Vamos a definir el tipo de liderazgo
que necesita el PRI en esta entidad
y cuando tengamos juntos el tipo
de liderazgo, pensemos en las personas.
César Camacho Quiroz 040513

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
El miedo que dejó derrota del 1 de julio, donde perdieron la gubernatura y el Congreso de Tabasco, fue el marco de llegada del nuevo delegado del CEN del PRI. A pesar de la presencia del dirigente nacional César Camacho Quiroz, no se atrevieron sino a llenar el “huevecito” del auditorio Luis Donaldo Colosio. Eso sí, sin acarreados. Como almas en pena aparecieron algunos ex presidentes municipales, entre ellos Francisco Jesús Sánchez Soberano “a” Mama Quela, de no tan grata presencia por el descontento que dejó en Cunduacán.

Estaba la mayoría de los aspirantes a presidir el CDE que en julio dejará Francisco Herrera y hasta se sumó uno nuevo, Luis Felipe Graham Zapata, que en las últimas horas se ha placeado y retado a los que lo ligan a la corrupción sólo porque en la Secretaría de Salud, a su cargo en el gobierno de Andrés Granier, se ha detectado el mayor faltante de recursos federales sin comprobar, unos mil 200 millones de pesos, según las cuentas del gobierno actual.

Tanto el nuevo delegado, Raúl Aarón Pozos Lanz, como Camacho Quiroz les aguaron la fiesta a muchos aspirantes. En el PRI de oposición de Tabasco no se inventará liderazgos, serán los priístas tabasqueños los que decidirán el relevo “bajo respeto y respaldo total a lo que decida la militancia”, en un clima de cohesión, unidad y por el interés de Tabasco.

César Camacho fue super clarísimo en su catilinaria, no sólo en el sentido de que no van a  darse el lujo de inventar liderazgos, de “mágicamente generar atractivos y cualidades” de quienes no han militado en el PRI, sino en que antes que pensar en personas, nombres y apellidos, se tiene que definir muy bien el perfil de quienes aspiren a ser dirigentes.

El líder nacional había llegado a las instalaciones priístas —con un estacionamiento que pronto les quitará el Gobierno del Estado— acompañado por el ex gobernador Manuel Andrade Díaz, señalado como el padrino del nuevo delegado. Entre los ausentes estaba Guillermo Narváez Osorio. Dicen que abandona la pelea pues será el delegado de la Sedesol, en sustitución del recién fallecido José Same Yabur Elías.

Aparte de lo importante de definir el perfil, la dirigencia nacional coincide con los ex dirigentes estatales del PRI en el sentido de que el cambio se hará a tiempo y sin errores: “no nos vamos a equivocar, vamos hacerlo a tiempo, sin hacer que las prisas nos atropellen y nos hagan caer”.

Los ex dirigentes estatales priístas, que se reunieron después de muchos años sin hacerlo y constituyen, extramuros partidista, un grupo de notables, han señalado que antes del hombre tiene que haber el perfil y el proyecto, así como no debe postergarse la elección ni fabricar de la noche a la mañana un liderazgo. Es decir, están contra la imposición cupular.

Los únicos gritos desesperados en el auditorio Colosio fueron de parte de los que llevó el aspirante Evaristo Hernández de la Cruz, que desde la entrada del líder nacional priísta “exigieron” que no haya imposición.

Un pronunciamiento que en estos días harán llegar los ex dirigentes al árbitro de la contienda interna fija que el nuevo presidente del CDE priísta tiene que ser de tiempo completo y no aspirar a un cargo de elección dentro de tres años, es decir, cumplir el periodo de cuatro años por el que sea electo.

Le exigen militancia permanente activa demostrada en los últimos años. Que no hayan coqueteado con la oposición ni se les considere caballos de Troya dentro del PRI, como sucede con Evaristo al que algunos le gritaron que se había equivocado. Que debía estar en las oficinas de la calle Méndez, en alusión al PRD que ahí despacha.

Lealtad y sentido de pertenencia al PRI, es otra de las exigencias que han dado a conocer a nombre de los priístas tabasqueños sus ex dirigentes, algunos de ellos mencionados para el nuevo CDE.

También piden inteligencia, tolerancia, capacidad de diálogo para no llevar al PRI a una confrontación violenta con el actual gobierno opositor perredista que encabeza Arturo Núñez Jiménez, un político con raíces priístas, cuyo estilo ortodoxo de gobernar con el librito le dará resultados al enfrentar al PRI pero no lo entienden las tribus del PRD.

Por cierto, en lo que sería magnífico si fuera verdad, Pancho Herrera dijo: “no le apostamos a los errores del contrario para recuperar el poder político, la mejor fórmula sabemos, es la construcción de una nueva cultura política que la sociedad perciba como diferente a lo que fuimos en los últimos años y nos llevó a la derrota electoral.  A este CDE le tocó enfrentar el resultado electoral; en lugar de sumarnos al coro fácil de las lamentaciones y la búsqueda de culpables, iniciamos un amplio recorrido por todo el estado para apaciguar temperamentos, analizar con objetividad los resultados electorales, reagruparnos, iniciar la reconstrucción del tejido político y social del priismo y encontrar la fórmula para adaptarnos a las nuevas condiciones políticas del partido en Tabasco”.