AMLO, triunfo presidencial con bueno dividendos para el pueblo
José Martínez
En la reciente convocatoria que hizo Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo para festejar los cinco años de la llamada Cuarta Transformación, el grupo Latinus, de Roberto Madrazo, realizó un reportaje cuya línea fue “El ocaso del tlatoani: aires de despedida a López Obrador en el festejo del 1 de julio”. Un evidente resentimiento de los opositores.
Si buscamos el significado de la palabra ocaso, podemos encontrar que se trata del final, decadencia, caída, ruina y acabamiento. Por obvias razones ellos buscaron que la gente comentara que el mandatario federal estaba en el ocaso.
Sin embargo, a pesar de querer tal destino para el tabasqueño, éste tuvo de nuevo el arropo, la confianza y el respaldo de miles de personas.
No se puede borrar de un plumazo todo lo construido en cinco años. El apoyo social, y la ayuda a cada uno de los estados, como son sus carreteras, puentes, construcción de escuelas, edificios, entre otros.
Es lo que sienten los ciudadanos, sobre todo, los que viven en la marginación, porque en sexenios pasados era difícil que recibieron apoyo, estaban en el olvido, como sucedió con las entidades del sureste.
Entonces, ¿cuál será el “ocaso” al que se refieren los de Latinus?, porque la mayoría de los mexicanos continúan dándole calificando positivamente a AMLO.
En su discurso señaló que el pacto entre el pueblo y el gobierno quedó sellado, porque hay una atención especial siempre a la ayuda a los pobres y necesitados.
Apuntó que México es el tercer país del mundo con menos desempleo, gracias a la reforma laboral. No sólo se trata del triunfo de un mandatario, no se trata del triunfo de miles de personas que estuvieron desde hace algún tiempo a su lado para construir lo que hoy se puede observar, en el discurso y la práctica.
Hasta el momento quedan todavía ciertos proyectos como el Tren Maya, la refinería Olmeca en Dos Bocas, y otras vías de comunicación, pero las bases ya están asentadas, y será más fácil para el próximo Presidente o Presidenta, sólo es cuestión de darle seguimiento con orden, responsabilidad y bajo el criterio de no robar.
Releve generacional: alcalde
El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a llenar el Zócalo. Aunque se había dicho que la concentración del pasado 18 de marzo era la última que encabezaba el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional –porque se estimaba que ya en julio habría su relevista para el 2024-, sigue conservando un fuerte liderazgo.
Se puede anticipar que en julio de 2024 el propio López Obrador estará nuevamente en la plancha del Zócalo capitalino. Adelantó: “Es un timbre de orgullo poder decir a los cuatro vientos desde la principal plaza de la República que nuestro movimiento está más fuerte que nunca y nadie podrá vencerlo”. Y una advertencia, para los de Morena y para la oposición: “Si se pretende cambiar una realidad autoritaria injusta y de corrupción, no hay que ser ingenuos, no se va a contar nunca con el respaldo de las élites…”
Quizá por eso, y de manera simbólica, dos mujeres hablaron también ante la multitud: la recién electa gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, y la nueva secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.
Fue esta, la más joven titula de la Segob, quien definió la ruta del régimen: revolución de las conciencias y el relevo generacional.
Tras destacar que los y las jóvenes que tienen oportunidades de empleo, de “creer, pensar, amar con libertad”, puntualizó que ese es “el relevo generacional. El relevo que asume su papel protagónico en esta historia”.
Interesante la expresión de Alcalde Luján en el sentido de que estamos a 457 días habrá de concluir la primera etapa del proceso de transformación, pero que no habrá descenso sino que “está comenzando el momento estelar de la Cuarta Transformación”.
Para esta generación que acompañó a AMLO desde las aulas universitarias apenas concluye la primera etapa del cambio.
Haberes
A través de sus redes sociales, el Instituto Nacional de Antropología e Historia informó que lamenta profundamente el daño ocasionado al inmueble conocido como “Cine Sheba”, por el incendio de tuberías almacenadas de las obras del Malecón durante la madrugada de este sábado uno de julio, el cual forma parte de lo que alguna vez fue el Hotel Palacio, icónico edificio a las márgenes del Río Grijalva. El INAH recordó que el icónico hotel, construido hacia finales del siglo XIX y principios del XX, terminó sus actividades hacia la década de los 50´s del siglo XX, lo que permitió a don Leandro Vidal adquirir el inmueble para habilitarlo como cine, con el nombre que hasta la fecha mantiene, “Cine Sheba”.
