Declinaciones en puerta

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com

En las próximas semanas, habrá dos declinaciones importantes entre los candidatos a la alcaldía de Centro.

La primera en hacerlo será la abanderada del Movimiento Ciudadano, MC, Nelly Vargas Pérez.

Le seguirá, sin duda, el candidato del Partido del Trabajo, PT, Miguel Vera Hernández.

Ambos se pronunciarán en favor de la candidatura de Gerardo Gaudiano Rovirosa, del Partido de la Revolución Democrática.

Son varios los factores que inciden en este escenario de abdicaciones.

Uno radica en la nula penetración que han tenido las campañas de los representantes del MC y PT.

Tanto Miguel Vera como Nelly Vargas marchan muy abajo en las simpatías ciudadanas, al grado de que ambos partidos perderán su registro en Tabasco.

Ya hay antecedentes de este tipo en la entidad. El PVEM y Convergencia perdieron su registro estatal al no lograr el mínimo de la votación, aunque en el ámbito nacional lo siguieron manteniendo.

La cesión en favor de Gaudiano tendrá sólo un efecto mediático y político, ya que, una vez impresas las boletas, ningún voto obtenido por el PT y MC podrá sumarse al perredista.

Los dirigentes nacionales del PT y el MC están de acuerdo en las declinaciones de sus candidatos porque, sencillamente, no tienen nada que perder.

Por el contrario, si Gaudiano gana la elección en la capital tabasqueña tendrán una alta rentabilidad política que les ayudará mucho en los comicios de 2018 y, así, recuperar su registro estatal.

Pero la suma del MC y el PT a la candidatura de Gaudiano no preocupa mucho al resto de los candidatos.

Rosalinda López  Hernández (PVEM-PAN), Evaristo Hernández (PRI) y Octavio Romero (Morena) entienden que Miguel Vera y Nelly Vargas representan muy pocos votos, y que de ninguna manera inclinarán la balanza.

Pero están listos, eso sí, para neutralizar el efecto político-mediático de una decisión de esta naturaleza.

Por lo pronto, tanto Nelly Vargas como Miguel Vera continúan adelante con sus recorridos en el municipio de Centro.

Ninguno se ha atrevido a hacer un mitin público… porque saben que este reflejará su magro apoyo popular.

Renuncia obligada
El comisionado del Partido del Trabajo, Martín Palacios Córdova, se niega a responder por los daños ocasionados tras el choque con un autobús de pasajeros, y que dejó, al menos, siete personas heridas.

La aseguradora Qualitas, del Transmetropolitano, no entregó los pases médicos a los lesionados porque el ‘petista’ argumenta que el peritaje salió a su favor.

Pero Martín Palacios miente. Todos los testigos aseguran que conducía borracho sobre la vía Ramón Mendoza, a exceso de velocidad y con las luces apagadas. Por eso chocó contra el autobús de pasajeros.

Vaya, el comisionado estaba tan fuera de sí que ni siquiera podía ponerse de pie.

Lo más vergonzoso de este caso, que sería idóneo para “Laura”, es la defensa realizada por Virgilio Matus, comisionado político de Asuntos Electorales del PT.

Con toda la frescura del mundo, leyó un comunicado en el que desmiente que Martín Palacios condujera borracho. Lo sitúa como la víctima al asegurar que este fue golpeado por los pasajeros.

Estos actos son los que enardecen al ciudadano de a pie, y no hacen sino conformar el hartazgo hacia buena parte de la clase política.

Por sentido común, el CEN del PT está obligado a expulsar a Martín Palacios de sus filas.

De otra manera, el partido quedará exhibido como una suerte de alcahuete.

Y, de algún modo, lo pagará en las elecciones.