Crystiam Estrada Sánchez
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A los ejemplos que daré les llamo el falso amor:
-Bueno quién habla, ha papá eres tú, si papá. Está bien, gracias ya lo esperaba. Adiós papá besos-
-Ya la hicimos amiga, ya tenemos dinero para salir a rolar. Márcale a Toto para que venga por nosotras a la uni, lo esperamos por la parada, dile-

El primero, es el dialogo entre una alumna universitaria y su señor padre y el segundo es el dialogo de la misma alumna universitaria, pero con su amiga. Les comparto lo anterior porque a eso le llamo el falso amor, no por parte de los hijos a los padres, eso está de más; le llamo así, al “amor” que según tienen los pares por los hijos, dándoles todo sin supervisar lo qué hacen, su vida, sus amigos, sus actividades y de sus vidas nocturnas, ni qué decir.

Pero eso no es todo, sé que debemos confiar en los hijos, pero no está de más vigilarlos porque el diablo no descansa y la tentación menos. Debemos entender que, si no los cuidamos, después no se vale llorar.

-Buenas tardes, si aquí te estoy esperando, a como quedamos-
-Con quién hablas Conchy, acuérdate que quedamos de ver a Susana al rato, para ir allá-
-Allá las alcanzo, voy a salir con Marcos, mi nuevo galán-
-No lo conozco, pero bueno, allá te esperamos-
Desde ese día que Esperanza habló con su amiga Conchy, no la ven, no saben nada de ella, ni sus padres, ni sus amigos. Nadie sabe qué será de ella, porque al tal Marcos, el nuevo galán, nadie lo vio y nadie lo conoce. En verdad lamento mucho lo que sucede con los adolescentes y jóvenes, pero lamento más lo que sucede con los padres de familia, no es descuido, no es desconfianza, sólo le llamo, el falso amor.

Le he puesto así, porque los mismos adolescentes y jóvenes dicen que cuando sus padres les dan todo, es porque los aman; la verdad no creo que sea así, por lo menos no del todo. Porque cuando se le da todo lo material a los hijos, esto debe ir acompañado de principios y valores como el respeto, la gratitud, el trabajo, la responsabilidad, el ser honestos, el decir la verdad, la confianza, la comunicación, el amor a uno mismo, el amor a Dios y muchos aspectos de la vida que deben ayudarlos a ser y no a tener.

Creo que poco a poco los padres han ido retomando y revalorando el rol social que les compete en cuanto a la educación, formación y buen vivir de sus hijos, sobre todo porque con la llegada de las nuevas tecnologías, entre ella la INTERNET; el uso de las redes sociales ha permitido que veamos videos, fotos y escuchemos audios de niñas, niños, jóvenes y adolescentes en situaciones deplorables, pero sobre todo en situaciones de muerte y eso, es lo que no queremos para nuestros hijos, más bien, para nadie. Cuidemos todos de todos y así, nos irá mejor, pero empecemos por casa.

Gracias a Dios por la vida, la salud, el trabajo, los amigos, los hijos, por todo, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?