El PRI se niega a arriar sus banderas

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
Si bien se entiende que Morena es amplio favorito para retener la gubernatura en 2024, en 16 de Septiembre siguen haciendo su tarea, haciendo caso omiso a estos pronósticos adversos a su causa. El dirigente Dagoberto Lara le ha pedido a Pancho Lastra que intensifique los trabajos para construir una coalición sólida, para plantarle cara al partido gobernante, buscando acrecentar su presencia en las alcaldías y el Congreso.

En esa tarea, el responsable de la Comisión para los trabajos de la Alianza ha tenido reuniones con los más diversos personajes del PAN, el PRD y, por supuesto, de su propio partido. Se sabe de los encuentros de Pancho Lastra con los perredistas Juan Manuel Fócil y Javier Cabrera Sandoval, y con el panista Juan José Rodríguez Prats.

También ha dialogado con sus compañeros de partido: Freddy Chablé Torrano, Adrián Hernández Balboa, Miguel Romero Pérez, Andrés Granier, Soraya Pérez, Gustavo de la Torre, Erubiel Alonso, Félix Sarracino, Fabián Granier y Soraya Pérez. En puerta hay reuniones programadas con Ingrid Rosas, Gerald Washington, Heberto Cabrera Jasso, Raúl Cabrera Pascasio y Pedro Gutiérrez, entre muchos otros.

Dagoberto Lara quiere fortalecer la presencia de quienes ahora están activos en el partido y acercar a los que, por diversas circunstancias, se han alejado. La premisa es evidente porque en el PRI se razonan tres cosas: 1) el PRI ha formado a la clase política local, 2) un gran número de expriistas gobiernan ahora mismo en la entidad y 3) el tricolor cuenta todavía con un gran capital humano, con la experiencia necesaria para regresar a los primeros planos.

En esta tesis radica la confianza de un partido que busca reactivar a sus principales figuras, escuchando sus planteamientos sobre cómo se puede obtener un buen resultado en los próximos comicios constitucionales. La tarea, desde luego, es complicada. No existen los recursos humanos y financieros de antes, los ciudadanos siguen viendo al partido con desconfianza, y en el ámbito nacional su dirigente Alejandro Moreno está bajo ataque de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que busca llevarlo a juicio.

En Dagoberto hay la idea de reagrupar filas, cerrar viejas heridas y empezar una nueva etapa con miras a 2024. En el camino, dicen en 16 de Septiembre, habrá algunos priistas buscando un ‘hueso’ en Morena. Está previsto. Sin embargo, esto se ve como una especie de purga necesaria para extirpar a quienes ya no comulgan con los idearios del priismo o, lo que es peor, quienes sólo ven por sus intereses.

Por lo pronto, en esa lista de nombres radica la confianza de armar un equipo serio y leal, listo para vivir o morir en el intento. Y es que ya no hay vuelta atrás. Se han quedado los que se la jugarán con el tricolor hasta el último aliento. A eso le apuestan Dagoberto Lara y Pancho Lastra. Porque lo peor que podría pasarle al expartidazo es repetir el reciente resultado en Quintana Roo, donde casi pierden su registro como partido.

: Sheinbaum y May
Claudia Sheinbaum habló sobre lo sucedido en Tabasco, tras la remoción de varios de los funcionarios que le dieron su apoyo público y que dos días después fueron cesados.

A pesar de que el gobernador Merino ha insistido en que esas remociones no tienen relación con lo sucedido el domingo y que son parte de los cambios en víspera de su primer año como mandatario interino, la jefa de Gobierno habló de respetar los derechos políticos y la libertad de expresión.

La postura de Sheinbaum deja claro que la competencia con Adán Augusto por la candidatura presidencial está en su punto más crítico, con cada uno tomando sus posiciones y jugando sus cartas.

Como siempre lo ha hecho, el gobernador no ha dudado en estar de lado de Adán, si bien tampoco tiene algún conflicto directo con la jefa de Gobierno.

En lo esencial, los comentarios revelan que Javier May cavó su propia tumba política al enfrentarse con el huésped de Bucareli y, por añadidura, con el presidente Obrador. Esta es la lectura que resume lo sucedido en los últimos tres días en el morenismo tabasqueño.