Granier vs Núñez, el Juicio del Siglo

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
Andrés Granier Melo establecerá, con seguridad, una demanda civil contra el exgobernador Arturo Núñez Jiménez. El Químico no va únicamente por la reivindicación de su nombre, sino por castigar a quien le encarceló por casi seis años en la Torre Médica de Tepepan.

La demanda será por daño moral. Esto implica que, en caso de ser hallado culpable, Arturo tendrá que dar una disculpa pública en todos y cada uno de los medios donde acusó a Granier del desfalco de las arcas públicas de Tabasco.

También, la demanda civil establece la exigencia de un resarcimiento económico por los perjuicios ocasionados durante su reclusión. Si bien es muy pronto para hablar de cantidades específicas, se habla de que, en caso de ser condenado por ese delito, Núñez tendría que sacar de su bolsa varios millones de pesos. Quizá decenas.

El contraataque de Granier tiene varios frentes. Uno de ellos muestra el convencimiento pleno de haber sido una víctima política del Gobierno estatal perredista. Con su demanda, Granier parece estar muy convencido de que nunca incurrió en los delitos que se le imputaron.

El Químico no demandaría a Núñez, dice gente enterada del tema, si en verdad hubiera cometido un delito y se hubiera salvado por un “milagro” legal… o político.

¿Por qué Granier va por Núñez en lugar de pensar en un retiro apacible en el otoño de su vida? Él mismo se encargó de dar la respuesta en esa entrevista radiofónica con Emmanuel Sibilla: perdono pero no olvido.

La guerra Granier–Núñez va a ser de pronóstico reservado. Más, si se tiene en cuenta que ambos, de alguna u otra manera, guardan alguna cercanía con Andrés Manuel López Obrador.

En efecto, con su política, este sí de “perdón y olvido”, el presidente prefirió no meter al Gobierno de Adán Augusto en una cacería de brujas. Con ello, dio un perdón tácito a Núñez.

Granier ha venido con un mensaje conciliatorio hacia Morena. Le ha deseado éxito a Andrés Manuel y Adán Augusto. Le ha recriminado al PRI el haberle dejado solo en plena persecución política. Y se ha declarado listo para “servir a Tabasco”.

No es este, desde luego, un caso donde Obrador vaya a inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Tampoco lo hará el gobernador.

Granier se siente traicionado por la deslealtad de Núñez. Pero más que nada, por la fabricación de pruebas.

La inminente demanda va a sacar a Núñez de su reclusión voluntaria en quién sabe qué parte del país o del extranjero. El litigio le obligará a regresar a Tabasco, donde el abogado de Granier, Miguel Romero Pérez, radicará la demanda.

Va a ser un cara a cara inédito en la historia política de Tabasco. Pero los tabasqueños ya se han acostumbrado a lo inesperado y lo surrealista.

En caso de perder, Núñez sufrirá un fuerte descrédito político. Y un enorme quebranto financiero.

Por ahora, el abogado del Químico en Tabasco, Miguel Romero, guarda total sigilo sobre los pasos que habrán de seguirse en este “Juicio del Siglo” en el Edén.