Crystiam Estrada Sánchez
vinculacioniaptab@hotmail.com
Apenas hace unos días, nos reunimos un grupo de amigos comunicadores para celebrar sin distingos, ni protocolos, el día de la libre expresión. Es cierto lo que señalan algunos compañeros, no hay nada que festejar, pues muchos comunicadores han muerto por el trabajo que realizan y sus voces han sido calladas, pero también es cierto que hay ciudadanos, que no son periodistas o comunicadores, y a ellos, también se les ha callado.
Qué quiero decir con lo anterior, que la ley señala “la libre expresión es un derecho que tiene todo mexicano”, por tanto no es exclusivo de quienes de manera directa o indirecta laboramos, colaboramos o son propietarios dentro de algún medio de comunicación masiva.

El trabajo periodístico no es complicado, sobre todo si nos gusta la investigación, lo complicado se torna al momento de plasmar en el documento el contenido de la información y redactar el texto; son muchas las voces que en ese momento llaman a la conciencia del comunicador o periodista. La voz de la conciencia, la ética y la verdad, la voz de la casa editorial para la cual laboras, la voz de los actores de la noticia, la voz del jefe de información y la voz de la audiencia. Cuándo no se tienen compromisos y sí, la libertad de hacer el trabajo valga la redundancia, periódico, no hay problema; pero, cuando no es permitido ejercerlo? Qué voz escucha el que escribe?

Bastó compartir 8 años de trabajo a lado de mí Maestro Luis Illán Torralba, para que en mí caso muy particular y profesional, en base a lo anterior, sí tengo una información con pruebas, investigarla bien, documentarme bien, y exponerla sin afán de exhibicionismos ni amarillismos, dando la versión del o los implicados y de todas las partes, sin juzgar y menos ser tendenciosa. Eso haría. Pero también haría lo que por años él me enseñó a decir o a escribir cuando uno ejerce esta noble labor “Licenciada, no es necesario decirle ratero a nadie, ni tampoco decir que es un inepto, corrupto, puerco o animal. Basta con exhibir tan sólo las pruebas de lo que se le imputa, y solita la audiencia lo va a decir”.

Por tanto apreciable lector o lectora, por ejemplo. Si usted cree que su líder, presidente o directivo, está haciendo transa, investigue, si en el proceso usted llega a encontrar una sola prueba de sus dichos, ya la hizo!!!!! Lo único que hay que hacer es: Aquí tengo un documento que comprueba que fulano o fulana de tal que es funcionario público, son provee y vende al sistema, la papelería y los equipos de cómputo, no aparece su nombre, aparece una razón social y al investigar en los registros resulta que esa razón social la representa un familiar cercano de fulana o fulano que es funcionario público. Ya sólo para rematar le escribes o dices. Juzgue usted. Estoy segura que la audiencia dirá. Es un ratero, corrupto, sin vergüenza, etc., adjetivos que una persona o comunicador no podemos decir, no porque en verdad no se pueda, sino porque va en detrimento de nuestra función y el objetivo, la credibilidad y la ética de la profesión; pues no podemos juzgar a nadie sin un proceso legal justo. Mientras no se investigue y compruebe ante la autoridad, es inocente.

Cuando hablemos o escribamos, no juzguemos, ni adjetivisemos a las personas. Eso, que lo haga la autoridad y la audiencia, tus lectores, la población en general, ya que de hacerlo, estamos obligados a comprobar.

Felicito y agradezco a la Presidenta de la ATP Gloria Karina López de Dios, por la oportunidad de capacitar al gremio y por la gentileza de su invitación. Enhorabuena líder!!!!!!

Gracias a Dios por mi bello trabajo y profesión, por la vida, la salud, los amigos, el trabajo, por las malas y peores decepciones, por todo Gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

Comentarios www.freewebs.com/columnaabc
P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?