Corte de Caja
El Papa Francisco en un país complejo y en crisis José Martínez Mucho ha cambiado en la relación del Estado Mexicano y la Iglesia Católica, en especial con El Vaticano, entidad a la que oficialmente se reconoció en septiembre de 1992, bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Aunque se insiste en que nuestro […]
15 de febrero de 2016

El Papa Francisco en un país complejo y en crisis

José Martínez
Mucho ha cambiado en la relación del Estado Mexicano y la Iglesia Católica, en especial con El Vaticano, entidad a la que oficialmente se reconoció en septiembre de 1992, bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Aunque se insiste en que nuestro país tiene una población mayoritariamente católica, los porcentajes están sujetos a discusión y también no se puede ignorar que existe una amplia franja de mexicanos que se resisten frente a los riesgos que pueda implicar una “religión de Estado”. Un peligro que no es imaginario conociendo la tendencia de la llamada clase política a usar cualquier recurso para manipular el poder. Como bien se decía en alguna columna, a los políticos mexicanos les falta el sentido de la autocontención. Esto lo vemos todos los días.

Aunque la visita del Papa ha sido aprovechada con fines de todo tipo, no podemos ignorar la importancia que tiene un liderazgo espiritual y terrenal de más de mil millones de personas. En el caso concreto del Papa Francisco, estamos ante un personaje con una indudable sensibilidad social; sobre todo muy consciente de los efectos de lo que de manera generalizada se conoce como “neo liberalismo” y “globalización económica”.

En 2007, como integrante de un colectivo latinoamericano formó un pronunciamiento (Documento de Aparecida, Brasil) adelantó su apreciación respecto a la globalización. En noviembre de 2013 expuso: “Así como el mandamiento de no matar pone un límite claro para asegurar el valor de una vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata” (Evangelii Gaudium, La Alegría del Evangelio).

En Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (julio, 2015), reiteró: “cuando el dinero se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico, arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo”.

Pero no se trataba sólo de una exhortación en el vacío y esto lo confirmaremos en sus mensajes en México. Porque también fue claro: “ningún poder fáctico o constituido tiene derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía”.

Se ha recordado en estos días y es pertinente insistir: el restablecimiento de la relaciones diplomáticas en 1992, con Juan Pablo II, estuvo precedido de una serie de acercamientos: la visita del presidente Luis Echeverría a Pablo VI en 1974, el encuentro del entonces presidente José López Portillo con Juan Pablo II en 1979.

Los desencuentros de lo que llamaríamos la Nación Mexicana –representada por los gobiernos, por liderazgos liberales o por amplias franjas de la población- tienen una larga historia. Los episodios más conocidos son las Leyes de Reforma bajo la presidencia de Benito Juárez en 1860, las restricciones en la Constitución de 1917 y la Guerra Cristera de 1926 a 1929. Es una relación compleja en la que gobernantes y representantes religiosos deben siempre actuar con mesura; en este proceso resulta sumamente benéfico un liderazgo con características liberales como el del Papa Francisco, jefe de la Iglesia Católica.

HABERES
Los consejeros electorales del INE, Pamela San Martín y Luis Arturo Sánchez, confirmaron con su reciente visita a Tabasco que las elecciones de Centro estarán particularmente vigiladas. No pueden permitir que un nuevo error del IEPCT ponga en riesgo los comicios. Las autoridades estatales han garantizado por su parte las cuestiones de seguridad.

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