Ojeda despunta y May queda tocado

Jorge Núñez
En principio, la dirigencia de Morena queda en manos de Adán Augusto ya que Mollinedo y Ojeda son afines al secretario de Gobernación. Contra lo que los seguidores del director de Fonatur esperaban, no se obtuvo esa ansiada señal del presidente Obrador. Ello suponía acceder al asiento de la dirigencia o de la presidencia del Consejo Político, a fin de lograr un equilibrio entre su corriente y la del huésped de Bucareli. Todo para dejar abierto el escenario hacia 2024.

Pero no sucedió así. Adán, con la venia del presidente y desde luego con el respaldo moral del gobernador Merino, no sólo se hizo del liderazgo morenista en Tabasco, sino que metió de lleno en la sucesión a Raúl Ojeda, que ahora comenzará a sonar como una de las cartas más visibles para llegar a Quinta Grijalva.

Ahora, Ojeda tendrá la libertad de recorrer todo el estado, algo que por ahora les es imposible a dos de las cartas más mencionadas: Rosalinda López, funcionaria del SAT, y el propio Javier May. El nuevo cargo le permitirá al jonuteco estar en una precampaña permanente, teniendo contacto directo con los ciudadanos de a pie. Es, pues, un movimiento audaz si lo que se busca, en realidad, es posicionarlo hacia su cuarta postulación.

Esta es una mala noticia para el director de Fonatur y para sus simpatizantes, incluyendo a una funcionaria del gabinete estatal que le apoya: Sheila Cadena, titular de Energía. Desde luego que May ‘leyó’ el mensaje de lo sucedido en el cambio en la dirigencia morenista. Por eso es que la diputada Lorena Méndez Denis, gente de su equipo, subió poco después una publicación en redes, presumiendo entre carcajadas una reunión de respaldo a Claudia Sheinbaum. En cristiano, el originario de Comalcalco sabe que su única salida es que la jefa de Gobierno sea la elegida por Obrador y que Adán quede en el camino.

Desde luego, no todo está dicho para el señor Ojeda. A la par siguen caminando varios pesos pesados que van a pelearle palmo a palmo: Rosalinda López, Manuel Rodríguez y el propio Javier May, que en esto del empecinamiento se pinta solo.

El nuevo presidente del Consejo Político está en sintonía con el gobernador Merino, a quien siempre ha respaldado, y tiene el aliento de gentes de probada capacidad política, como el caso del exdirigente partidista César Burelo.

Por lo pronto, está claro que Ojeda ha recibido un fuerte espaldarazo desde dos puntos clave de la Ciudad de México: Palacio Nacional y Bucareli.

: Prudencia
Contra la vieja costumbre de usar el cargo para promocionarse en lo electoral, como lo hicieron sus predecesores, el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, ha optado por alejarse de esa tentación y manejarse con un perfil discreto, sin hacer aspavientos acerca de lo que depara 2024.

Parece lo más acertado en los actuales tiempos en que casi todos los morenistas están desatados, cayendo muchas veces en el exceso. Del Rivero ha optado por cumplir su función, de por sí muy complicada, hablando muy poco o casi nada sobre sus propias expectativas políticas. Este proceder no ha pasado inadvertido para su jefe, el gobernador, y su amigo, el secretario de Gobernación. La impresión que deja es la de un servidor público concentrado en lo suyo, dejando que los resultados de la gestión sean los que hablen por sí mismos.