Jorge Núñez
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Así como Roberto Madrazo se llevó la tarde en el evento masivo del sábado, encabezado por el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, los grandes marginados fueron el excandidato perdedor a la Gubernatura, Jesús Alí de la Torre, y el exmandatario Enrique Priego Oropeza.

En el primer caso, el de Jesús Alí, aspirante al Congreso federal, los asistentes tomaron nota de su ausencia en el presídium, donde fueron colocadas cinco filas paralelas con alrededor de sesenta personas. Allí estaba hasta el “hijo del vecino”, por decirlo coloquialmente, ya que fueron sentados dirigentes, representantes populares e invitados de honor de las más diversas corrientes de Tabasco.

Ni César Camacho Quiroz ni Erubiel Alonso, los únicos oradores en el acto, hicieron mención de la presencia del exdiputado local, quien llegó acompañado de su compadre, el aspirante a la alcaldía de Centro, Adrián Hernández Balboa.

No es la primera señal enviada por César Camacho sobre un distanciamiento con el expresidente municipal de la capital tabasqueña. El primer desencuentro de importancia se dio con la salida de Jesús Alí como coordinador de Políticas Públicas de la Sedesol.

Aunque Chucho manejó una renuncia voluntaria, surgieron varias especulaciones debido a que esta se dio, curiosamente, días después de que el Órgano Superior de Fiscalización anunciara una revisión a su cuenta pública en la alcaldía de Centro.

A inicios de año, Mario Llergo Latournarie, integrante del grupo político de Jesús Alí, había denunciado ya una supuesta red de corrupción en el DIF estatal y había embestido duramente contra el Gobierno del Cambio Verdadero, por medio de la exigencia de eliminar el Impuesto Estatal Vehicular.

Como la relación entre el Gobierno Federal y la administración estatal se ha mantenido estable, fructificando en acuerdos de beneficio para Tabasco, un alto mando del tricolor decidió que era el momento de que la  Sedesol le diera las gracias a Alí. Aunque Chucho se deslindó públicamente de Mario Llergo, esta versión careció de credibilidad.

Desde luego que Alí no está solo ni manco, ya que sigue manteniendo comunicación con Benito Neme, el director de Capufe, quien sigue soñando con la Gubernatura, haciendo escala obligada en una diputación federal para 2015. Chucho, pues, tiene en los Neme una tablita de salvación.

El caso de Enrique Priego es mucho menos complicado, aunque no por ello menos interesante. El líder del CEN decidió prescindir de su presencia como exgobernador por la clara cercanía que ha mantenido con  la administración perredista del alcalde de Centro, Humberto de los Santos Bertruy. En las filas del tricolor se ha llegado a decir que Priego es un priísta “perredizado”.

Sea por una razón u otra, la tarde del sábado fue para el PRI una ocasión para las reconciliaciones, como lo ejemplifica el caso de Roberto Madrazo, pero también para los desencuentros, como lo reflejan los distanciamientos con Jesús Alí y Enrique Priego.

Núñez y la inseguridad
Ante la ola de crímenes que ha golpeado a Tabasco, con un saldo de siete ejecuciones, en lo que es la semana más sangrienta de los últimos años, el gobernador Arturo Núñez anunció ajustes en los operativos policiacos. El mandatario se reunió la tarde de ayer con el grupo de coordinación de Seguridad Pública para modificar las acciones y lograr más eficacia en la prevención del delito. Sobre un posible cambio en la Secretaría de Seguridad Pública, el gobernador afirmó: «Todo a su tiempo». Lo cierto es que la ciudadanía exige cambios de fondo en la política de prevención y castigo del crimen.

Jalpa de Méndez
El PRI no debería tener mayor problema para elegir a su candidato a la alcaldía en este municipio. Es el caso de Roberth Gender, un político joven que ha concitado el respaldo general de la ciudadanía y de la militancia. El tricolor ha tomado nota de su creciente popularidad, y lo evalúa como su carta más fuerte para recuperar este municipio gobernado por el PRD. Ayer, por cierto, compartió un ameno desayuno con los periodistas de la “Mesa de la Fraternidad”, ante quienes dejó una muy buena impresión.