Presupuesto: A dónde irán los 45 mil 480 millones de pesos

José V. Martínez
Tabasco tendrá un presupuesto que dará prioridad a los programas de desarrollo social según lo había anunciado el gobernador Arturo Núñez y lo confirmó Amet Ramos, secretario de Finanzas, al entregar el Paquete Económico para el 2016 (ley de ingresos y ley de egresos) que prevé un presupuesto de 45 mil 480 millones 918 mil pesos. El monto ejercido el año que concluye fue de 43 mil 461 millones de pesos. Esto indica que durante el próximo ciclo se dispondrá de un 4.6 por ciento más.

Como era de preverse, la mayoría del bloque encabezado por el PRD –partido en el gobierno- defenderá la propuesta gubernamental en tanto que los diputados del PRI y PVEM (o quienes se hacen llamar independientes) opondrán los más diversos argumentos. Así sucedió en el pasado y no tiene por qué ser distinto ahora.

Al final lo que importa es que el proyecto de aplicación de los recursos por parte de la administración que encabeza Arturo Núñez esté perfectamente definido y que existan los mecanismos pertinentes para vigilar su uso correcto. Hay que cuidar que no se desvíen de lo necesario.

Por lo que se puede observar se cumple con el compromiso de no crear nuevos impuestos, en el entendido de la difícil situación económica de la mayoría. Por el contrario se anuncia que en la Ley de Ingresos se considera la condonación de recargos, multas y gastos de ejecución hasta en un 100 por ciento en lo relacionado al Programa de Descuentos Vehiculares. Lo importante es regularizar la situación de los contribuyentes con adeudos y el fomento de la cultura de pago. Está demostrado que los incentivos tienen un mejor resultado que las acciones punitivas; la sensibilidad política implica considerar las condiciones socioeconómicas. Como se dice: debo, no niego; pero con una ayuda la gente cumple sus compromisos.

En un sentido complementario el gobierno asegura que pondrá énfasis en la inversión en programas de desarrollo social. A este segmento se pretenden aplicar 59 de cada cien pesos. Otro rubro relevante es el de seguridad pública y procuración y administración de justicia.

Se trata, dijo Ramos Troconis, imprimir al estado un ritmo serio que garantice estabilidad y un crecimiento adecuado. Recordemos que la administración de Arturo Núñez dividió en tres etapas el desarrollo del sexenio, cada una de dos años: la primera del 2013 y 2014 para hacer frente a la crisis heredada, la segunda del 2015 y 2016 para consolidar los avances; la tercera del 2017 al 2018 para el despegue hacia “nuevos índices de desarrollo integral y bienestar”.

Aunque esa ruta fue trazada por Núñez al inicio de su administración, cuando aún no se preveían las dificultades financieras adicionales a la circunstancia heredada, en especial como factor agregado la caída del precio del petróleo y el recorte presupuestal federal, debe reconocerse que se ha mantenido el plan original. Con ajustes, es cierto, pero en esencia el mismo.

Es posible que, como lo hemos mencionado en este espacio, hay quienes quisieran que se avanzara más rápido; otros más han pretendido descalificar el diagnóstico de las dificultades con las que inició este gobierno. La actual administración debe saber que la evaluación final es la que cuenta: los hechos al término del sexenio.

Haberes
NINGUNA SORPRESA durante la comparecencia de los secretarios de Gobierno, Raúl Ojeda y de Seguridad Pública, Sergio Martínez, ante los diputados. Hoy acudirán Juan Filigrana, de Salud, y Lucina Tamayo, de la Contraloría. Son los llamados “independientes” los diputados más incisivos, sólo que no necesariamente los más efectivos.