Crystiam Estrada Sánchez
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Aunque la mayoría de las veces soñamos con lo mejor, en todos los aspectos de la vida, ya va siendo tiempo de ver nuestra realidad, llorar, gritar y seguir. Ya dejemos de lamentar y de también mentársela a quienes de una u otra manera han dañado a nuestro país, nuestro Estado, nuestra comunidad, nuestra colonia, nuestras casas, nuestro patrimonio; el estar pensando en lo que pudo ser, no nos permite ver el potencial tan grande y la gran diversidad de oportunidades que hay en nuestro alrededor.

No deseemos la posición de algunos funcionarios público, ellos, aunque no se den cuenta porque están arriba de un ladrillo, son efímeros y sus cargos públicos también; mucho menos deseemos lo material y el dinero que a su vez podrían obtener en sus funciones, pues cada quien tendrá lo que merece y en su justa medida, lo sé. Pero, además, lo material es lo que menos debemos ambicionar y desear del otro, pue son sabemos cómo lo consiguió y sea como sea, algún día, tendrá que pagar.

Lo mejor que podríamos hacer en tiempos de vacas flacas es ahorrar, cuidar el empleo quienes lo tienen y ser felices disfrutando lo mucho o poco que tengamos. Miremos como muchos que nos han dado tanto, han muerto en la pobreza y peor aún, veamos como muchos que han tenido tanto poder, dinero e influencias, acaban igual que todos, en un cajón y en un hueco de tierra.

Basta ya de ver lo malo (y vaya que hay cosas malas), en la actualidad lo que importa es la capacidad que tengamos de vivir, pero con dignidad y si no podemos brindar al prójimo lo que debe ser, por lo menos al prójimo más cercano que es la familia, si démosle tranquilidad, paz y amor.

Comprendo que a veces uno saca su, peor fuaaaaaaa, mire que yo en lo personal lo he hecho y quienes me conocen lo saben, eso sí, aunque digan que soy enojona, no es así, sólo me defiendo. Por eso entiendo que usted se sienta devastado por lo que pasa en el país, en el Estado, en las familias, en las escuelas, en la calle; pero reflexionemos un momento; en casa debemos empezar por tratar de que eso malo que vemos otros lados, por lo menos no altere a quienes amamos y nos aman.

Quizá mi opinión de hoy le sorprenda, espero que no, pues es una invitación a seguir adelante, aunque los amigos nos dejen solos, aunque veamos personas que se corrompen, aunque veamos padrastros que matan niños, mujeres que le desean la muerte a sus esposos o esposos que les desean la muerte a sus esposas, aunque veamos líderes que se venden al mejor postor, aunque veamos medios de comunicación que callan, aunque veamos que quien prometió algo no lo cumplió, aunque veamos desgracia, destrucción, maldad, muerte, egoísmo y odio…….hay que seguir. Tal vez, este, sea el sentido de la vida, luchar por seguir.

Somos humanos y como tal, sentimos, así que por lo menos en atención a todo aquello que nos espanta y no nos gusta, tratemos de hacer un lugar mejor, desde el hogar con nuestros hijos, en el trabajo con los compañeros o en la calle con el desconocido, tal vez así borremos un poco la mala imagen de aquellas personas que no nacieron para construir, sino que nacieron para destruir.

Gracias a Dios por la vida, la familia, los amigos, el trabajo, mis hijo y esposo, por todo, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna