Los que tienen algo de dinero abordan los camiones de pasaje para tratar de llegar lo más cerca posible de la frontera con Estados Unidos de Norte América

Tenosique
Francisco Díaz Ballina
Corresponsal
Centenares de migrantes permanecen “varados” en este municipio, muchos salen a las calles para pedir dinero a fin de comer algo, todo esto ante la falta de su antiguo medio de transporte (el tren), los que tienen algo de dinero abordan los camiones de pasaje para tratar de llegar lo más cerca posible de la frontera con Estados Unidos de Norte América.
Durante el día se observan grupos de personas migrantes procedentes de Guatemala, el Salvador y Honduras caminar por las calles pidiendo una moneda para poder comprar sardinas en lata, galletas de soda, chile y agua además de la que les proporcionan los integrantes del grupo BETA que operan en esta frontera con Guatemala.
Debido al descarrilamiento del tren en el municipio de Huimanguillo ce tenares de personas que van en busca del sueño americano no cuentan con su antiguo medio de transporte y por ello se quedan a dormir en las vías del tren en espera de que algo pase para que puedan reanudar su camino rumbo a los Estadios Unidos de Norte América.
Los que tienen familiares en el vecino país del norte les mandan recursos a través de giros que pueden cobrarles personas que los ayudan en este lugar y de esta forma abordan los camiones de pasaje y las combis para llegar a otros municipios teniendo que bajarse antes de llegar a los retenes del ejército y la vigilancia que tienen en las carreteras el personal del Instituto Nacional de Migración.
Todos los días llegan decenas de migrantes sin importarles que no exista una fecha aproximada para que se reanude el paso de la bestia de acero que los lleva en su lomo donde pueden burlar a las autoridades y con ello evitar que sean detenidos y deportados, pese a que los protectores de los indocumentados les indican que no lleguen pues no hay como viajar esto parece no importarle y cada vez es mas grande el numero de los que están “varados”.
Finalmente como de costumbre las calles y las vías férreas permanecen llenas de personas centroamericanas en donde cocinan, se asean, lavan sus ropas y hacen sus necesidades fisiológicas todo esto ante la falta de su principal medio de transporte que se ha descarrilado matando a varios de los que viajaban en la parte superior de los vagones.