Corte de Caja
Navarrete, el PRD, Tabasco: negativos y positivos José Martínez Carlos Navarrete es un hombre sensato. Las ocasiones en que ha estado en Tabasco he tenido oportunidad de escucharlo e inclusive tratar con él. Convencido militante del PRD, nunca le escuché ningún juicio que descalificara a Andrés Manuel López Obrador mucho menos a Morena. Es de […]
11 de agosto de 2015

Navarrete, el PRD, Tabasco: negativos y positivos

José Martínez

Carlos Navarrete es un hombre sensato. Las ocasiones en que ha estado en Tabasco he tenido oportunidad de escucharlo e inclusive tratar con él. Convencido militante del PRD, nunca le escuché ningún juicio que descalificara a Andrés Manuel López Obrador mucho menos a Morena. Es de los convencidos de que el futuro de la izquierda está en la unidad. Me sorprendió el anuncio de su renuncia a la dirigencia solaztequista, aunque se mantiene en las filas del PRD.

Asegura Navarrete Ruiz que puso en la mesa su renuncia y la de todo el comité que preside para facilitar una reforma necesaria e indispensable para el PRD a la luz de los resultados de las elecciones del 2015 y de todo el proceso previo. Este partido, dijo, vive la crisis más grave desde su fundación. Los sucesos recientes están logrando lo que no pudo Carlos Salinas: reducir al solaztequismo a su mínima expresión.

Carlos Navarrete ganó en buena lid la consulta interna del 2014 entre las diversas corrientes de su partido. Nueva Izquierda, el grupo dominante, logró un acuerdo especialmente con Alternativa Democrática Nacional (ADN) que encabeza Héctor Bautista del Estado de México y que aquí en Tabasco es representada por Juan Manuel Fócil. Este bloque permitió que otros pequeños pero significativos agrupamientos como Foro Nuevo Sol, de Amalia García, se sumaran al bloque. Al final hubo un reparto equilibrado del poder, aunque como siempre sucede grupos minoritarios como Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Bejarano; Movimiento Progresista, de Marcelo Ebrard; Patria Digna, Coalición de Izquierda y Movimiento de Equidad Social de Izquierda, decidieron resistirse a la nueva mayoría.

Navarrete tomó las riendas de su partido en condiciones difíciles. El PRD, había sufrido la importante salida de Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores; no tardó en resentir la renuncia del personaje simbólico de esa izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas. El argumento del michoacano fue lo sucedido en Iguala, con la desaparición y el brutal asesinato de los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa, pero en realidad a Cárdenas le habían incomodado el manoseo de su precandidatura.

Por si fuera poco, ya en la selección de candidatos a las diputaciones federales y a la asamblea del Distrito Federal, otros de los activos importantes del PRD, Marcelo Ebrard ex jefe de Gobierno, también renunció a ese partido, al igual que lo hizo Alejandro Encinas.

Difícilmente podría pensarse en un peor escenario para los solaztequistas. En especial para Carlos Navarrete y para la corriente de Nueva Izquierda, Los Chuchos. Así llegaron a las elecciones de junio 2015.

Contra los pronósticos más pesimistas, el PRD no desapareció. Es cierto que apenas consiguió unos 4 millones 300 mil votos en todo el país, pero es una suma similar a la que obtuvo en las intermedias del 2009.  No le fue bien, pero le pudo ir peor.

Hubo lugares como Tabasco, cuna del lopezobradorismo pero también del PRD, donde el partido del Sol azteca se sobrepuso a la crisis.

La decisión de Navarrete es inteligente y congruente, pero sería injusto decir que le falló a su partido. Todavía más, si las otras izquierdas logran comprender el alcance de una salida de estas características, es posible que este político pase a la historia como quien abrió las puertas para una gran alianza política.

Haberes
LOS GOBERNADORES Arturo Núñez, de Tabasco; Gabino Cué, de Oaxaca; Graco Ramírez, de Morelos y el jefe de gobierno del DF, Miguel Mancera, fueron consultados por la dirigencia perredista y las diversas corrientes para elaborar la propuesta de transformación del PRD. Se les escucha y atiende.

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