuesta.

No hay que olvidar que Ebrard y Monreal son aliados, como lo indica el hecho de Alejandro Rojas, fundador junto a Marcelo del Partido Centro Democrático y su ex secretario de Turismo, sea ahora asesor y representante de Monreal. ¿Coincidencias?

Al final del camino
Lo ocurrido recientemente por parte de Marcelo Ebrard y secundado por Ricardo Monreal, es parte de una medición del termómetro político.

López Obrador no sólo está midiendo los tiempos sino el comportamiento de cada uno de los aspirantes.
Antes de iniciar esta contienda interna se dijo que no cabrían las agresiones personales. Fue una regla que se rompió casi al final de la contienda. Ebrard fue el primero en tomar una tijera y un martillo.

Ahora no le gusta la campaña que realiza su compañera Claudia Sheinbaum. Tampoco le agradó una de las encuestadoras espejo que medirá la votación, y para terminar se fue en contra del movimiento.

Le ganó la pasión para dar tal manotazo. Quizá sabe que no tiene tiempo ni condiciones para remontar en las encuestas.

A finales del mes de julio había declarado el ex secretario de Relaciones Exteriores que la contienda se iba a polarizar. No hay sorpresas.

Aunque viene lo más fuerte en septiembre, las verdaderas encuestas que Morena llevará a cabo, y es donde las estructuras tendrán que trabajar día y noche.

En medio de la contienda, Adán Augusto López insiste en los llamados a la calma. La competencia pasará y vendrán los tiempos de reorganizarse para enfrentar a la oposición y a los adversarios de AMLO, advierte la dirigencia de Morena.

Adán es conocido por ser un hombre de estructuras y de campañas. Sabe cómo operar a ras de tierra, y esa puede ser una de sus ventajas en esta etapa.

Noroña sigue haciendo su lucha con sus asambleas. Es quizás, el más auténtico de los aspirantes -aún no sabemos si le dieron los cinco millones para hacer campaña- lo cierto es que en sus mítines se pueden contabilizar un buen número de simpatizantes.

La sucesión está en juego. López Obrador observa desde Palacio Nacional, y es quien está más interesado porque la competencia no se salga de control.

Haberes
En la campaña contra los nuevos libros de texto gratuitos (LTG) no sólo participan organizaciones de derecha tradicional como la Unión Nacional de Padres de Familia, y los desplazados de instancias de decisión que ahora son muy críticos, entre ellos ex integrantes del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación como Eduardo Backhoff; también hay sectores vinculados a Atlas Network, que integra a prominentes empresarios mexicanos como Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas, afirma Mauro Jarquín, politólogo y experto en temas educativos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). No hay que alarmarse; estamos ante una batalla de ideologías.