Condolencias de todo el orbe, por la muerte del consorte de Inglaterra
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, quien murió este viernes a los 99 años en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres, fue el consorte real con más años de servicio en la historia británica. Estuvo casado con la reina por más de 70 años y juntos tuvieron cuatro hijos, […]
9 de abril de 2021

El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, quien murió este viernes a los 99 años en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres, fue el consorte real con más años de servicio en la historia británica.
Estuvo casado con la reina por más de 70 años y juntos tuvieron cuatro hijos, ocho nietos y diez bisnietos.
Su muerte, anunciada por el Palacio de Buckingham la mañana de este viernes, ha causado numerosas reacciones en Reino Unido y el mundo.
Tras el comunicado de la Familia Real, el primer ministro británico, Boris Johnson, fue uno de los primeros en pronunciarse, asegurando que recibió la noticia «con gran tristeza».
«Inspiró la vida de innumerables jóvenes (…) Ayudó a dirigir la Familia Real y la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestras vidas», agregó desde Downing Street, su residencia oficial.

Su historia
La reina y el príncipe estuvieron casados más de 70 años
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II y padre de sus cuatro hijos, estuvo casado con ella más de 73 años, y aunque como consorte de la soberana no tenía un rol constitucional, nadie fue tan importante como él en la vida de la monarca.
Felipe, que murió este viernes a los 99 años, asumió un rol extremadamente difícil para cualquiera, quizá más para un hombre acostumbrado al mando naval, que, además, tenía fuertes opiniones sobre una gran variedad de temas.
Pero tal vez fue esa misma fuerza de carácter lo que le permitió cumplir con sus responsabilidades y darle a la reina el apoyo que necesitaba.
Y, de paso, ganarse el afecto de buena parte del pueblo británico
Felipe de Grecia nació el 10 de junio de 1921 en la isla de Corfú, pero como el país no adaptaba todavía el calendario gregoriano su certificado de nacimiento dice que nació el 28 de mayo de ese mismo año.
Felipe nació en Grecia, pero su ascendencia era rusa y danesa.
Su padre fue el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, hijo menor de Jorge I, rey de los Helenos, y su madre, la princesa Alicia, hija mayor del príncipe Luis de Battenberg y bisnieta de la reina Victoria.

Primer encuentro
Al aproximarse la Segunda Guerra Mundial, Felipe decidió seguir una carrera militar.
Su primer deseo fue unirse a la Fuerza Aérea Real, pero terminó integrándose a la Marina por la tradición marinera de su familia materna.
En un recorrido por las instalaciones donde estudiaba que hizo el rey Jorge VI junto a su esposa y las princesas Isabel y Margarita, Felipe quedó a cargo de acompañar a las dos jóvenes.
Según testigos, el encuentro causó una profunda impresión en Isabel, de 13 años, cinco años menor que su futuro marido.
Muy pronto, el joven griego comenzó a mostrarse como un buen prospecto y para fines de 1942 era uno de los más jóvenes primeros tenientes de la Marina.

«Rudo y maleducado»
El romance entre Isabel y Felipe se inició con un intercambio regular de cartas y continuó con invitaciones a compartir con la Familia Real.
Fue después de una de esas visitas que la heredera puso en su tocador una foto de Felipe vestido en su uniforme naval.
La boda entre Isabel y Felipe se celebró en noviembre de 1947.
Era toda una señal, y pese a que hubo oposición por parte de algunos cortesanos, uno de los cuales describió al futuro príncipe como «rudo y maleducado», en el verano de 1946 Felipe le pidió oficialmente al rey la mano de Isabel.
Pero antes de que el compromiso pudiese ser anunciado, el novio necesitaba una nueva nacionalidad y un apellido. Fue entonces cuando renunció a su título griego, se hizo ciudadano británico y tomó el nombre de su familia materna, Mountbatten.
La boda se celebró en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947. El entonces primer ministro Winston Churchill la describió como un «destello de color» en medio de la posguerra.
Desde ese día, Felipe fue reconocido como Su alteza real, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich.

Felipe en 1953
El matrimonio eventualmente hizo que Felipe abandonara su carrera en la Marina.
El duque retomó su carrera naval y fue enviado a Malta, donde por un tiempo vivieron en relativa normalidad.
Un año después nació su hijo mayor, el príncipe Carlos, y en 1950 llegó la princesa Ana (los príncipes Andrés y Eduardo nacieron en 1960 y 1964, respectivamente).
Y pese a que no era un hombre de arrepentimientos, en una ocasión admitió que lamentaba no haber podido continuar su carrera naval.

La muerte del rey
En 1952, la pareja emprendió un viaje por África que originalmente harían el rey y la reina.
Estando en Kenia, llegó desde Inglaterra la noticia del fallecimiento de VI había por una trombosis coronaria.
Felipe fue el encargado de decirle a Isabel que su padre había muerto y ella era la nueva monarca.
Un amigo contó que para el príncipe fue un gran golpe. Parecía como si la mitad del mundo le hubiese caído encima, recordó.
Fuera de la Marina, se veía obligado a crearse un nuevo rol. La pregunta era cuál.
A medida que la Coronación se acercaba, se comunicó que si bien Felipe tendría prioridad después de la reina en todas las ocasiones, nunca ostentaría una posición constitucional.
El duque estaba lleno de ideas sobre cómo modernizar la monarquía, pero terminó desilusionado por la férrea oposición de parte de la vieja guardia de palacio.

Las fiestas y la familia
Durante los primeros años del reinado de Isabel, Felipe canalizó parte de sus energías manteniendo una intensa vida social.
Todas las semanas se reunía con un grupo de amigos en cuartos privados de un restaurante de Soho, en barrio bohemio del centro de Londres.
Compartían opíparos almuerzos y visitaban clubes nocturnos, y solía ser fotografiado con glamorosos acompañantes.
Una de las pocas áreas en que el príncipe tenía libertad para ejercer su autoridad era la familia, aunque perdió la batalla por imponer qué apellido llevarían sus hijos.
Él quería que fuese Mountbatten, pero la reina eligió Windsor.
«Soy el único hombre en este país que no puede darle a sus hijos su nombre», se quejó con sus amigos». «No soy más que una ameba».

Proyectos propios
Con el paso del tiempo, Felipe fue encontrando su camino en proyectos ligados al bienestar de los jóvenes, uno de los problemas sociales que más le interesaban.
En 1956 lanzó el exitoso Premio del Duque de Edimburgo, que permitió que alrededor de 6 millones de jóvenes de todo el mundo se retaran física, mental y emocionalmente en una variedad de actividades al aire libre diseñadas para promover el trabajo en equipo, el ingenio y el respeto por la naturaleza.

Lady Di y el duque de Edimburgo
El duque fue una fuente de apoyo para Diana revelaron unas cartas que se escribieron.
Una década después, en 2007, se publicaron cartas entre el duque y Diana, en un intento por refutar las afirmaciones de que Felipe había sido hostil con su nuera.
Mostraban que de hecho había sido una fuente de gran apoyo para la princesa, un hecho subrayado por el tono cálido en el que ella le escribía.
«Hice lo que creo que fue lo mejor que pude»
Felipe fue un hombre con un temperamento combativo que con frecuencia se sentía incómodo con el tacto que requería su posición.
«No puedo cambiar de repente mi manera de hacer las cosas, no puedo cambiar mis intereses o la forma en que reacciono a las cosas. Ese es solo mi estilo», le dijo una vez a la BBC.
La reina Isabel II, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo; y Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, y el príncipe Guillermo, con los hijos de ambos.
A Felipe se le atribuye haber encontrado discretas maneras de actualizar a la monarquía con los nuevos tiempos (aquí aparece con Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, el príncipe William, y los hijos de ambos).

Retiro de la vida pública
Después de décadas viajando junto con la reina en visitas de Estado al extranjero o para atender a eventos de las organizaciones que presidía, el duque de Edimburgo se retiró de la vida pública en agosto de 2017.
En enero de 2019, sobrevivió a un accidente de coche mientras conducía cerca de Sandringham, en el que dos mujeres que iban en el otro vehículo implicado resultaron heridas. Tras el incidente, entregó voluntariamente su licencia de conducir.
Buckingham Palace calculó que, desde 1952, el príncipe atendió 22.219 compromisos en solitario.
Felipe jugó un rol importante ayudando a la monarquía a aceptar los cambios en las actitudes sociales a lo largo de los años.
Pero su mayor logro fue, sin duda, la constancia de su apoyo a la reina.

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