Corona virus (Covid-19) o Cuentos Chinos
Guillermo M. Goldstein 18/03/2020 Una crisis de proporciones mayúsculas hace temblar el mundo. Su causante es, paradójicamente, un agente minúsculo: el virus SARS-Cov-2. Ha puesto en jaque a poblaciones enteras, gobiernos y empresas y ha paralizado la economía mundial. Y con él campando a sus anchas, nos hemos tenido que familiarizar con situaciones borradas de […]
23 de marzo de 2020

Guillermo M. Goldstein
18/03/2020

Una crisis de proporciones mayúsculas hace temblar el mundo. Su causante es, paradójicamente, un agente minúsculo: el virus SARS-Cov-2.
Ha puesto en jaque a poblaciones enteras, gobiernos y empresas y ha paralizado la economía mundial.
Y con él campando a sus anchas, nos hemos tenido que familiarizar con situaciones borradas de nuestra memoria colectiva, como los aislamientos, las cuarentenas o el desabastecimiento.
Ha convertido en cotidianas situaciones extremas, como las de agentes del orden protegidos con trajes de defensa nuclear, radiológica, biológica y química. O las de ciudadanos saliendo a la calle con mascarillas.
Ha hecho que vivamos en tiempo real el recuento de cada fallecido y ha despertado los miedos más profundos; el miedo al contagio, a la enfermedad, a la incertidumbre y a lo desconocido, y sobre todo ha hecho que se extienda algo más contagioso que el propio virus: la histeria.
Los coronavirus son un grupo de virus muy comunes.
Se llaman así por sus puntas en forma de corona en su superficie, y pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos.
En las personas causan enfermedades respiratorias, algunas leves como el resfriado común, y otras muy graves, como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS)… y ahora la enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19).
Un coronavirus no es un ser vivo realmente, sino una cadena de material genético (ARN) recubierto de una membrana de proteínas que la protege y de la que sobresalen otras proteínas que ayudan al virus a entrar en las células humanas.
El virus usa su proteína “S” como una llave para entrar en las células humanas. Una vez dentro usa la maquinaria celular para replicarse y producir entre 10.000 y 100.000 copias de sí mismo, que se lanzan a infectar nuevas células.
El nuevo coronavirus (como el del SARS), accede a la superficie exterior de las células del pulmón, por eso causa enfermedades respiratorias como la neumonía.
Mientras el coronavirus Covid-19 sigue su loca carrera de contagios, las grandes compañías farmacéuticas corren la suya propia, a contrarreloj, para conseguir no solo frenar la pandemia, sino también el santo grial capaz de tratar la enfermedad y hacer de paso el negocio del siglo.
Pero que creen o casualidad China ya informo a través del Ministerio de Defensa que ya logro desarrollar con éxito una vacuna y la pondrán a prueba próximamente.
Vayamos un poco atrás en el tiempo, terminaba el año 2002 y en China se preparaban para celebrar por todo lo alto el inminente Nuevo Año Chino, dedicado a la cabra, mientras eso ocurría, en la provincia de Cantón surgía silenciosamente un virus nuevo, completamente desconocido hasta el momento, que pronto comenzaría a extenderse vertiginosamente.
Lo hacía en paralelo a la mayor migración humana que se produce cada año, cuando millones de ciudadanos chinos se desplazan para celebrar el Nuevo Año con sus familias.
El Año de la Cabra llegó con miles y miles de personas buscando ayuda médica ante la extraña tos, los problemas respiratorios y el terrible malestar que padecían.
Muchos murieron, pues tuvo una mortalidad del 13%. Cada 100 personas infectadas, 13 terminaban muriendo, en febrero de 2003 la existencia de aquel misterioso virus ya no podía ocultarse.
Aunque al principio se pensó que se trataba de un paramixovirus (una familia de virus a la que pertenece, por ejemplo, el que causa el sarampión), posteriormente la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como SARS-Cov, un tipo de coronavirus no conocido hasta entonces. Y la enfermedad que causaba se bautizó con el nombre de SARS (síndrome respiratorio agudo grave).
Al igual que la cepa del coronavirus que se extiende hoy por todo el todo el mundo, el virus del SARS agotó las reservas de mascarillas, conllevó cuarentenas salvajes y colapsó economías, meses después, tal como había llegado, el virus desapareció.
¿Se extinguirá el nuevo coronavirus Covid-19 igual que lo hizo el SARS?
Los científicos lo dudan.
Ha infectado hasta ahora a muchas más personas, causado también más muertes y, sobre todo, su contención parece mucho más difícil por su capacidad para infectar sin causar síntomas mientras los infectados a su vez lo propagan.
El mundo está en shock…y entonces los chinos encuentran la vacuna que se llama SARS-COV-2, que casualidad…!
Las bolsas del mundo registraron pérdidas multimillonarias y mientras el gobierno chino aprovechó a comprar acciones baratas de todas las empresas del mundo que cotizan en la bolsa de China, que conveniente.
En mi reflexión pienso que el virus del SARS original del 2002 lo tuvieron experimentando en laboratorio el cual muto a este otro y por casualidad o apropósito se salió de control y fue a dar al murciélago que contamino a la mujer que inicio la pandemia.
Puros cuentos chinos…! Usted no piensa lo mismo?

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