PRI, por los relevos contra la crisis partidista

José Martínez
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) emite hoy la convocatoria para la renovación de su próxima dirigencia nacional, para la cual hay hasta el momento seis precandidatos: José Narro, el otrora rector de la UNAM, los exgobernadores de Yucatán, Ivonne Ortega, y de Oaxaca, Ulises Ruiz, el ex mandatario de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, el exdiputado federal José Ramón Martel, y la joven política Lorena Piñón, de Veracruz.

Se prevé que en las bases de la convocatoria contemplen un periodo para campañas internas del 26 de junio al 9 de agosto próximo, con un tope de 4 millones de pesos.

De igual forma, se tiene prevista la realización de dos debates, tentativamente para el miércoles 17 julio, y el 7 de agosto, también miércoles, dos días antes del cierre de las campañas. La elección de la nueva dirigencia nacional del PRI será el domingo 11 de agosto.

Pero, ¿en realidad podrá el tricolor regresar al poder después estar en la lona por causa de sus mismos militantes? Ellos mismos reconocen excesos, olvido de sus militantes y escandalosos actos de corrupción. En algunos casos promovieron la expulsión de malos elementos pero para un sector de ese partido no fue suficiente.

La mancha que obtuvieron por esos abusos no tan fácil podrá borrarse. Fueron tantos años los que estuvieron en el poder, que hay una historia de luces y sombras. A la opinión pública le pesan más los actos recientes y sobre todo aquel cambio promovido por los llamados tecnócratas. Estos jugaron a hacernos creer que podríamos pertenecer al bloque de las naciones en alto desarrollo…sin sacar de la pobreza a más de la mitad de la población.

La actual presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, indicó que confía en la base, y no en los chantajes políticos. Sin embargo, Ulises Ruiz e Ivonne Ortega no piensan lo mismo. Ya han lanzado acusaciones de “dados cargados” y simulación. En este mismo sentido, el doctor José Narro ha llamado a una verdadera contienda democrática.

Alejandro Moreno, conocido como “Alito”, quien insultó a López Obrador en campaña y luego se le rindió cuando asumió como Presidente, cree que al estilo Peña Nieto podrá ganar la elección.

Se habla que después de que AMLO ganó en julio de 2018, el único herido de gravedad de ese tsunami fue el PRI. Ahora trata de llegar a una mejor orilla, pero el desgaste lo tiene en un tercer sitio. Por lo menos es lo que indicaron las recientes elecciones en seis estados.

El PRI busca experimentar de nuevo con la democracia. Mientras no pueda resolver sus propios conflictos, tiene pocas posibilidades de llegar fortalecido a una elección de su dirigencia. Apenas es el primer paso. Si este partido termina dividido -que es altamente posible-, para el 2021 tampoco podrá ganar diputaciones ni alcaldías, como le sucedió en el pasado proceso electoral.

Hoy se ve muy lejos en el mapa electoral. Su elección interna es una oportunidad de mejorar. La falta de liderazgos y cuadros lo mantiene sin posibilidades. La falta negociar, utilizar ese viejo estilo de imponer les traerá malos dividendos.

El PRI en Tabasco carece de lo mismo, le falta un liderazgo comprometido. También definir sus alianzas, desdibujado su pacto con el Partido Verde ahora bajo la férula de Roberto Madrazo.

Haberes
El titular del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén López, renunció a su cargo. «Agradeció el apoyo y generosidad de la Dra. Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación y del Lic. Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración». Una salida en plena crisis.