Centenario del natalicio de Don Jesús Antonio Sibilla Zurita, un hombre ejemplar
Con la acción y el servicio social que ofreció como docente, abogado, diputado y conductor fundador del noticiero radiofónico Telereportaje, ni duda cabe que este 5 de octubre Tabasco festejará el primer centenario del natalicio de Jesús Antonio Sibilla Zurita: la inigualable e inolvidable voz del despertar tropical que revolucionó la comunicación en el sureste […]
5 de octubre de 2022

Con la acción y el servicio social que ofreció como docente, abogado, diputado y conductor fundador del noticiero radiofónico Telereportaje, ni duda cabe que este 5 de octubre Tabasco festejará el primer centenario del natalicio de Jesús Antonio Sibilla Zurita: la inigualable e inolvidable voz del despertar tropical que revolucionó la comunicación en el sureste y en México.

Es un hecho la celebración por el primer centenario del natalicio de quien nació un 5 de octubre de 1922 en Jalapa, Tabasco. Es de merecer porque por 67 años de vida fue marcando un derrotero familiar y de contemporaneidad diferente; abriendo brecha siempre por y en favor del servicio social y la justicia humana. Aunque la relatoría de hechos oficiales escasea, la voz del pueblo divulga acciones y obras que definen la trayectoria del primer comunicador que abrió los micrófonos al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Lo hizo en plena manifestación de lo más oscuro del PRI en Tabasco: antes, durante y después de la elección de gobernador del 9 de noviembre de 1988. Atreverse a romper el cerco de la censura y autocensura mostró el carácter y voluntad libre y democrática de un personaje ya enraizado en la historia nacional cuyo ciclo de vida concluyó el 2 de julio de 1989.

“Mi voto fue en favor del licenciado Jesús Sibilla Zurita. Voté por él, no por su militancia priísta, sino por su ejemplo como comunicador social. Se trata de un profesional de la información. Desde hace 26 años, en forma ininterrumpida, ha venido conduciendo un programa de radio, en el cual no sólo trasmite noticias, sino que da a conocer los planteamientos de los tabasqueños y presta un valioso servicio social. Por eso, “Telereportaje”, como se llama su programa de radio, es el más escuchado del Sureste. Además, Sibilla es diferente a otros. Es un hombre honesto y de principios, que ha logrado sostener un criterio independiente y jamás ha sacado provecho económico de la extraordinaria influencia política de su programa”.

Así reconoce el presidente López Obrador a su paisano en el libro “Tabasco, víctima del fraude electoral”, publicado con prólogo de Carlos Monsiváis en 1990.

Murió, sí. Físicamente no está, sí, pero su huella por dónde pasó y sembró está en la memoria de varias generaciones, incluyendo la naciente tecnotrónica, al punto de considerarlo inmortal. Aun los que nacieron a mediados del siglo 20, reviven la figura esbelta y elegantemente vestida que trataba de pasar desapercibida cuando caminaba por la antigua Villahermosa. La otra imagen que reviven ahora ya en comunión con los coterráneos del tercer milenio es la de las manecillas del reloj de pared marcando la hora que despabilaba a la audiencia con la frase consigna: “¡Son la siete de la mañana en punto!”
Fue abogado, catedrático, diputado local, empresario, aficionado al beisbol, seguidor de los Yankees de Nueva York, bohemio, “un hombre serio”, dicen, cuyo carácter y lealtad a sus principios y valores lo revela una anécdota divulgada entre el gremio de locutores, esos sobrevivientes que compartieron con él lo que se dice coloquialmente, “el pan y la sal”:
“Agradezco a los locutores de México que me rindan este homenaje, yo se los agradezco infinitamente, pero…¡Yo no soy locutor!¡Nunca lo he sido ni me he sentido locutor! ¡Me gustaría algún día ser locutor!”, reseña J. Jesús Martínez Velázquez en el libro intitulado “Jesús Antonio Sibilla Zurita y Telereportaje”, donde rinde homenaje a su maestro, jefe y compañero de trabajo que en la década de los setentas recibió un homenaje durante el Congreso Nacional de la Asociación Nacional de los Locutores de México que se llevó a cabo en Villahermosa en la década de los setentas.

En las páginas 45, 46 y 47, el autor narra pormenores del reconocimiento que el aludido recibió a través de la medalla “Rubén Zepeda Novelo” durante la cena de gala que se realizó en los jardines de la Quinta Grijalva ante el gobernador Mario Trujillo García y su esposa Beatriz Zentella de Trujillo, además de sus colaboradores de confianza Juan José Rodríguez Prats, Arturo Núñez Jiménez y, entre otros Ignacio Rodríguez Castro que era el encargado de prensa.

Añade Velázquez Martínez tras la inesperada observación de Sibilla Zurita:
“Quedaron las palabras en el ambiente, los locutores de bien timbradas voces meditaron el tremendo mensaje de humildad del gran comunicador que así hacía notar sus fallas públicamente. Habló el humano, el justo, el humilde; pero la forma de hablar, de hilar, de hilvanar, de embellecer las frases; la seguridad en la persona hicieron que se le prodigara un aplauso que brotó del fondo de los corazones de los asistentes y los locutores de Baja California, de Yucatán, del centro del país; se pusieron de pie porque se dieron cuenta que al que se rendía homenaje a nivel nacional ¡ciertamente lo merecía!”

Tal aplauso se tendrá que seguir escuchando este miércoles 5 de octubre por el primer centenario del natalicio del hombre de palabra universal: Jesús Antonio Sibilla Zurita.

Datos de una vida ejemplar
Jesús Antonio Sibilla Zurita, cursó la educación primaria en el Instituto José N. Rovirosa; secundaria y primer año de bachiller en el Instituto Juárez. Partió al entonces Distrito Federal para concluir la preparatoria e iniciar y terminar la abogacía en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Cursaba el segundo año de la licenciatura cuando sus altos promedios en la materia le fue reconocida por las autoridades educativas con la responsabilidad de dar clases hasta que egresó su generación 1940-1944. Además de continuar su preparación académica y la tarea frente al aula, desde el tercer año de la carrera ya litigaba asuntos de derecho penal, civil y amparos en la entonces llamada “ciudad más transparente”.

Al retornar a Tabasco como flamante abogado, fundó con su homólogo Jorge De la Cerda Ritz la primera delegación del ministerio público siendo gobernador Francisco J. Santamaría. En ese sexenio (1947-1952) fue electo por vez primera como diputado local por los municipios de Jalapa y Tacotalpa. Posteriormente se desempeñó como secretario del ayuntamiento de Centro.

En la segunda ocasión que fue electo diputado local, ahora por los municipios de Teapa, Tacotalpa y Jalapa, siendo gobernador Manuel Rafael Mora Mrtínez, fue uno o el principal promotor y defensor de la autonomía de la Universidad Juárez de Tabasco. Esa huella que confirma su vocación por la educación –por un tiempo ejerció como catedrático de la secundaria y preparatoria del Instituto Juárez impartiendo las materias de Civismo, Historia de México e Historia Universal– trasciende más porque la dieta mensual de la Legislatura 45 al Congreso local la distribuyó para obras sociales de las localidades que representaba.
En el no tan lejano 2 de diciembre de 2022 se cumplirán 66 años de haber contraído matrimonio con Irma Leticia Oropesa Espinosa, con quien procreó a sus hijos Jesús Antonio, Sergio Raúl, Leticia del Carmen y Emmanuel.

La vocación de servicio, la voluntad y el espíritu de lucha por abrirse paso en el tiempo con trabajo, esfuerzo y sacrificio requería espacios. Había logrado la instrucción universitaria con creces; ya destacaba en la docencia y también en el quehacer político no sin enfrentar la contracorriente humana. La fuerza del trópico se manifestaba irrefrenable; requería espacios para construir progreso y desarrollo. Con esa premisa, Sibilla Zurita aparece en la radiodifusora XEWM.

Rondaba los 36 años cuando encontró el micrófono. Mejor dicho: entendió que sólo con la comunicación oral podría trasmitir a los demás todo ese ímpetu, brío, vehemencia y mística con que la naturaleza humana lo había dotado. Antes, había probado con escritos en el semanario El Momento, donde se firmaba las colaboraciones con el seudónimo Tom Collins. De ahí que la primera columna de sociales que intercalaba con programas musicales la denominara Tomcollinadas.

Buscado horizontes mejores o mayor proyección para los objetivos trazados en su yo interno, encontró albergue en la radiodifusora XEVA, emisora en la cual llegó a presentar hasta 15 programas diarios. Uno de tantos se relacionaba con la información que en esa década de los 50´s generaba Tabasco, el sureste, México y el mundo. Así es que el noticiero “Sarape de América, Arcoíris del Mundo”, pudo considerarse como el antecedente inmediato de los que el 22 de septiembre de 1958 presentó a la audiencia como Telereportaje. Y tal vez de lamañanera del presidente López Obrador…

Las oportunidades políticas lo distanciaron por un breve tiempo de los radioescuchas. Sin embargo, un traspié de uno de sus allegados decidió el gran retorno que lo inmortalizaría: el gerente de la XEWM –mutada con el tiempo en XETAB—Efraín Castillo fue el incentivo que ofreció la oportunidad que haría de Sibilla Zurita trascender la historia de la comunicación en México.

Cita universitaria
Con una fe de errata –fija el nacimiento el 15 y no el 05 de octubre como consta en acta del registro civil–, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) incluyó en su Diccionario Institucional a quien durante su carrera como docente del Instituto Juárez ocupó, el 29 de junio de 1959, la secretaría general de la Universidad Juárez de Tabasco en sustitución de Gabriel Gutiérrez Martínez siendo rector Mario Brow Peralta. Esta es la transcripción de la cita de consulta universitaria:
“Sibilla Zurita, Jesús Antonio. (Chucho Sibilla) Licenciado en Derecho por la UNAM. Nació en Jalapa, Tab., “el 15” de octubre de 1922. Fue diputado local por el distrito VIII, en la XL y en la XLV Legislaturas. Incursionó por primera vez en la radio a fines de la década de los 50, del siglo XX, en la radiodifusora XEWM; sus aspiraciones políticas lo hicieron retirarse algunos meses de la radiodifusión, cuando regresó lo hizo en la estación XEWM (hoy XETAB) y el 22 de septiembre de 1958 nace su programa Telereportaje, tiempo después produjo los programas Alma Ranchera y Noticias en Flash. En 1949 formaba parte de la planilla de maestros del Instituto Juárez, en donde impartió las cátedras de Educación Cívica y Economía Política. En 1959, como maestro del bachillerato de Ciencias Sociales, dependiente de la Universidad Juárez de Tabasco, impartió la materia de Historia Universal. En vida recibió varias distinciones dentro de las que destacan: haber sido declarado Hijo predilecto de su pueblo natal; También la Asociación Nacional de Locutores le otorgó el Reconocimiento Rubén Zepeda Novelo por su aporte a la radiodifusión nacional y en 1980, recibió el Juchimán de Plata. Falleció el 2 de julio de 1989. El Congreso de Tabasco le otorgó pos morten la Medalla José María Pino Suárez, por el servicio y lealtad a su estado.

Reconocimiento Legislativo
Oficio 000002 del Poder Legislativo de Tabasco donde la Legislatura 54 expone los considerados que llevó a la soberanía emitir el decreto número 0340, que suscribe el gobernador sustituto Manuel Gurría Ordóñez y Enrique Priego Oropeza, secretario de Gobierno, el 28 de septiembre de 1992, para la entrega “post mortem” el Premio “Licenciado José María Pino Suárez”, al extinto licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita…

“Considerando
Primero: Que con fecha 14 de enero de 1986, el H. Congreso del Estado emitió el decreto número 0454 por medio del cual se crea el Premio “Licenciado José María Pino Suárez”, en reconocimiento a los hombres ó mujeres mexicanos que por sus hechos, su conducta ejemplar, su aportación a la ciencia, la cultura o las relaciones humanas, el arte o el civismo, se hayan distinguido en grado eminente al servicio del Estado, la Patria ó la humanidad y se hagan acreedores a él;

Segundo: Que la vida y obra del Licenciado José María Pino Suárez, es ejemplo de lealtad y amor a Patria, valor cívico, servicio, moralidad y respeto a las instituciones; por lo tanto debe estimularse a los hombres ó mujeres que se distingan, con las recompensas del reconocimiento a su obra, servicio, pensamiento o ejemplo en grado eminente;
Tercero: Que la Comisión de Postulaciones previamente cursó las invitaciones a los diversos sectores de la Sociedad Tabasqueña, para que presentaran sus propuestas, mismas que fueron recibidas y analizadas por la propia Comisión, coincidiendo la mayoría de ellos en que la persona idónea para que se le otorgue el Premio “Licenciado José María Pino Suárez”, es el extinto licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita;

Cuarto: Que en atención a las propuestas anteriormente mencionadas, la Comisión de Postulaciones, estima que la persona merecedora al Premio “Licenciado José María Pino Suárez”, es el extinto licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita, en reconocimiento a su limpia y elevada labor social desarrollada por más de treinta años, a través del Programa Radiofónico “Telerreportaje”;

Quinto: Que como el señor licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita, es persona fallecida, el Premio “Licenciado José María Pino Suárez”, deberá ser otorgado “Post Mortem”, a través de los familiares del condecorado, de conformidad con el artículo Séptimo del Reglamento de dicho Premio;

Sexto: Que siendo facultad del Congreso, de acuerdo a lo estipulado en el Artículo 36 Fracciones I y XV de la Constitución Política Local, expedir, reformar y derogar leyes y decretos para la mejor administración del Estado, planeando su desarrollo económico y social, así como decretar recompensas y honores a los que se distinguen por servicios prestados a la Patria o a la humanidad;
Ha tenido a bien emitir el siguiente:

Decreto Número 0340:
Artículo Único: Se otorga “Post Mortem” el premio “Licenciado José María Pino Suárez”, al extinto licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita, a quien se le considera merecedor de tan alto honor, lo anterior hágasele saber a su esposa señora Irma Leticia Oropeza Vda. De Sibilla, así como a sus hijos Jesús Antonio, Sergio Raúl, Emmanuel y Leticia Sibilla Oropeza, e invitarles a que lo reciban en el Recinto de la H. Cámara de Diputados en Sesión Solemne, cuya fecha de celebración, previamente acordará esta Soberanía Popular. (…)”

En sesión ordinaria y por unanimidad de votos, el pleno del Congreso local aprobó el decreto en cuestión el 22 de septiembre de 1992, siendo presidente de la mesa directiva el diputado Ramón López Alberto y secretario Ventura Marín Fons. La resolución fue pública en el Periódico Oficial número 5599 de fecha 14 de octubre de 1992.

Fue el gobernador sustituto Gurría Ordóñez quien, luego de la intervención en tribuna de Jesús Antonio Sibilla Oropeza, entregó la medalla que lleva el lema “Honor a quien honra a Tabasco y diploma “Lic. José María Pino Suárez”, a la señora Irma Leticia Oropeza Vda. De Sibilla, durante la sesión solemne que se realizó el 20 de octubre de aquel año. La entonces Gran Comisión de la Legislatura 54 era presidida por el diputado Carlos Francisco Dagdug Cadenas y por el secretario Guillermo Narváez Osorio, actual rector de la UJAT.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

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