Aunque no hubo graves daños en la Zona Arqueológica del Templo Mayor tras el derrumbe de una de las cuatro techumbres metálicas, Patricia Ledesma, directora del museo de sitio, señaló que sí existe preocupación por las lluvias futuras, por ello, prevén que hoy terminen el peritaje y a la par, se trabaja en la colocación de una protección provisional.
“Todavía no podemos decir cuánto (tardará el retiro de la estructura metálica). Necesitamos ver qué tan estable está la cubierta. Las cuatro estructuras que hay en Templo Mayor están armadas, es posible que la que se cayó la vayamos retirando por partes, es decir, que no la retiremos de un jalón, eso nos va a ayudar y tener mayor control de que no se vaya a caer nada y dañar el edificio. Esperemos que sea lo más pronto posible porque nos preocupan las lluvias”, dijo Ledesma.

La importancia de la Casa de las Águilas
La Casa de las Águilas, es una de las edificaciones más impactantes del antiguo centro ceremonial tenochca.
En la década de 1980 las excavaciones realizadas en la Casa de las Águilas, develaron la que resultó ser una de las edificaciones más impactantes del antiguo centro ceremonial tenochca, con una arquitectura palaciega que imitaba el estilo tolteca, y el hallazgo de dos esculturas de imponentes guerreros águila, flanqueando uno de sus accesos.
A principios de los años 90, en virtud de que el ala norte de esta construcción se mantenía oculta en las proximidades de la calle Justo Sierra, el arqueólogo Leonardo López Luján planteó su exploración; localizando su acceso principal después de la cuarta columna.
Imaginó que al ser contraparte de la élite de los guerreros águila, la entrada estaría custodiada por guerreros jaguar. La sorpresa fue mayúscula al encontrar, el 7 de agosto de 1994, en las entrañas de la Casa de las Águilas del Recinto Sagrado de México-Tenochtitlan, el rostro desmesurado y de rasgos infantiles de Mictlantecuhtli. El director del Proyecto Templo Mayor (PTM), López Luján,ha dicho que considera a ese hallazgo como uno de los días más memorables de su carrera.
El descubrimiento del par de esculturas de esta deidad que, con sus 1.70 metros de altura, esternón e hígado al aire y garras amenazantes, tuvo un lugar preponderante en la exposición Aztecas, que está actualmente exhibida en el Museo de Viena y será visitada hasta junio próximo.
Ciudad de México
Agencias