Carta Abierta
Golpazo de timón Jorge Núñez jorgenunez63@hotmail.com Los cambios en el gabinete han dado una bocanada de aire fresco al gobierno de Arturo Núñez. Algunos dirán que mucho se había tardado en realizarlos, sobre todo en la Secretaría de Gobierno. Gustavo Rosario Torres tiene la muy complicada misión de enderezar el entuerto dejado por Raúl Ojeda […]
5 de julio de 2016

Golpazo de timón

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
Los cambios en el gabinete han dado una bocanada de aire fresco al gobierno de Arturo Núñez.

Algunos dirán que mucho se había tardado en realizarlos, sobre todo en la Secretaría de Gobierno.

Gustavo Rosario Torres tiene la muy complicada misión de enderezar el entuerto dejado por Raúl Ojeda Zubieta.

Ojeda siempre vivió en las nubes. Se tomó el encargo como un rico vacilón, bromeando y hablando sobre cualquier tema… menos enfocado en cumplir su responsabilidad.

Deja el puesto en medio de plantones, de una alta crisis de inseguridad pública y de un nulo diálogo con los distintos partidos.

Para decirlo en cristiano, el cargo le quedó muy grande. Por donde se le quiera ver, el saldo de su gestión es negativo.

Pero él lo ve a su manera. Dice sentirse “satisfecho” con el desempeño tenido. Y, no, no se irá a cuidar a sus nietos.

Habla de su nueva misión: unificar a las izquierdas rumbo al 18.

Para quienes buscan entender, porque ya lo había dicho, este es un guiño hacia Andrés Manuel López Obrador.

Ojeda, y muy seguramente Fernando Mayans, ya están buscando acomodo en Morena.

Lo que nadie sabe, bien a bien, es si esta movida tiene el visto bueno de Núñez. Los próximos meses lo dirán.

… Otro chance
Gustavo Rosario cuenta con una nueva oportunidad de lucirse. Hay que ver si no la desperdicia.

A su favor le juega el haberse deslindado, muy a tiempo, del gobierno priista de Andrés Granier Melo.

El nuevo secretario de Gobierno tiene una obligación: lograr que el sexenio termine sin sobresaltos.

… De lujo
La otra movida importante de Núñez se dio en Comunicación Social y Relaciones Públicas.
Se fue Dolores Gutiérrez y llegó Francisco Peralta Burelo.
Ya se veía venir lo de Pancho.

Aquí, en esta columna, se adelantó varias veces que tendría un cargo en el gabinete.
No había que ser muy inteligente para intuirlo. Luego del buen trabajo como primer concejal de Centro se lo había ganado a pulso.

En la antesala de los relevos, se dijo, incluso, que iría a la Secretaría de Gobierno.

No se dio. Pero de todas formas el cargo dado es de primer nivel. Y hay mucho que hacer.

Al menos ya no habrá el pleito que Raúl y Dolores tuvieron a lo largo de tres años y medio y que, quiérase o no, hizo mucho daño a la administración perredista.

Pancho Peralta llega con un fuerte crédito político y personal.

Pero, lo más importante, trabajará en un área que le es conocida. No habrá, pues, perdida de tiempo en la famosa curva del aprendizaje .

Gustavo y Pancho serán parte de la columna vertebral en la que se apoyará el gobernador para terminar su mandato.

Ambos tienen la pinta de gente experimentada y con oficio.

Y pensar que los priistas Chucho Alí y Adrián Hernández Balboa quisieron jubilar a esta generación política, calificándola, en la campaña electoral de 2012, de “huevos puques”.

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