Listos los cuartos de guerra

“En política, como la guerra
y el amor, todo se vale”
Frase popular

Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com
El primer minuto del lunes arrancan las campañas locales, sin lugar a dudas las más disputadas de los últimos tiempos en procesos intermedios. Tanto candidatos como dirigentes de partidos políticos ya tienen listas sus estrategias para los 45 días de intenso proselitismo que van a desplegar, porque los resultados del 7 de junio, será el parteaguas de lo que podamos esperar en el 2018, por eso desde los cuartos de guerra, alistan todo lo que sea necesario para vencer al contrincante, así tengan que usar la llamada guerra sucia.

El cuarto de guerra lo integra el primer círculo del candidato, quienes tienen la información preliminar de toda la estrategia que deberán emprender a lo largo de la campaña, no es necesario tener a demasiada gente, porque después no se ponen de acuerdo y se debe cuidar la discreción en los temas que se abordan; traen agenda de riesgos, con expertos dispuestos a realizar hasta lo imposible para sacar los resultados que esperan. Deben tener a la mano un Plan B, y hasta Plan C o D, para sortear las dificultades que se presente.

Para muchos dirigentes de partido, principalmente quienes compiten desde la oposición, los cuartos de guerra son mapacheras, que deben descubrir y desactivar, porque presuntamente para ellos, no son legales. Sin embargo, en sentido estricto, se trata de reuniones privadas del candidato con su equipo de confianza para definir las estrategias, que serán luego informadas a los demás integrantes para echar andar el proyecto. Tiene que ser con pocos integrantes, para saber tomar con seriedad las decisiones trascendentales.

Para tomar decisiones en una campaña electoral lo mejor es hacerlo con un grupo pequeño y conformar un cuarto de guerra. En términos militares, el cuarto de guerra (War Room) es un lugar donde el Comandante en Jefe se reúne con sus principales colaboradores, generales y consejeros, para definir, desarrollar y dar seguimiento a sus planes de batalla, tácticas de combate y estrategias, ejecutarlas o descartarlas, a fin de enfrentar una situación de conflicto, seguir desde su desarrollo, hasta su culminación.

La tarea principal de este equipo es tomar las decisiones de ejecución en la campaña, diseñar y decidir cuál es la estrategia que se va a seguir, desde el arranque, los discursos, los spots, las entrevistas, no deben perder detalle de nada. En el cuarto de guerra se reúnen las cabezas responsables de cada una de las aéreas de la campaña, más allá de diseñar la estrategia y elaborar el plan de todo este proceso, este equipo también debe evaluar todos los procesos, para lograr que ese plan se cumpla de forma eficaz.

Un auténtico cuarto de guerra debe tener establecida sus normas de funcionamientos similares a un proceso militar donde la cadena de mando debe ser respetada, debe reinar la disciplina, el orden; hay que propiciar discusiones sanas que enriquezcan el proceso, y sobre todo, las decisiones que se tomen deben ser respetadas y cumplidas. Esta estructura debe ser flexible ya que, cada campaña tiene su propia dinámica y conforme vaya avanzando, pueden realizarse ajustes para poder mejorar la percepción entre la gente.

Este equipo tiene objetivos duales en la ejecución de la estrategia previamente definida: por un lado, el positivo, creando tácticas efectivas que permitan transmitir de la mejor manera los mensajes del candidato; y por otro lado, el negativo, la guerra sucia, consistente en las tácticas de campañas de contraste en contra de los contrincantes, además de la defensa, de los ataques de los opositores y enfrentar las situaciones de crisis. Y con el boom de las redes sociales, deben contar con especialistas para enfrentar a tiempo a los trolls.

Y lo que nadie debe perder de vista, un cuarto de guerra no es un instrumento optativo en una campaña electoral, es indispensable; su obligatoriedad reside -en ambos casos- en la necesidad de ejecutar una estrategia de campaña a través de tácticas que sean coherentes con los mensajes que se buscan transmitir; en la conveniencia de responder con eficiencia y prontitud los ataques de los opositores y críticos; y en el profesionalismo con el que deben enfrentarse las crisis, que siempre habrá en este tipo de procesos.

En esta campaña veremos cuales cuartos de guerra tienen la mejor estrategia, eso dependerá en mucho la diferencia entre el triunfo y la derrota. Para el caso de Centro, se trata de una medición de fuerzas inédita, lo que puedan establecer las encuestas en el arranque es relativo, lo que hará la diferencia, será el manejo que realicen los estrategas; como en las pretemporadas de cualquier deporte, cada candidato adquirió los mejores elementos, para dar la batalla, ya veremos a quien de todos, tuvo el mejor equipo.

La Piragua
Muy motivada se fue la Secretaria General del CEN del PRI, Ivonne Ortega Pacheco de tierras tabasqueñas luego de su recorrido casa por casa en la colonia Gaviotas, al acompañar en su campaña electoral a Liliana Madrigal Méndez y encontrar animo de triunfo entre la población; luego se trasladó a Jalapa, para constatar que hay respaldo para llevar al triunfo a José del Pilar Córdova en el Distrito VI. La gira termino en Macuspana, durante un encuentro ciudadano con María Elena Silván Arellano del Distrito I

Lo que sí es de llamar la atención, que durante las giras de Cesar Camacho el sábado y ayer de Ivonne Ortega, no hubo ningún evento para respaldar la campaña de Minerva Santos García del Distrito V; el sábado el dirigente nacional estuvo con Goyo Arias del Distrito III y después con Armando Beltrán Tenorio del Distrito II. Algo sucede con esta candidata, tampoco estuvo presente en el acto de toma de protesta de los abanderados priistas a alcaldes y diputados locales.