Crystiam Estrada Sánchez
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Acopa es el oficial de la Policía Estatal de Caminos (PEC) que conduce la motocicleta de número 236, un funcionario público como pocos, así como también lo es su jefe, el Director de la PEC, Miguel Ángel Salazar.

El pasado martes, la ciudad era el caos, pero a pesar de ello los elementos de la PEC, jamás dejaron de realizar sus funciones en las avenidas Pagés Llergo, en Ruíz Cortines y en todo lo que conforma la zona de la cultura de la UJAT.

Fue a eso de las 2 de la tarde que el conductor de un automóvil invadió mi carril, colisionando su unidad con la mía, pero como siempre, creen que, como mujer siempre tenemos la culpa (bueno en el mayor de los casos, si, y no es pleito de genero). El caso es que el oficial Acopa, llega al lugar de los hechos y de inmediato se presenta con los implicados en el asunto; sin contar con la astucia del otro conductor, quien con alevosía y ventaja le dijo -me tuve que atravesar, porque esta mujer ya se quería escapar- ante lo cual inmediatamente la mujer (yo) reaccionó diciendo entre tantas cosas, que tenía los pantalones de adorno y lo otro también, pues si algo tengo es que agachona no soy y sinvergüenza menos (pobre oficial Acopa, ya le pagaré la ensalmada del susto que le pegué cuando me vio con el fuaaaa).

Buscó el oficial Acopa controlarme (sin conocerme) con explicaciones y desde ese momento me ganó, pues dijo –lo justo es lo justo y aquí estamos para saber la verdad, a nadie le doy la razón- y se fue a hacer su trabajo. Tomó fotos, observó, midió, hizo preguntas a ambos, solicitó los documentos, pidió llamáramos al seguro, explicó el procedimiento y todo lo que al respecto dice la ley, hasta que finalmente nos dijo esperen un momento, debo informar a mi jefe y que le marca al Director de la PEC, le comentó los pormenores del percance (no lo del fuaaa) y colgó.

Posteriormente nos dijo a los dos conductores -debo informar a mi jefe porque así debe ser- y qué te dijo tú jefe, le pregunté, señalando el oficial – que proceda conforme a la ley-. En ese momento llegó el ajustador del otro conductor, quien muy altanero y sácale punta dijo – no le pagaremos nada a la señora- y a lo cual respondí (observando los ojos grandes y de sorpresa del oficial de tránsito, a quien por primera vez en mi vida conocía) – no se preocupe, lo que la autoridad diga, que nos lleven al corralón-. Mientras yo hablaba, el oficial de la PEC iniciaba el procedimiento correspondiente al traslado de las unidades. Pero de repente una voz dice……. – No mejor no, yo le pago a la señora su golpe, mejor llevamos su vehículo al taller y ahí muere, reconozco que tuve la culpa-

Cuánta razón tenía el oficial Acopa al decir que lo justo es lo justo y la verdad se sabe porque se sabe, pero también, todo depende de un jefe honesto y sin malas pretensiones, que no abusa de su poder para decir – proceda conforme a la ley-.

Gracias Director de la PEC y oficial Acopa, gracias a aquellos funcionarios que sí le responden al Gobernador y al pueblo de Tabasco con trabajo, lealtad y justicia, como son ellos, el Director General del ISSET Agapito Dominguez Lacroix, El Maestro Fernando Valenzuela Pernas, Fiscal del Estado, la Maestra Martha Osorio Broca, Directora del IEAT, Don Francisco Peralta, Gustavo Rosario y muchos más…. Todas esas palabras contienen la esperanza que los tabasqueños tenemos en las autoridades, contienen el ánimo que como ciudadanos nos damos unos a otros para seguir en esta fauna, contienen lo que le falta a un funcionario con muchas empresas, dinero, poder y privilegios dentro del gabinete, pero no tiene el amor, la gratitud y la pasión por lo que hace. Se necesita de verdad como dice Arturo Núñez, amor por Tabasco.

Gracias a Dios por la salud, el trabajo, la vida, la familia, los amigos, las altas y bajas, por todo, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura y que Dios nos bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?