«La confianza es un edificio difícil de construir, fácil de demoler y muy difícil de reconstruir.»
Augusto Kury

Iván Aguirre Aguilar 

Considerado en su momento “El Laboratorio de la Revolución” el Estado de Tabasco –con opiniones encontradas respecto al tema- ha mostrado ese alto nivel de politización de sus habitantes.

Eso, lejos de variar, día a día, ofrece diversas lecturas que van desde la constante inquietud del tabasqueño por participar en ese tenor hasta auto constituirse en férreos vigilantes del buen uso de los recursos financieros que periódicamente son asignados para la administración gubernamental en sus tres niveles.

Por supuesto que, en lo electoral, la ciudadanía de estos lares de la patria, ha asumido el costo socio-político-económico luego de su decisión ante  las urnas.

Al fin de cuentas, la máxima dice que “el pueblo manda y, si se equivoca, vuelve a mandar”.

A decir de Jesús Lule Ortega, Vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral en Tabasco, la entidad,  ha dado muestras de gran civilidad y cultura al colocarse en los pasados comicios de 2009 y 2012 en Tercer y Segundo Lugar de votación respectivamente según la media en México, destacándose una buena organización y participación.

En charla con integrantes de la Asociación Tabasqueña de Periodistas, Lule Ortega  puntualizó que hace falta más cultura cívica, no sin antes reconocer que, justamente, la alternancia observada a lo largo y ancho del territorio choco es prueba fehaciente de ese gran interés  del tabasqueño para calificar mediante el sufragio cuando se ha cumplido o no.

Reunido con la agrupación periodística más antigua de Tabasco, cuya Presidenta es Gloria Karina López de Dios, Jesús Lule Ortega aclaró varias dudas en lo referente a la posibilidad de incurrir en delitos de tipo de lo que deben y no hacer quienes aspiran a algún puesto de elección popular.

En ese sentido, subrayó que uno de los puntos que no puede ser regulado lo es, el que no se puede evitar o coartar el que un individuo manifieste su adhesión hacia tal o cual persona.

Tocante a las redes sociales, dijo que, aunque no está reguladas “si un interesado graba o decide denunciar a alguien, esto, podría existir la posibilidad de ser tomado en cuenta como elemento de juicio, quedando a criterio de la autoridad judicial”.

-De reojo-
Grave podría ser el que, algunos de los funcionarios de la administración estatal se ostenten con grados que no son reales. Un caso concreto lo hay en la Secretaría de la Contraloría. Y, si a ello, le sumamos actos de soberbia, maltrato y hostigamiento laboral, la situación obliga a que la titular de la SECOTAB Lucina Tamayo Barrios “ponga sus barbas a remojar”. Yaneth del Carmen Mollinedo Bastar, actual Directora de Contralores y Comisarios grita a los cuatro vientos que “ella está bien parada, porque cuenta con el apoyo de su hermano “nico” que a su vez “es uña y mugre” con López Obrador que en breve “la acomodará como mandamás de la dependencia aún a cargo de Lucina”. Datos aportados por la página buholegal.com arrojan que Yaneth del Carmen Mollinedo se ostenta como LCP cuando se dice que estudió ¿? En la Universidad de Montemorelos en la carrera de LAE que tiene como cedula el número 4041591. La cosa no para ahí porque, personal de esa área se ha estado quejando de ella por su forma soez  de dirigirse para con sus sulbartenos a los que amenaza constantemente “porque es recomendada del gober”. Ha trascendido que se encuentra enfrentada con el flamante titular del Órgano Superior de Fiscalización José del Carmen López Carrera, simple y sencillamente porque quiere tener “el control de las cuentas públicas de los Ayuntamientos y dependencias para poder echar mano a gusto. Desde luego, su personero para amedrentar al personal  y  a las dependencias para con el correspondiente “tostoneo” lo es un tal contador Gil. . . “otra niña al pizarrón” es Lesbia Medina Cano.  Desde su encargo como directora administrativa de TVT y CORAT ha venido haciendo pingues negocios. Documentos en poder del que esto escribe evidencian comprar a una negociación ubicada en Teapa a nombre de Gladys Ethel Guadalupe Cano Conde ¿recuerdan el nombre? pues también trata mal a quienes trabajan en la televisora y en la radio. Dicen los empleados que “se siente bordada a mano”. La pregunta es ¿estará enterado de eso Andrés de la Cerda? . . .