Columna ABC…
Crystiam Estrada Sánchez vinculacioniaptab@hotmail.com Ante los hechos aberrantes que cada día nos entristecen a los tabasqueños, y creo que, a cualquier ser humano que no desee mal a su prójimo, no sólo basta con mostrar nuestro sentir, el asunto va más allá de escribir, de hablar, de dolor, de impotencia, de depresión social; esto tiene […]
18 de febrero de 2017

Crystiam Estrada Sánchez
vinculacioniaptab@hotmail.com
Ante los hechos aberrantes que cada día nos entristecen a los tabasqueños, y creo que, a cualquier ser humano que no desee mal a su prójimo, no sólo basta con mostrar nuestro sentir, el asunto va más allá de escribir, de hablar, de dolor, de impotencia, de depresión social; esto tiene que ver con el trabajo humano, de ejemplo y de acompañamiento que los padres de familia deberíamos brindar a los hijos. No tiene que ver con dinero, con escuelas, con el gobierno, con las autoridades, con el Diablo, con odio, con venganza. Tiene que ver con los padres de familia o con las personas responsables encargadas de educar y guiar a los más pequeños.

Falta poco para que como seres humanos perdamos lo poco que nos queda, nos hemos convertido en parte de lo mismo y cómplices de todo. Ahora le narro los qué:
Unos jóvenes detuvieron a dos jóvenes que habían asaltado y golpeado a una muchacha, pero después se atrevió a asaltarlos a ellos. Llegaron al lugar dos elementos de la Secretaria de Seguridad Pública en una camioneta y no hicieron nada, dijeron que tenían miedo de que los golpearan y frente a ellos, se llevaron a uno de los delincuentes (que portaba una navaja en la mano) su hermana, la tía, el papá, la abuela, la mamá y dos amigos. El caso es que los espectadores, vecinos de los asaltantes y mismos que gritaban a los policías “llévenselos, son ladrones”, sólo eso hicieron, gritaban y poco a poco sus voces se fueron callando cuando la hermana del delincuente les decía “cállense chismosos, que ya me las van a pagar”.

Basta de hipocresía, en verdad, razonando y siendo honestos. ¿Quién está mal?, ¿Los policías por ser miedosos y no hacer su trabajo?, ¿Los padres de familia, la hermana, la tía, los amigos, la abuela?, ¿Los vecinos a los que les roban, pero ven que alguien hace algo y no los apoyan, conocen a los delincuentes, son sus vecinos y se callan?, ¿Los jóvenes que detuvieron a los rateros, pero como no viven ahí, piden justicia y exigen que no los dejen libres?

En verdad lector o lectora, dígame ¿Quién está mal? Me siento con enojo, impotencia, decepcionada, confundida y temerosa de un pueblo que pide justicia, pero no la práctica, que espera a que le maten a alguien de su familia y lo que hará solamente será llorar.

Carcome nuestros huesos, el miedo, pero también se lleva el alma, la vida. Nuca se va a parar esto si como adultos y seres pensantes no abrimos los ojos y dejamos que el que hace las cosas mal siga.

Dejemos ya de criticar a nuestras autoridades porque ni en la casa tenemos autoridad con los hijos, no somos justos con los vecinos, no nos solidarizamos con el que está en desgracia, no educamos a los hijos y queremos educar al funcionario, no queremos lo malo, pero lo fomentamos desde el hogar y con el mal ejemplo.

Gracias a Dios por la vida, el trabajo, la familia, los amigos, los hijos, por todo, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

Comentarios www.freewebs.com/columnaabc
P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?

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