Corte de Caja
Errores en el PRI allanaron el camino a Morena José Martínez Antes de las elecciones de junio de 2015 una previsión lógica era que la división de los votos de la denominada izquierda (PRD y Morena), favorecería al PRI en Tabasco. Se hablaba incluso del “desfonde” de los solaztequistas, aunque el supuesto traslado masivo de […]
18 de marzo de 2016

Errores en el PRI allanaron el camino a Morena

José Martínez
Antes de las elecciones de junio de 2015 una previsión lógica era que la división de los votos de la denominada izquierda (PRD y Morena), favorecería al PRI en Tabasco. Se hablaba incluso del “desfonde” de los solaztequistas, aunque el supuesto traslado masivo de sus militantes a Morena no le daría a los lopezobradoristas para ganar. Así se decía. Pero ocurrieron dos fenómenos inesperados: ni el PRD se vació porque conservó una base dura y al tricolor le afectó la aparición de un Partido Verde dirigido por Federico Madrazo y con Rosalinda López como candidata. De los resultados de aquel entonces los morenistas y los priistas le echaron la culpa al gobernador Arturo Núñez, peor para quien no acepta reconocer sus errores.

Estamos en marzo del 2016. Las elecciones extraordinarias fueron favorables para Gerardo Gaudiano y para el PRD, pero también para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a pesar de que la diferencia de votos con el candidato triunfador por más de 20 mil sufragios. Pero los morenistas rescataron unos 16 mil sufragios más. Fue el partido que más ganó. Las circunstancias colocaron a Morena en el segundo sitio, después de que en las ordinarias del 7 de junio pasado fue rezagado al cuarto lugar, por abajo del PVEM.

Había algo previsible para que el movimiento lopezobradorista saltara a esta posición. La innegable e ineludible polarización del priismo, las pugnas internas entre las distintas corrientes que no lograron –una vez más- ponerse de acuerdo y una decisión equivocada desde el CEN de este partido que no conoce la geografía política y el temperamento de los políticos tabasqueños, que anunció su derrumbe con la salida de Evaristo Hernández Cruz, incluyendo la estructura que había posicionado al PRI en el segundo lugar en las elecciones pasadas. Pero también los pleitos y traiciones internas.

El descontento de muchos militantes priistas por la designación de Liliana Madrigal Méndez como abanderada de la alianza PRI-PVEM-PANAL, podrían haber decidido el voto de castigo a favor de Morena, a raíz de la suma de Evaristo Hernández al proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Dentro del mismo PRI no convencieron los discursos de Manlio Fabio Beltrones y Roberto Madrazo Pintado, lanzados contra el supuesto traidor Hernández Cruz, creando un efecto de sicología inversa en la jornada electoral, que daría como resultado el ascenso morenista, como segunda fuerza política el 13 de marzo.

Otro motivo que benefició su avance –aunque los priistas desdeñen la diferencia de votos comparados – fueron las constantes visitas de AMLO para respaldar a Octavio Romero en sus caminatas proselitistas rumbo a la alcaldía, pues ni Roberto Madrazo ni Manuel Andrade pudieron congregar el mismo número de simpatizantes alrededor de Liliana. Cabe mencionar que algo que disminuyó las fuerzas de convocatoria de los partidarios lopezobradoristas fue tal vez las diferencias y confrontaciones que protagonizaron los diputados que representan al partido morenista en el Congreso local, con su dirigente estatal, Adán Augusto López Hernández.

Haberes
EL PRI LE ALLANÓ el camino a Morena, su alianza resultó un fracaso total creyendo que el Partido Verde –al menos- conservaría los 30 y tantos miles de votos conseguidos en las elecciones ordinarias. Digamos que los morenistas obtuvieron un resultado histórico. Sin embargo, en Morena tendrán que analizar bien sus estrategias, pues el radicalismo y la falta de tacto político le han frenado el avance. Aunque en Tabasco ya hay una huella, el morenismo no tiene que pelearse con todos.

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