Con la notada ausencia de diputados que andan en campaña, se terminaron las actividades del actual periodo, que cae a la mitad del proceso electoral tanto federal como local

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

Con un claro mensaje de contrición, la diputada Leticia Taracena Gordillo dio por concluida la primera etapa de la “transición (política) tabasqueña”, a siete meses y 16 días de que concluya el periodo trianual de la 61 Legislatura local.
Última oradora de la segunda sesión ordinaria realizada por la soberanía en la víspera de la clausura del primer periodo del ejercicio constitucional 2015, la diputada del PRD con ese mensaje intentó borrar el exhorto de su homóloga del PRI Mirella Zapata Hernández para “trabajar juntos en iniciativas de paridad y equidad de género”, que es una de las propuestas en rezago.
Y aunque en el informe de actividades de la presidenta de la mesa directiva por los primeros quince días de mayo señaló que en “el ritmo de la responsabilidad” asumida el 1 de enero de 2013 “nunca se calculó” la cuestión “electoral”, en la sala de pleno fue notable la ausencia de los diputados sin licencia que anda de candidatos a diputados federales y alcaldes por diversos partidos políticos.
Desde antes del inicio del primer periodo de sesiones de 2013, la integración de la 61 Legislatura registró las primeras fracturas partidistas. Los casos sonados fueron los ocurridos en diciembre de 2012 con los diputados electos José Sabino Dagdug Herrera y Olegario Navarrete, quienes abandonaron las filas del Partido del Trabajo para sumarse a las del PRD. Así éste partido adquirió el control de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
En el primer mes del periodo constitucional 2013-2015, las rupturas internas de las bancadas partidistas aumentaron. Por diferencias con el coordinador de la fracción del Partido Movimiento Ciudadano, Gaspar Córdova Hernández, la diputada Jovita Vázquez se declaró independiente. Más adelante, Mirella Zapata Hernández abandonaría la bancada del PAN para adherirse al PRI.
Con la llegada de la temporada electoral, la mudanza de un partido continuó: Esther Alicia Daudg Lutzow se adhirió al Partido Verde –a la fecha no se dirime la disputa por la coordinación legislativa de ese partico con Patricio Bosh Hernández–; lo mismo hizo Verónica Rojas Pérez aunque ésta hizo de su deserción un galimatías: renunció a la militancia del PRD pero no a la fracción de ese partido.
Casos aparte son los de la ex perredista Rosalinda López Hernández que pidió licencia definitiva para ser candidata de la alianza común PAN/Partido Verde a la presidencia municipal de Centro. Y el de Roger Arias García que renunció a la bancada del Partido del Trabajo antes de abanderar al Partido Humanista para la contienda por la alcaldía también de Centro.
Ante la ausencia por enfermedad del diputado Andrés Cáceres, la coordinación parlamentaria del PT se negoció a favor de Uriel Rivera Ramón quien, para ello, renunció a las filas del PRD.
En el recuento de daños de la legislatura 61 aparece el rezago legislativo que a pesar de las declaraciones optimistas de la coordinadora de la Jucopo diputada Neyda Beatriz García Martínez será uno de los pendientes graves de un Poder Legislativo caído en el descrédito ciudadano.
Prueba de lo anterior resultó la doble sesión de este jueves: en ambas se presentaron siete proyectos de decreto que indistintamente fueron enviados por la mesa directiva a comisiones; asimismo, se aprobó un punto de acuerdo, así como las renuncias de los magistrados de número José Francisco Quevedo Giorgana y María Victoria Jiménez Ross del Tribunal Superior de Justicia.
También en la víspera de la sesión solemne de clausura del primer periodo de sesiones, con el voto de 30 representantes populares se aprobó el decreto por el cual se expide la Ley del Sistema de Seguridad Pública de Tabasco, así como el de otorgamiento de la medalla al Mérito por la Defensa del Medio Ambiente 2015 al Colectivo de Conocimiento y Tecnología para el Ambiente de la Universidad Tecnológica de Tabasco.
La figura del diputado del PRI José del Pilar Córdova Hernández en la esquina izquierda del salón de pleno representó la ignominia legislativa puesto que a pesar de ocupar una curul local en dos ocasiones y una federal, ahora abandera al PRI en la contienda por la diputación federal del VI Distrito Electoral con el único mérito de ser uno de los legisladores con menos faltas pero con también con mínimo de intervenciones en tribuna.
Después de la ceremonia de clausura, es posible que algunos que andan de candidatos regresen al Congreso local derrotados. Un caso podría ser el de Rojas Pérez que a pesar de pugnar por la diputación federal del IV Distrito Electoral por el Partido Verde no ha pedido licencia ni temporal ni definitiva para ceder la estafeta a la suplente Virginia La Muñeca Jerónimo, quien se presenta como la chamán de las comunidades indígenas de Tamulté de las Sabanas y como militante del PRD.