Columna ABC…
Crystiam Estrada Sánchez vinculacioniaptab@hotmail.com Amigo hay muchos, pero leales, honestos y de verdad, muy pocos. Quién no ha tenido malas experiencias con quien creía era su amigo. Desde el nivel preescolar, como niños, vivimos experiencias que por nuestra inocencia no nos damos cuenta, nos invitan a reflexionar y a seleccionar a los amigos, la típica […]
12 de febrero de 2017

Crystiam Estrada Sánchez
vinculacioniaptab@hotmail.com
Amigo hay muchos, pero leales, honestos y de verdad, muy pocos. Quién no ha tenido malas experiencias con quien creía era su amigo. Desde el nivel preescolar, como niños, vivimos experiencias que por nuestra inocencia no nos damos cuenta, nos invitan a reflexionar y a seleccionar a los amigos, la típica niña o niño que nos cae bien y le hablamos, jugamos y convivimos, pero resulta que a ella o a él, le cae bien otro niño y ese a ese niño o niña, al que llama amigo o amiga. Claro, nos desilusionamos y ponemos tristes, hasta le decimos a nuestros padres que ese niño o niña no nos quiere, pero es nuestro amigo. Los padres por su puesto nos dicen, que hay más niñas y niños y que debemos convivir con los demás; hay otros que prefieren decir, no les hagas caso.

Pero a medida que vamos creciendo en ese grupo social llamado escuela y en sus diversos niveles de aprendizaje académicos, vamos aprendiendo a seleccionar a los amigos y a las amigas, aquellos padres que están pendiente de sus hijos, ayudan; a los padres que no les importa con quién conviven sus hijos, pues no.

Bien dicen que nunca se deja de aprender, porque a pesar de tener 20, 30, 60 o hasta 80 años, la vida nos enseña quienes en verdad son los amigos.

A mediados del mes de enero de este año, me buscó una joven de aproximadamente 36 años que conocí por medio de un amigo, ella decía que me buscaba porque había interpuesto una demanda contra quien decía era su “amiga”, por supuesto ahora ex amiga. Me preguntaba cómo podía ella seguir adelante con su vida, después de que por más de 20 años le había brindado su amistad a la persona equivocada, ya que la que creía su amiga la introdujo en un mundo de drogas, deudas, mentiras, chantajes, robo, prostitución y lo último fue, lesbianismo, de hecho, ella dijo que cuando se dio cuenta de que su amiga era lesbiana, fue cuando le cayó el veinte. Pero ya para esto “su amiga” casi acaba con ella y la vida que quería en verdad tener.

El motivo de la demanda fue, porque precisamente la pareja (mujer) de su ahora ex mejor amiga, dejó un dinero en algún lugar del departamento donde vivían y alguien lo tomó. Por supuesto, le echaron la culpa a ella, lo cual concluyó con una demanda que en las investigaciones se llegó a la conclusión de que quien tomó el dinero no fue la acusada, sino su “ex amiga”.

Esto fue para bien de la chica con quien platiqué, pues de esa manera fue como se abrieron los ojos y el corazón de la joven, para darse cuenta de que en verdad jamás fue su amiga. Cuantas personas o hasta familiares tendremos que son así, muchos, pero lo bueno de todo es que no veamos con los ojos de cuerpo, sino con los del corazón y en cada una de las acciones que hacen quienes llamamos “mejores amigos”.

Con alegría les comparto. La chica, hoy es una profesionista, es dentista, tiene su consultorio, no sabe nada de drogas, de amores, de alcohol, de prostitución, de nada, se dedica a su vida, plena y feliz a lado de su madre y hermanos. Eso sí, con huellas y heridas que espero algún día desaparezcan.

Gracias a Dios por la vida, la salud, el trabajo, los amigos, la familia, por todo, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura, Dios nos bendiga.

Comentarios www.freewebs.com/columnaabc
P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?

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