Corte de caja
Movilidad, pirataje, ¿falta de cultura o de responsabilidad? José Martínez Señalada como una funcionaria dura, pero con mucha disciplina, la maestra Egla Cornelio, titular de la secretaría de Movilidad, ahora se enfrenta a uno de sus retos más difíciles: ordenar al transporte en la entidad. Recordemos que esta tarea le correspondió en 2013 al entonces […]
6 de noviembre de 2019

Movilidad, pirataje, ¿falta de cultura o de responsabilidad?

José Martínez
Señalada como una funcionaria dura, pero con mucha disciplina, la maestra Egla Cornelio, titular de la secretaría de Movilidad, ahora se enfrenta a uno de sus retos más difíciles: ordenar al transporte en la entidad.

Recordemos que esta tarea le correspondió en 2013 al entonces secretario de Transportes, José Antonio de la Vega, quien dejó una legislación avanzada pero fue relevado por Agustín Silva cuyo retroceso es evidente. Existe, entonces, necesidad de continuidad; los cambios, aún en el mismo gobierno, pueden cortar proyectos a menos que quien esté al frente no muestre eficacia, lo que no sucede en el caso de la maestra Cornelio.

Tabasco necesita una ley a la vanguardia, con una legislación al día y dinámica; sin embargo, para los transportistas es difícil aceptar esa propuesta. Tal vez porque no les conviene que les cambien sus hábitos, o ¿vicios?

“Falta cultura”, indica la colaboradora del gobernador Adán Augusto López. En cierta parte tiene razón, el gremio está acostumbrado a recibir, pero le falta comprometerse.

Explicó que la cultura de la movilidad implica educación, donde convergen el estado, la federación y el municipio, y este último debe entrarle en serio, porque al decirse autónomo, olvida ciertas reglas y leyes respecto al tema.

“Es dejar las banquetas libres, darle disponibilidad al peatón, abrir los pasos peatonales; porque no se le puede excluir de la movilidad a quienes andan en sillas de rueda, por ejemplo”, indicó.

Pero el problema más arraigado en los últimos años es el pirataje. Existen unos 369 “prestadores de servicio” de manera ilegal que están confabulados con un juez de Tapachula, Chiapas; y en la entidad hay 281 unidades que andan con oficios apócrifos.

Más tardan en que les agarran la unidad, las encierran, pagan su multa y de nuevo circulan.

Se ha informado en varias ocasiones que los números 6 mil, 9 mil y 072 para arriba, son ilegales, y aquí depende igual del usuario para que no los ocupe. Además es peligroso hacerlo ante la ilegalidad en la que andan.

Aunque el servicio irregular ocurre en todo el estado, los operativos deben tener una coordinación entre los órdenes de la SSP, Fiscalía y Movilidad para sacarlos de servicio.

Sería atacar el problema de raíz, darles un respiro a los transportistas que en realidad cumplen con las reglas.

Lamentable que algunos de los concesionarios legales cuenten con unidades piratas, y lo peor, son ellos quienes más se quejan de esa situación. Una doble jugada.

La titular de Movilidad mostró sus tablas; señaló que los socios tienen que acreditar su personalidad jurídica, es una falta en la que incurre la mayoría. Un 46% de los transportistas no están cumpliendo en su pago de refrendo, y si no lo hacen es porque tienen unidades atrasadas, explicó.

Reconoció que el servicio colectivo no da resultado, ya que los taxistas insultan y dan mal servicio a los usuarios porque no quieren llevar a más de dos personas. En todo esto gravita el problema de la inseguridad. Es obvio: si no se respetan las reglas no hay orden.

Sobre las unidades dijo que existen combis con 32 años de vida, por esa razón los usuarios se quejan de que se suben a pedazos de unidades. Es tiempo de aplicar la ley de forma correcta. Hay que evitar un relevo como Silva.

Haberes
Algunos de los alcaldes dijeron que hubo mala fe al reprobarle su cuenta pública, como en el caso de Centro. Paraíso dijo que se siente bien, y que no pasa nada. Centla, Nacajuca y Macuspana lo están pensando en serio. El gobernador y los legisladores han advertido que no habrá impunidad, pero sobre todo que los recursos se utilicen de manera correcta.

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