Conservan legado de antepasados
Gilberto Ramos de la Cruz es el maestro que da forma con sus manos callosas y gastadas la madera Jonuta Carlos Palmeros Corresponsal Artesanos de la zona indígena de Monte Grande conservan el legado de sus antepasados al transformar todo tipo de madera en diversas formas de objetos y artículos, utilizando herramientas rudimentarias pero que […]
8 de mayo de 2013

Gilberto Ramos de la Cruz es el maestro que da forma con sus manos callosas y gastadas la madera

Jonuta
Carlos Palmeros
Corresponsal
Artesanos de la zona indígena de Monte Grande conservan el legado de sus antepasados al transformar todo tipo de madera en diversas formas de objetos y artículos, utilizando herramientas rudimentarias pero que de esa forma se gana el pan de cada día.
Gilberto Ramos de la Cruz es el maestro que da forma con sus manos callosas y gastadas  la madera asegurando que debido a la crisis que enfrentamos todos hay que trabajar para poder  obtener el poco dinero para llevar la comida a su humilde hogar, ahora asegura tener el respaldo del presidente municipal Felipe Torres Arias para conservar y preservar este oficio del cual subsisten.
Y es que la citada comuna indígena de Monte Grande es un refugio natural de talentosos artesanos en este municipio muchas familias viven de sus diversos trabajos que con sus manos construyen diariamente, muchos se la pasaran trabajando, debido a la crisis económica.
El artesano en entrevista con Rumbo Nuevo señaló que desde los doce años aprendió el oficio de sus padres, transformando la madera en figuras diversas, cayuquitos, máscaras, y diferentes formas de animales de la fauna silvestre, entre otras cosas que comercializa en la ciudad y hasta la capital del estado, para poder sostener a su familia.
Señaló que lleva  toda una vida años y años como artesano y lo que gana le sirve para cubrir las mínimas necesidades de su familia y sus hijos, quienes a la vez lo ayudan a elaborar los distintos trabajos durante sus tiempos libres.
«Nosotros trabajamos con la madera cedro, caoba, macuilis,  hacemos algunas máscaras, llaveros, así como una infinidad de artículos para las mesas de centro y adornos para las viviendas; mi mujer es la que me ayudan a realizar las artesanías, por lo menos ahí la vamos llevando para la papa del día», comentó.
Dijo que vende las portas lapiceras y los barquitos a 20 pesos, llaveros en forma de manatí 35, y  caballos, y hasta toros de entre 150 y 750 pesos dependiendo del tamaño, «de esto vivo», no recibimos ningún apoyo de alguna institución, ya que los créditos están un poco complicado para lograrlo».

Compartir: