Jesús Martell Chagoya
jesusmarch-11@hotmail.com
Muchas veces comparamos productos bancarios o financieros en los que podamos ahorrar o invertir pero pocas veces nos planteamos a ver las características puntuales de cada uno para sacar mejores conclusiones. En este sentido, podemos hacer un breve análisis comparativo de si conviene invertir en Certificados de la tesorería, -Cetes -o en fondos de inversión. En este caso, no necesariamente se tiene que ser millonario, basta un modesto capital.

El problema en cuestión no es mirar si un producto es mejor que otro por su estructura, sino conocer nuestras necesidades para optar por la mejor opción para nosotros. Por ello, antes de hacernos la pregunta ¿Cetes o fondos de inversión? es mejor analizarse a cada uno, pensar en los objetivos que tenemos y qué riesgo estamos dispuestos a aceptar. Una vez contestado eso, podremos analizar sus diferencias.

Invertir en Cetes. La compra de Cetes, hoy  es común a través de Cetes de los que todos podemos conocer  cómo funcionan porque son programas gubernamentales en el que los usuarios pueden invertir desde 100 pesos. Allí, aunque los instrumentos más populares son los Cetes, también están disponibles para comprarse: bonos, bondes, o Udibonos.

Al invertir en Cetes estamos prestando dinero al gobierno, que nos pagará un dinero extra al capital aportado en un tiempo determinado, siempre a una tasa fija. La oferta no es tan variada pero tenemos Cetes a plazo de un mes, tres meses, seis meses y un año. De manera que, al vencimiento de ese plazo, se puede abrir otro contrato por un nuevo periodo, esta vez invirtiendo el capital original más los intereses obtenidos, lo que se conoce como interés compuesto.

Es casi igual al mecanismo que manejan los pagarés bancarios, pero la compra de Cetes es mejor para que las personas mantengan su dinero estable a un período máximo de 1 año porque tienen plazos de vencimiento cortos. En el tema de la ganancia, la regla básica indica que a mayor riesgo, mayor rendimiento. Y debido a que una inversión de corto plazo tiene un riesgo bajo, el rendimiento también lo es y supera por muy poco margen el aumento en la inflación.

A modo de ejemplo, contando desde el mes de enero 2012 a enero 2013, la inflación fue de 3.25%. Mientras que hoy un Cete a un año paga 4.31%. Esto es ganancia, aunque no es para estar felices por haber mantenido nuestro dinero inmovilizado 365 días y en ese lapso, se han suscitado cambios sustanciales en la economía y en el producto interno bruto que también repercute en nosotros, Claro está que para mejores rendimientos, hay que buscar riesgos y para eso existen los fondos de inversión.

Invertir en Fondos de inversión, Para los que no los conozcan, un fondo de inversión es meramente un mecanismo por el que varios inversionistas juntan sus recursos para comprar varias clases de activos que  solos de manera independiente no podrían comprar. El monto mínimo de inversión  depende de cada institución. Algunas permiten invertir desde 1,000, otros exigen hacer una aportación única, por ejemplo, 50,000 pesos y dejarla trabajar a través del tiempo.

El riesgo de los fondos depende de los instrumentos que el fondo gestione, así que aquí no se puede hacer un análisis comparativo, pero a modo de ejemplo, los fondos de inversión más conservadores que compran instrumentos muy seguros sin volatilidad, durante el año pasado dieron un rendimiento de 5%, mientras los que invierten en acciones u otros instrumentos de riesgo obtuvieron hasta un 30%. Sin embargo, a diferencia de los Cetes o los bonos, los fondos de inversión no tienen un rendimiento garantizado.

Más que consejos  para Invertir en Cetes, he aquí algunos tips para aprender y mejorar nuestras inversiones en Cetes: Tener  presente que  las subastas de Cetes se realizan cada martes. En cuanto a las tasas fijas: El riesgo que se corre con una tasa fija es inferior que con una tasa variable. En este sentido, al ser una tasa fija tendremos rendimiento asegurado pero nunca tendremos la posibilidad de ganar más que eso. Es decir, la tasa es el límite.

Seguridad: el invertir en Cetes es sinónimo de una inversión segura. El estado es su garante y por ende casi no hay riesgo de incobrabilidad de la renta y capital. Acceso con montos mínimos: la posibilidad de comprarlos con la aparición de Cetes Directo (programa estatal de alcance masivo de inversiones en Cetes), ha llevado a que se requiera de un monto mínimo no superior a los 100 pesos mexicanos. Es decir, los Cetes son para todos.

Programar un  calendario o agenda de actividades: es importante hacer una buena planificación de cuándo y en qué plazos de Cetes se va a invertir para  utilizarlos como una herramienta de inversión paralela a una buena cartera diversificada y colocar en Cetes el dinero sobrante de otras inversiones hasta que se decida finalmente dónde colocarlo.

Ahora con la globalización, se puede comprar desde tu celular: con Cetes Directo tienes la posibilidad de comprar Cetes desde tu móvil, ninguna otra inversión permite eso, a menos que tengas banca online de alguna entidad financiera. Es importante inculcar el ahorro desde  niño: si estás planeando que tus hijos tengan un futuro digno, no está demás comprar Cetes e invertir dinero allí para que ellos tengan algo de mayores.

Diferentes plazos: la versatilidad de los Cetes hace que sea posible adquirirlos tanto a 1 mes, como a 3, o bien a 6 o un año… Pocos productos estructurados y de renta fija tienen esta disponibilidad de ofertas. Recordar  que, para los que posean la FIEL, tendrán la posibilidad de invertir desde 100 pesos en Cetes.

Requisitos: son mínimos, entre otros; Mayor de 18 años, ser titular de una cuenta bancaria, poseer la Clave Bancaria Estandarizada (CLABE) Residir en México, tener el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) tener Clave Única de Población e Identificación (CURP)

La clave que identifica  la emisión de los Cetes está diseñada de manera que los instrumentos sean fungibles entre sí, es decir, los Cetes emitidos anteriormente  y  los Cetes emitidos recientemente tienen la posibilidad de  tener la misma clave de identificación siempre y cuando tengan vencimiento en la misma fecha.

La clave está compuesta por ocho caracteres, el primer término es para identificar el título (“B”), el segundo corresponde a un espacio en blanco, y los seis que restan indican su fecha de vencimiento (año, mes, día). Podemos concluir que lo relevante para identificar un Cete es su fecha de vencimiento, esto es, que dos Cetes emitidos en distintas  fechas pero que vencen el mismo día, cuentan con la misma clave de identificación, por lo cual no se pueden distinguir entre sí.
Dando un ejemplo de clave de identificación de Cetes supongamos que se  emiten el 24 de agosto del 2012 a plazo de 28 días y que vencen el 21 de septiembre del 2012: B 000921.