Jorge Saénz Jurado: Opina
Decir 69 años en la vida del periódico “DIARIO RUMBO NUEVO”, es probable, que para muchas personas sólo represente un simple guarismo matemático, sin embargo, dar a conocer día a día, con lluvia y sin ella, con frío y calor, las noticias más impactantes en el ámbito Estatal, Nacional e Internacional, representa, al paso del tiempo, un esfuerzo físico, un desgaste mental y un sacrificio en la vida familiar al mantenernos alejados de ella.
El licenciado Manuel Antonio Romero Zurita, hombre valioso en la vida política de Tabasco, con vocación de servicio a las mejores causas populares y visión futurista de gran trascendencia, fue su creador y el dueño absoluto del querido y ameno “Diario Rumbo Nuevo”. Su primer “chillido”, rompiendo el silencio de los aires tabasqueños, lo dieron los voceadores en una fresca mañana de estío de 1943, cuando gobernaba Tabasco el Licenciado Noé de la Flor Casanova. Época aquella, en que sostener un periódico diario, sin el consabido sustento del “chayote” gubernamental, era casi, misión imposible, sí, porque quienes ejercieron la dirección de una Revista semanal o quincenal y ya no dijéramos un Diario como Rumbo Nuevo, eran gentes con amplio sentido de la dignidad y alto sentido de responsabilidad. Y a eso precisamente, se debe el hecho de que muchas abandonaran salir a luz pública al no poder sostenerse con la publicidad comercial y la venta del informativo. Rumbo Nuevo, según relatan las crónicas de aquella época dejó de salir a luz pública durante tres semanas por cuestiones de índole financiera y al reiniciar actividades, la Gerencia y Administración pasó a ocuparla el Lic. Máximo Evia. Relató el periodista Luis C. Márquez: Horas antes de que Rumbo Nuevo saliera a la luz pública, éste acontecimiento cultural fue anunciado por medio de tiras fijadas en las esquinas de la ciudad. Y ese procedimiento fue suficiente para que se despertara un vivo interés entre los lee periódicos. Los comentarios surgieron por todos los lugares, mejor dicho, había inquietud por conocer el material que Rumbo Nuevo brindaría al pueblo tabasqueño. Como es natural, a pesar de que tratamos de agradar a todos los tabasqueños, éste fue menos que imposible conseguirlo. Hubo gentes que mal interpretaron nuestros sanos deseos y constructivos propósito y aprovechando el momento propicio, se nos hizo víctima de la calumnia y de la injusticia. La opinión pública, el pueblo sensato, nos respaldó únicamente. Este fragmento del relato de Luis C. Márquez, habla por sí sólo de las muchas peripecias que empezó a sortear éste distinguido órgano informativo.
Recuerdo que allá por 1958 se maquilaba Rumbo Nuevo en los talleres de don Paco Sumohana ubicados en Vázquez norte y Narciso Rovirosa y también recuerdo que allá por finales de ese año falleció el Lic. Manuel Antonio Romero y fue velado en su casa que estaba al lado del Edificio Mena, cerca de la Plazuela del Águila. En ese año era el Director Antonio García Santos y el dueño del Diario era el Gobierno del Estado. Allí escribían: El Prof. Ramón Mendoza Herrera, Ramón Galguera Noverola, Rodolfo Montiel H. El Prof. Hilario J. Olán, David Gutiérrez Aldecoa y el siempre querido y recordado amigo don Florentino Hernández Bautista fungía como Administrador del Diario. Felicidades Rumbo Nuevo.
