Son utilizados como basureros por personas mal intencionadas que a media noche llegan a depositar animales muertos, bolsas de desperdicio

Emiliano Zapata
Roberto Abreu Suárez
Corresponsal
El poco interés de parte de diversas autoridades provocan que familias de la colonia José Lehemann Ocampo tengan que vivir en medio de canales a cielo abierto y con la contaminación de aguas residuales frente a las puertas de sus viviendas, en donde además son depósitos de animales muertos y hasta residuos tóxicos.
Es lamentable lo que padecen vecinos de este sector ubicado en la periferia de la ciudad en donde unas 80 familias lograron crear su patrimonio familiar a pesar que este lugar fue utilizado como basurero municipal, aun que han tenido el apoyo de las autoridades que han pasado por el Ayuntamiento, para otros servidores públicos le es indiferente las condiciones insalubres en la que viven estas humildes familias.
Los canales a cielo abierto que existe en este sector, al igual que en la colonia Asociación Ganadera local, son utilizados como basureros por personas mal intencionadas que a media noche llegan a depositar animales muertos, bolsas de desperdicio, embases de plásticos y hasta sustancias que al parecer podrían ser tóxicas, y que los vecinos de estas zonas tienen que soportar los olores fétidos que a diario expulsan estos canales de aguas de lluvia, pero que en realidad sean convertido en basureros particulares de algunos vecinos.
“No es posible que el sector salud y mucho menos la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) tomen cartas en este problema fuerte de contaminación que afecta a las familias” aseguro Luisa Queen Gallegos vecina afectada, además que se deben de castigar con multas fuerte a los propietarios de lotes cercanos a estos basureros dado a que la maleza alta y bolsas con desperdicios atentan contra la salud de los vecinos.
Las familias de la colonia José Lehemann piden a las autoridades volteen a ver las condiciones en que viven en este sector, en donde frente a sus viviendas escurren aguas negras todo el día y en la hora de comer cuando el sol azota más fuerte, consumen sus alimentos con olor y hasta residuos fecales esparcidas por el aire, por lo que las amas de casa temen por la salud de sus hijos, adultos mayores principalmente.