Corrosión, abandono, inseguridad y rapiña
Redacción Rumbo Nuevo A la estación de bombeo “Insurgentes”, localizada entre las colonias del mismo nombre y “Roberto Madrazo” de esta capital, no sólo le dejaron de funcionar dos equipos por falta de mantenimiento, sino que el alto grado de delincuencia, mermó por completo su operatividad. Julio César Méndez Rodríguez, operador en lista de raya […]
13 de enero de 2013


Redacción
Rumbo Nuevo
A la estación de bombeo “Insurgentes”, localizada entre las colonias del mismo nombre y “Roberto Madrazo” de esta capital, no sólo le dejaron de funcionar dos equipos por falta de mantenimiento, sino que el alto grado de delincuencia, mermó por completo su operatividad.
Julio César Méndez Rodríguez, operador en lista de raya con once años de antigüedad, es testigo vivo de constantes robos, primero con el cableado y luego con partes de las instalaciones.
–Aquí es muy peligroso. Te asaltan con pistola en mano. Y en la madrugada vienen y se meten para robar lo que encuentren. –Externó el joven operador al presidente municipal Humberto de los Santos Bertruy.
En su parte informativo, demandó con la anuencia confirmada del coordinador general del SAS, Enrique Moreno Arévalo, la urgente necesidad de una cerca perimetral de 20 x 20 metros y lámparas para mantener iluminada la estación.
Amas de casa no se contuvieron en sus hogares y acudieron hasta donde el edil capitalino: –¡Qué bueno que vino! No nos olvide!
Y ahí mismo le detallaron la situación de su entorno: “Ya aquí no se puede presidente, esto es una cueva de lobos, por favor, ¡ayúdenos! A todo mundo asaltan con pistola en mano, hasta los pobres albañiles que vienen a trabajar le quitan lo poco que ganan”.
En el cárcamo de “Asunción Castellanos”, de 8 equipos, únicamente uno es el que logra la faena de tener a familias sin que sus casas se inunden con aguas negras.
–Estamos teniendo problemas de azolve y eso es porque la gente no entiende. Tienen que dejar de tirar basura en las calles. –Manifestó Mario Alberto Pérez López, el operador de la estación de bombeo, quien insistió al primer regidor:
–No hay labor social de la gente…
José María Hernández, encargado del cárcamo Casablanca puso el grito en el cielo, debido a que de dos bombas, solamente una funciona y está a punto de quemarse por falta de aceite.
La información fue procesada y anotada por al alcalde de Centro prometiendo rehabilitar de inmediato las carencias.
Allí el delegado municipal, Mario Martínez preguntó al presidente municipal del porqué no había avisado de su visita para que tuviera una buena recepción, pero la razón era una sola:
Lo importante es resolver problemas, no venir a hacer pachanga, concluyó.

Compartir: