José David Sánchez Plaza
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Antes de ser gobierno, el PRD siempre pedía que los funcionarios o quienes se dedican a la política, deberían de caracterizarse por ser honestos, tener ética, moral, buena fama pública y no sólo parecerlo sino serlo.

Los dirigentes y quienes militan en ese instituto político de manera permanente criticaban o hacían señalamientos en contra de funcionarios o políticos de otros institutos políticos que actuaban de manera deshonesta.  Ahora que son gobierno, se hacen de la “vista gorda”. No ven las presuntas irregularidades que se registran en la administración pública estatal, “no ven ni escuchan ” y mucho menos hacen señalamientos.

A pesar de tener encomiendas de suma importancia, hay funcionarios de la administración Nuñista que sin ningún recato no guardan las formas, ni mucho menos tienen ética o moral.

Hay funcionarios de la Sernapam, el Congreso local, la PGJ o ayuntamientos, que se dan el lujo de cobrar como funcionarios públicos y también como docentes, aún y cuando sus horarios de clases y administrativos se cruzas, incumpliendo en ambas partes.

Hay funcionarios estatales que devengan doble sueldo, estando en la nómina estatal con cargos de la mayor relevancia como una secretaría o una subsecretaría, pero también como profesores universitarios, según lo demuestran documentos oficiales.

Un claro ejemplo de ellos, es el caso de Claudia Elena Zenteno, Secretaria de Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam), devenga un salario mensual de 71 mil 100 pesos; a los que se suman 24 mil 104 pesos que percibe como profesora de la División Académica de Ciencias Biológicas en la UJAT.

En la misma situación se encuentra Santana Martínez Hernández, Subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental que devenga un sueldo mensual de 42 mil 623 pesos y a pesar de que el horario de trabajo en la Sernapam es de 8:00 a 15:00 horas, de lunes a viernes, aunque sus horarios se crucen, imparte clases de hidráulica y derecho ambiental, los lunes, miércoles y viernes de 11:00 a 13:00 horas y de 13:00 a 15:00 horas, respectivamente con un salario de 20 mil 076 pesos mensuales.

De la misma forma, Lilia Gamas Campillo, Subsecretaria de Fomento a la Política Ambiental, tiene un sueldo mensual de 42 mil 623 pesos y al mismo tiempo, da clases de manejo de áreas protegidas y examen tutorial los lunes, martes, jueves y viernes, de 07:00 a 09:00 hrs y de 19:00 hrs. A 21:00 horas, respectivamente cobrando 32 mil 429 pesos como catedrática.

No se sabe si sea ilegal o no, pero es antiético y poco moral, toda vez que los horarios de la función pública se les cruzan con los de clases y no atienden al cien por ciento, ni una, ni otra cosa, siendo que ambas son importantes. La Contraloría del Estado es la encargada de revisar y sancionar en su caso esta presunta irregularidad.

Pero esos funcionarios de la administración Nuñista no son los únicos que dobletean salarios, pues se sabe que el Procurador del Estado, Fernando Valenzuela Pernas, impartía -hasta 2013- clases de derecho; mientras que la diputada local del PRD, Ana Bertha Vidal Fócil, forma parte de 10 comisiones en el Congreso e imparte clases de contaduría.

Cómo se puede pedir a un funcionario de la SERNAPAM que atienda las demandas y planteamientos de los habitantes de Nacajuca y Jalpa para que se les pague los daños que ocasiona la actividad petrolera en sus comunidades, con personas que no tienen ningún recato en desempeñarse en dos cargos a la vez.

¿Será que estos funcionarios Nuñistas tienen la virtud de la ubicuidad, es decir estar en dos lugares a la vez? O a menos que tengan como en las películas dobles para que los sustituyan en los lugares en los que no puedan estar y deben hacerlo.

Ya es tiempo en que se actúen en contra de la deshonestidad, la falta de ética y la moral porque la sociedad demandó y voto por un cambio. Por ahora no se ha demostrado que las persona tuvieron razón porque sigue siendo más de lo mismo.

Lo sobresaliente
Abarrotadas lucieron las playas de Tabasco por la Semana Santa. Se debe destacar el trabajo que el alcalde de Paraíso, Jorge Alberto Carrillo y sus colaboradores, hicieron para atender a los miles de personas que acudieron a ese lugar, cuando se quiere se puede.