Crystiam Estrada Sánchez
Actos vandálicos son los que se viven hoy en Tabasco, algo inimaginable que fuera a suceder, en plena era de las nuevas tecnologías y ante los grandes retos que hay en el mundo.

Grandes pensadores como Carlos Marx, decía que el mundo se acabaría porque el mismo ser humano lo destruiría, ya no con bombas nucleares, sino con palos y piedras, porque llegaría el día que la tierra seria sólo eso, tierra.

Es importante que los ciudadanos, políticos partidistas y sobre todo los gobernantes de este Estado y del país, nos demos cuenta y se den cuenta de que desde los procesos electorales se fomenta el vandalismo, pues desde el momento en que hay personas capaces de vender su voto y dejar en prenda por unos pesos su credencial de elector, ya se están formando estas urbes de seres humanos, capaces de todo, inclusive, de ser convocados por personas ruines y perversas que lo único que desean es desestabilizar una comunidad, ciudad o país. En concreto, se vuelven presa fácil para cometer las fechorías y actos fuera de la ley, de los que desde hace días en Tabasco estamos viendo.

Buscar culpables es ilógico y sobre todo una falta de tiempo en todos los aspectos, los únicos culpables son los mismos ciudadanos que venden y prestan su voto junto con su credencial de elector; esos que por el momento y en días de elecciones extienden la mano por unos pesos, pero que los demás días de los demás años, no extienden la mano para trabajar y como el dinero no es suficiente, la opción que les queda es delinquir y seguir siendo serviles de personas que buscan el mal y no el bien del este bello Estado de Tabasco.

El día que los ciudadanos que venden su voto, abran los ojos y se den cuenta del poder que tienen para cambiar este país, ese día el mundo se volcará como un nuevo mundo y una trasformación para la humanidad, porque querrá decir que ya razonan su voto, que eligieron de manera libre y soberana, pero sobre todo que son libres y que quieren contribuir a cambiar, lo que sea, pero a cambiar, desde la naturaleza de ellos mismo, hasta su entorno.

Tomemos conciencia, robar es un delito y si desestabilizamos nuestro Estado y las ciudades con actos vandálicos, no habrá autoridad que lo permita, pero tampoco ciudadano que no se defienda.

Jamás he leído que este tipo de movilizaciones lleven a buen fin, pero, además, no comprendo por qué reaccionar como animales y ladrones, sobre todo cuando es lo que más reclamamos que no hagan nuestras autoridades. Es irrisorio.

Cuando se delinque, se debe someter al juicio de la ley, no esconderse bajo el liderazgo de ningún político o funcionario, simplemente pagar. Claro, unos delinquen de otra forma, pero no debemos ser mal ejemplo para los demás como ciudadanos, porque posiblemente se escapen del juicio de la ley, pero de la mano de Dios, nunca.

Gracias a Dios por la vida, el trabajo, la salud, los amigos, las buenas y peores, pero sobre todo por estar, gracias por todo Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?