Corrupción II
En palacio Es la cosa más corriente Que se estén viendo las caras Y no puedan conocerse. Sor Juana Inés de la Cruz/ Amor es más laberinto Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Durante la colonia, en España se escribieron libros, podría llamárseles de honestidad política. Se buscaba contrarrestar a Maquiavelo y Bodino. Así, la corrupción se atribuía […]
15 de abril de 2014

En palacio
Es la cosa más corriente
Que se estén viendo las caras
Y no puedan conocerse.
Sor Juana Inés de la Cruz/
Amor es más laberinto

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Durante la colonia, en España se escribieron libros, podría llamárseles de honestidad política. Se buscaba contrarrestar a Maquiavelo y Bodino. Así, la corrupción se atribuía al “engaño” en que viven los cortesanos, a las falsas apreciaciones de la realidad causadas por los desmedidos deseos de poder y honras que enturbian el intelecto e inclinan al hombre a actuar con deshonestidad.

Se decía, empero, que no son las estructuras burocráticas y gubernamentales creadas por la monarquía, las causantes de la corrupción sino, Quevedo ya lo dijo “las opiniones engañosas que tiene el hombre de las cosas”, según leo en Lucha contra la corrupción en la Nueva España, de Salvador Cárdenas Gutiérrez.

Hasta nuestros tiempos es válido lo que allí se dice en el nombramiento de funcionarios:
“El fingimiento de virtudes y talentos personales con el objeto de impresionar a quien ha de otorgar el cargo… las alabanzas de injusticias o silencio por conveniencia… en cualquier caso se ve afectada la salud pública, pues ni los cargos y oficios se distribuyen con justicias, es decir, según el mérito y la virtud verdaderos, ni las decisiones se toman conforme a las necesidades reales, sino con base a la falsa imagen que el adulador ha sabido fabricar de si mismo…”.

Muy pocos cargos se dan por el silencio cómplice. Y cuando así sucede, el gobernante está preso de su pasado. En manos de quien es cómplice y chantajeador, habremos de señalar en el análisis que un día se tiene que hacer a los gabinetes de Tabasco, en donde no siempre han llegado los amigos o los cómplices de conveniencia.

Decían en aquellos tiempos. hoy recordados. que por eso “se exige a los gobernantes, como condición para mantener un régimen de justicia, la firmeza y constancia para no dejarse engañar por la fascinación que produce en ellos la lisonja de sus súbditos”.

Que el hombre tiene inclinaciones a actuar con deshonestidad, lo prueba la cifra dada en el Foro Internacional para Prevenir la Corrupción, que en la entrega de ayer se menciona: “Los mexicanos nos gastamos en corrupción 32 mil millones de pesos anualmente, y en general vemos a nuestro gobierno como un ente corrupto”, aceptó Rommel Rosas, secretario del Instituto Nacional de Administración Pública, uno de los organismos, junto con el propio Gobierno de Tabasco y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, organizadores de ese foro internacional.

Ayer quedaba escrito en este espacio periodístico que Jesús Zambrano Grijalva, en el primer informe del gobernador Arturo Núñez Jiménez, le había dado el respaldo del perredismo nacional que encabeza. Hoy se agrega que, además, hizo un llamado a la militancia del PRD tabasqueño a mantenerse unida y organizada para enfrentar los retos del próximo año (o sea este 2014) y apoyar la gestión tabasqueña en el combate de todos los rezagos en el estado”.

«Nosotros estamos apoyando de manera decidida. Nuestros diputados van a dar buenas noticias de cosas que vienen para Tabasco en el 2014», anunció el líder nacional. Ninguna de las dos cosas ha sucedido como Tabasco quisiera. Y ya estamos en abril.

Combatir la corrupción, en parte rescataría las palabras de confianza del cofundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Porfirio Muñoz Ledo, quien ese mismo día de fiesta dijpo que los logros de la administración que encabeza Arturo Núñez Jiménez son muestra clara de la eficacia que corresponde al perfil de los mandatarios emanados de las filas de la izquierda.

Y más aún, aquello que añadió en el sentido que “Núñez ha demostrado ser el gran político que esperaban los partidos de oposición”.

En parte, combatir la corrupción pasada, como dijo Manuel Camacho Solís, da un ejemplo a otras entidades “al proceder judicialmente contra quienes heredaron a la entidad una deuda catastrófica”.

O lo que dijera Fernando Mayans de que «El barco se quedó a flote, y este es un gran logro”.

El enfrentamiento entre pasado y presente no termina. Bien lo dibuja Cosme Zurita Castellanos, en FB, relatando supuesta plática: “Primero, te noto muy alterado, descargaste más veneno en contra de Don Arturo que una víbora de cascabel; veo que no aceptas que estás en la banca, pero estuviste gozando del gobierno, màs de 24 años. Tú sabes, que la política es de camadas. Ayer estabas tú, hoy están otros. Por qué te aferras en golpear a Don Arturo, sin hacer una retrospectiva del estado…no tomas en cuenta que fue tu partido el causante de la situación por la que atraviesa el estado. Don Arturo lo está tratando de llevar a puerto seguro. Pero, hay un pero, la inercia que priva en el gobierno es fatal: una burocracia en su mayoría priísta. Don Arturo ha sido respetuoso. Sí ha cambiado a algunos, que no han tenido un buen comportamiento.

Acéptalo. amigo, la plantilla laboral en su mayoría es priísta, y tratan de impedir a toda costa el cambio. Pero el gobernador, tranquilo, centrado. Tú fuiste testigo de cómo gobernó el químico y su gente; tú mismo viste como en el área donde tú trabajabas, cómo hacían los bisnes. ¿Por qué hoy le quieren echar la culpa a Don Arturo?

Que en su gabinete hay algunos que no han entendido que no se puede hacer lo mismo que hicieron los otros; pero pronto hará lo conducente. Tú dices que porqué no cambia a éste, a aquella, este otro… Quizá haga cambios, pero sin presiones. ¿A quién cambió el químico de los de arriba? a nadie. Don Arturo seguirá gobernando y hará lo que por ley le corresponda”.

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